No obstante, el modelo de poblamiento que proponemos para Isso está bien documentado en época andalusí, con ciertas variantes, en otros territorios, como por ejemplo las vegas de Murcia y Granada, Finestrat (Alicante) o Puentes (Lorca) y, más cerca de Hellín, en Alpera (Albacete). En este último lugar también existe una organización similar en la ocupación del territorio, aunque con la diferencia de que en este caso estamos ante un solo espacio hidráulico y no ante la aparente división segmentaria de Isso, que está jerarquizada en un sistema principal y otros secundarios que lo complementan.
Se trata, en definitiva, de un tipo de poblamiento compuesto por pequeñas alquerías dispersas entre las que no existe una gran diferencia de tamaño, si bien alguna de ellas adquiere un cierto rango preponderante por la presencia de establecimientos colectivos como la fortaleza o la mezquita aljama; un modelo que contrasta con el de los grandes ḥuṣūn, como por ejemplo Siyāsa o Chinchilla por ceñirnos al entorno estudiado, que concentran la población de su territorio creando un vacío de alquerías en torno a ellos.
Siguiendo
con las analogías, en el asentamiento central de Alpera existía una muela que
fue fortificada con lienzos y torreones de tapiería de hormigón en época
tardo-andalusí, según demuestran los abundantes materiales cerámicos, y
posteriormente ocupada y reacondicionada tras la conquista (Simón, 2011, pp.
117120). Al igual que en Alpera, creemos que también en Isso existiría una
fortificación andalusí para protección de los pobladores del área circundante
que seguramente adaptaría su plano al perímetro natural del promontorio.
En el caso de Isso, no contamos con datos en las fuentes escritas que nos informen acerca de su condición en época andalusí, aunque dada la naturaleza de su disposición territorial y su carácter señorial en el periodo castellano, nos parece que es sensato plantear la hipótesis de que estemos ante un caso análogo al de Alpera, es decir, que antes de laconquista constituyeran una unidad territorial y administrativa compuesta por castillo y alquerías en torno al mismo, que pudo depender de alguno de los ḥuṣūn más próximos, como Hellín o Tobarra, o incluso ser autónoma.
Es posible que la fortaleza se remodelara inmediatamente
después de la conquista cristiana, y que fuera en ese momento cuando
adquirió la regularidad y monumentalidad de la planta que hemos podido
documentar, dado que entonces se desarrollaron unas necesidades de
representación y propaganda edilicia que no existieron en época andalusí cuando
la función de la fortificación sería esencialmente práctica. También es
probable, como antes comentábamos, que en este momento temprano de la
dominación castellana estemos más bien ante el recinto de una pequeña puebla de
repobladores que ante un castillo señorial. Se trata, en definitiva, de
hipótesis de trabajo que sólo podrán confirmarse, rebatirse o matizarse, con el
desarrollo de los trabajos que aún continúan en marcha, la obtención de un
mayor número de datos a partir de los análisis arqueométrico, y futuras
intervenciones arqueológicas.
Es necesario preservar todos los testimonios materiales de lo que allí sucedió. Para ello, consideramos que todas las etapas históricas deben ser tenidas en cuenta y recuperadas, pues tan valiosa es la fortaleza original como sus transformaciones o las casas que se le adosaron a partir del siglo XVI. El mayor desafío que puede tener este proyecto radica en proteger y conservar todos los valores patrimoniales que tiene la manzana de la fortaleza y las huertas anexas, a la vez que es necesario rehabilitar las casas y recuperar la población perdida.
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