PASADO

PASADO
LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

miércoles, 11 de septiembre de 2013

UTILIZANDO LA HISTORIA DE MANERA TORTICERA



1714: Cataluña conquistada por España

Uno de los grandes mitos del nacional-catalanismo.
El territorio de Cataluña ha compartido siempre, desde la Antigüedad, el destino político y cultural del resto de la Península Ibérica. Cataluña y España no son dos realidades que se pueden poner cara a cara, una frente a la otra, sino que Cataluña forma parte de España. No se pueden enfrentar.

Los nacionalistas acostumbran a poner la fecha de 1714 como el origen de esta opresión: Cuando Felipe V abolió las instituciones catalanas, después de la caída de Barcelona frente las tropas borbónicas.


En aquel momento, Cataluña ya formaba parte de la Corona Hispánica, desde el siglo XV, fruto de un proceso de reunificación peninsular. Este proceso de reunificación arranca ya desde el momento de los condados de la Marca Hispánica (nombre significativo) como por ejemplo Ribagorza, Urgel, Cerdaña, etc., los cuales se unieron bajo el caudillaje del Conde de Barcelona. Después, encontramos la integración de éste en la Corona de Aragón. Finalmente, la unión personal de ésta con la Corona de Castilla primero, y la de Navarra después.


Esta reunificación hizo volver otra vez a la unidad política y cultural que gozaba la Península desde la Antigüedad Romana, y el reino visigodo después.


Por lo tanto, en 1714, Cataluña no era un país independiente que fue conquistado por un país extranjero (España), sino que ya formaba parte, desde hacía 2 siglos, de la Corona Hispánica, y desde la Antigüedad Romana, de una misma unidad político-cultural.


Por otra parte, en 1714, los catalanes que luchaban contra los borbones (no contra los castellanos) no querían en absoluto la independencia, sino que luchaban para que el candidato austríaco se convirtiera en titular de la corona española, y no el pretendiente francés, que era Felipe de Anjou.


En efecto, tanto el Conseller en Cap, Rafael Casanova, como el general Villarroel, que mandaba la tropa, manifestaron siempre claramente que luchaban por nuestros fueros y por la Corona de España.


No había, por lo tanto, en 1714, ninguna reivindicación soberanista.


Los hechos de 1700-1714 se pueden resumir así:


Antes de 1700 Catalunya no era independiente, sino que era un territorio con instituciones propias integrado dentro de la Corona Española desde hacía siglos. Aquel año, el rey Carlos II (de España, incluida Catalunya) murió sin descendencia y se inició una guerra de Sucesión al trono (no de Secesión soberanista) entre dos candidatos: Felip de Anjou -francés- y Carlos de Habsburgo -alemán-. En todos los territorios de la Corona hubo seguidores de uno y otro candidato.


Las instituciones catalanas primero juraron fidelidad a Felipe de Anjou (Cortes de 14 de enero de 1702, en Barcelona), pero después una flota angloholandesa a favor de Carlos desembarcó en el río Besós (el 25 de agosto de 1705) y conquistó Barcelona ante la indiferencia de la población. El 16 de octubre las instituciones catalanas reconocieron a Carlos como rey de España.


Finalmente, la guerra acabó con la renuncia de Carlos al trono (pues había sido elegido Emperador del Sacro Imperio) y Felip V no tuvo oposición: amnistió a los dirigentes de la revuelta austracista, pero abolió las instituciones catalanas, creando un estado centralista a imitación de la Francia de aquel momento.


Las instituciones del S.XVIII eran estamentales, propias del feudalismo: representaban a la aristocracia, burguesía y alto clero. Defendían, por lo tanto, los intereses de estos. No existía un Parlamento como el que conocemos hoy en día, ya que soberanía nacional y popular son conceptos posteriores, no conocidos en el momento de los hechos.

Cada 11 de septiembre se conmemora que aquel día de 1714 Barcelona y los seguidores del Archiduque Carlos se rindieron ante las tropas de Felipe V en la Guerra de Sucesión española. Cada 11 de septiembre se realiza una ofrenda floral ante el monumento a Casanova en la calle Girona de Barcelona, porque la tarde del 11 de septiembre de 1714 un patriota español llamado Rafael Casanova, consejero en jefe de Barcelona, emitía su famoso bando que repartió por las calles de la ciudad condal, y que decía textualmente:

«Se hace saber a todos generalmente, de parte de los tres Excelentísimos Comunes, considerando el parecer de los Señores de la Junta de Gobierno, personas asociadas, nobles, ciudadanos y oficiales de guerra, que separadamente están impidiendo que los enemigos se internen en la ciudad; atendiendo que la deplorable infelicidad de esta ciudad, en la que hoy reside la libertad de todo el Principado y de toda España, está expuesta al último extremo de someterse a una entera esclavitud. Notifican, amonestan y exhortan, representando así a los padres de la Patria que se afligen de la desgracia irreparable que amenaza el favor e injusto encono de las armas franco-hispanas, haciendo seria reflexión del estado en que los enemigos del Rey N.S., de nuestra libertad y Patria, están apostados ocupando todas las brechas, cortaduras, baluartes del Portal Nou, Sta. Clara, Llevant y Sta. Eulalia.

Se hace también saber, que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligación de sus cargos, explican, declaran y protestan los presentes, y dan testimonio a las generaciones venideras, de que han ejecutado las últimas exhortaciones y esfuerzos, quejándose de todos los males, ruinas y desolaciones que sobrevengan a nuestra común y afligida Patria, y extermine todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los demás españoles engañados y todos en esclavitud del dominio francés; pero así y todo se confía, que todos como verdaderos hijos de la Patria, amantes de la libertad, acudirán a los lugares señalados, a fin de derramar gloriosamente su sangre y su vida por su Rey, por su honor, por la Patria y por la libertad de toda España»

Rafael de Casanovas fue herido en el sitio de Barcelona, pero concluyó apaciblemente sus días como abogado, perdonado y pensionado por el Borbón, a los 83 años en Sant Boi de Llobregat.

En conclusión:
En los colegios se explica que Cataluña fue conquistada, pero no se explica el hecho completo, ni el juramento inicial de las cortes catalanas a Felipe V, ni el testamento de Carlos II, ni la traición posterior de las instituciones jurando legitimidad a Carlos de Habsburgo (intruso con su ejército ocupando Barcelona, sin ninguna legitimidad)


Más mitos nacionalistas. Sólo encontramos mitos y mentiras, con la finalidad de modelar la Historia a los intereses de los nacionalistas. Ni conquista ni nada.

ANTONIO VILLENA: 
               

     Quizá los libros de la Historia de España en Cataluña están con problemas de traducción, en cualquier caso, nadie es más ciego que el que desea serlo.
 En mi opinión, yo me pregunto, ¿dónde quedan los derechos de aquellos que se sienten catalanes y españoles?
 Quede claro, que, en el resto de España, somos muchos los que nos sentimos despreciados, por esta caterva, que desean hacer su camino sin nosotros, yo les digo, que también desprecio a quienes no deseen compartir España conmigo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario