PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

viernes, 27 de agosto de 2021

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POR RICARDO TROTTI


No tirar la toalla

Publicado el 17/11/2013 - Cuando la inseguridad pública, la inflación y la corrupción son desbordantes, y las crisis se repiten hasta el cansancio carcomiendo las esperanzas, la mayoría de la gente no atina a rebelarse, sino a resignarse y aceptar la realidad tal cual es.
A esa resignación moldeada por la frustración e impotencia por no poder cambiar las cosas, la psicología la denomina teoría de la indefensión aprendida.

 Es cuando la persona, al reconocerse incapaz para alterar el resultado, asume una conducta indiferente, pasiva y peligrosamente conformista.



Sucede en todas las sociedades. En las desarrolladas, como EE.UU., donde 11 millones de indocumentados vieron esta semana escabullir sus sueños por una reforma migratoria incumplida.
 En naciones estables, como Chile, donde los candidatos tratan de despabilar a votantes indiferentes que prometen gran abstención en las elecciones de este domingo.
 Muchas veces esa indefensión aprendida no es producto de la casualidad, sino inducida con intención.
 El caso típico es Venezuela. Es el país donde mejor se observa cómo los repetidos abusos de poder van desgastando las fuerzas de la gente que, abatida, hace suya la frase acostumbrada: “Nos merecemos el gobierno que tenemos”.


Ante esa desesperanza, el gobierno aprovecha para alimentar ese círculo vicioso de abusos y resignación.
 Como esta semana que, a imagen y semejanza de una Cuba económicamente discapacitada, Nicolás Maduro consiguió la ley que lo habilita a gobernar sin Congreso y decretar su “guerra económica”. Ya mandó detener la inflación por decreto e incentivó a las hordas para que desvalijen comercios de electrodomésticos, castigando así a comerciantes “imperialistas y especuladores”.
En el ánimo por controlar la economía y las voluntades, Maduro prohibió a los medios que hablen de “saqueos” so pena de cerrarlos o
incautarlos, así como antes había prohibido informar sobre motines carcelarios y hechos de violencia. Un control que para los críticos se ejerce mediante amenazas e intimidación, mientras que a sus simpatizantes embarduna con clientelismo, a sabiendas de que los subsidios generan sumisión, mientras que el trabajo crea peligrosa libertad.
Pero el control puede ser sólo un espejismo de bienestar, más aún cuando Cuba es el espejo. Es que la indefensión aprendida no siempre actúa como anestesia. En sus primeras etapas, esta genera resignación, indiferencia y conformismo, pero luego puede degenerar en estadios más peligrosos, como se vio con la “Primavera Árabe”, cuando las muchedumbres se desbordaron cansadas por la continua opresión.


Generalmente cuando se superan varias etapas y el sentimiento de derrota se transforma en fatalidad, trauma y enfermedad, las masas explotan apoyando cambios radicales y rupturas abruptas de sistema. De ahí que los golpes de Estado todavía no se hayan borrado del panorama mundial, como en Egipto, Paraguay y

Honduras.
También ocurre que en procesos menos traumáticos, se termina por apoyar a líderes mesiánicos, “outsiders” e inexpertos de la política, desconocidos que se hacen populares con eslóganes anticorrupción y de “poner la casa en orden”, pero que al poco tiempo se desenmascaran más corruptos y abusadores que sus antecesores. La historia está llena de ellos y no distingue en ideologías de izquierda o derecha, pasando desde los hermanos Castro hasta Augusto Pinochet o desde Alberto Fujimori hasta Hugo Chávez.
Esa misma historia muestra que el sentimiento de indefensión, suele llevar a sociedades enteras a un estado de depresión y fracaso, en las que la gente no

entiende por qué habiendo tantos recursos, las crisis son intermitentes y replicables de generación en generación.
Evitar esa indefensión aprendida no es una cuestión social, sino, ante todo, una responsabilidad individual. En democracia cada uno debe asumir una actitud proactiva, pese a los contratiempos. Participar de las elecciones, centros comunitarios; denunciar los malos servicios y las injusticas; alzar la voz, son formas de participar y hacer sociedad. No tirar la toalla, no rendirse, es el mejor antídoto contra la indefensión.

 

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En esta lucida opinión de Ricardo Trotti, creo que se pone el dedo en la llaga.

 

Sobre nuestro comportamiento generalizado, de que nada se puede hacer, quizá, hay radica lo peor de nuestra sociedad actual, pues nos deja indefensos para mejorar las cosas.

Hay herramientas en las democracias actuales, sean más o menos consolidadas, que pueden detener un proceso, que nos avoca, a la creación de dos clases de ciudadanos muy separadas, por el poder adquisitivo, y una tercera, cada vez más numerosa, que apenas pueden sobrevivir.

 Estos últimos años, hemos protestado buen parte de la sociedad, sin embargo, muy poco se ha conseguido, esto me hace pensar, que los movimientos de masas no son lo efectivos, entre comillas, porque cuando una multitud protesta, y no es capaz de canalizar ese movimiento, en un diseño claro y unánime, de que es lo que se quiere, por si solo se desvanece.


 En mi opinión.  Estos días hemos visto, como un número pequeño de trabajadores, en comparación con esas manifestaciones multitudinarias, han cambiado la vida de 1.300 compañeros.

 Esto ha sido posible porque se han presentado como un grupo compacto, solidario, y paciente, me refiero a los trabajadores de la limpieza de Madrid.

 Tal vez deberíamos hacer una reflexión, sobre las formas de cambiar las cosas en los tiempos actuales.

 A. Villena      

 

 

 




 

domingo, 15 de agosto de 2021

EL EGO Y LA SOBERVIA

 

Cuando el ruido y el ego y la sobervia, son hijos de la misma madre.

 Inoperantes, semi-aturdidos y con cierta desorientación, el tiempo se abre paso en nuestras vidas, tozudo y despiadado, tragedias que nos pasan rozando, olvidos, proximidades que se convierten en muros infranqueables, la maldita manía de trocearnos, para sentirnos cómodos en la soledad, el daño de la soberbia sobre nuestro mísero existir, son tiempos de aprender a ser pequeños, buena parte de los humanos desconfiamos de todos y de todo, nos ocultamos en nuestros complejos de manera ridícula, oigo tanto hablar a virtuosos cada día que me atolondro más, amigos machacones, empeñados en que los oigas disertar sobre sus triunfos, tanto, que asquean.  (Lo llevo con paciencia, pero no muy bien ) 

Pero es horroroso que por salvar amistades, te sometan día sí y al otro también, al pavoneo continuo, sobre lo especiales que son hijos, nietos, nueras et.et.et.

domingo, 8 de agosto de 2021

UN DIA EN MI VIDA, (11/02/2019)


                                                                                           

Isso:

Salgo de la cama a las 9 horas, temperatura en el exterior 2 grados.

 Desayuno leche con cereales y miel, con una especie de estirados de masa con pipas.
 Lavado de dientes y con el Clío subo a la cerca hay algo de nubosidad y viento, tomo de la caseta una horca de hierro y bajo a bolos, en el camino veo a Paco mi consuegro y a su yerno tobarreño, podando olivos frente a la casa de la palmera, ( En los de la Inmaculada, hija de Eliecer de Colodra) , la casa grande casi desplomada en su totalidad, se ven sus tripas y apenas quedan cuatro muros que se resisten a caer, ,los partidores me recuerdan a Manolin, amigo fallecido hace unos años, (Compañero de trabajo) , Llego a Bolos y entro en el corral,  después de saludar a la abuela Rosario ya levantada, retomo la recogida de ramas en la parte que linda con la casa de la Donata.   Hoy las he arrastrado con una cuerda, las rodillas se resienten un poco.



 La hija de José quesada coge unas hojas de cardo para el guiso y está un rato hablando con la abuela.
En el huerto de Jeromo (A medio vallar) ya hay tráfico de automóviles para surtirse de algo ilegal. ¿....?.

 Este año he decidido podar los olivos, desde la perspectiva, de la cogida con peine mecánico, vuelvo a la cerca, si bien antes he dejado el coche por si le hace falta a Loli.


La mañana ha mejorado en cuanto al frío, de nuevo estoy recogiendo ramas y quemando, por cierto, también en bolos las he quemado, el esfuerzo de hoy está siendo excesivo para mis maltrechos huesos, en cualquier caso, acabo sobre las 13,30, horas.

 Al regreso veo que hoy lunes no hay colegio, pregunto a mi señora, y tampoco lo sabe, antes de la comida me ducho y después sentarme a la mesa.
 La Loli ha servido unas gambas a la plancha, que aún  quedaban de navidad, el resto del menú, sopa
con pollo y unas costillas, que también sobraron de la comida de ayer.

  De entremeses pepino como de costumbre, y Loli unas olivas. después de quitar la mesa Loli va a la peluquería de mi sobrina, al parecer a tintarse la raya, yo estoy durmiendo la siesta y con auriculares escuchando de los episodios nacionales, el correspondiente a "Mendizábal", al regreso de Loli de la peluquería, cargamos el coche, y viajamos a Alicante. En el camino reposto en Jumilla, precio del gas-oíl a 1,29 euros, pongo 40.

  La noticia es, la manifestación de ayer en Madrid, convocada por todas las derechas y demás fiestas de guardar, contra el que dicen es el enemigo número uno de España...El presidente del gobierno Pedro Sánchez,

sábado, 7 de agosto de 2021

PowertPoin



viernes, 6 de agosto de 2021

El escéptico

 

REVISTA DE ACTUALIDAD, CULTURA Y

PENSAMIENTo


El deseo es, entonces, algo que constituye al hombre desde su nacimiento, pero que debe ser superado. La espera de algo trascendente que pueda satisfacer nuestra sed absoluta es para el cínico aquello que impide mirar las cosas tal y como son

Las leyes de los tres estadios de Comte, igual que aquellas de Stirner, si bien llegan a conclusiones diferentes –en el caso del francés la edad adulta coincide con el positivismo, el cientificismo; en el del alemán corresponde al egoísmo– tienen en común la eliminación de la trascendencia. El positivista, hombre de ciencia, y el capitalista egoísta son los adultos que conocen que el mundo no está lleno de dioses, que los grandes ideales de la humanidad son cosa de adolescentes y que, por tanto, el mundo es solamente un medio a nuestra disposición para recabar lo realmente importante: el poder.

Para estos adultos vacunados, el mundo verdadero del niño, ese mundo lleno de respuestas a los propios deseos es del todo inútil. Decía Nietzsche a este respecto: «El “mundo verdadero” -una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, -una idea que se volvió inútil, superflua, una Idea, por tanto, refutada: ¡eliminémosla!».


Esa debilidad de espíritu, que en cada instante proyecta al niño hacia la espera de un bien futuro, es la misma que Epicuro desaconsejaba a sus discípulos. El deseo es aquello que pone en movimiento e, inevitablemente, genera angustia:


«Pero como siempre anhelas lo que está lejos de ti y desprecias lo que tienes a mano, La vida se te ha escapado incompleta y sin gracia, y, sin que te lo hubieras imaginado, la muerte se ha parado junto a tu cabecera antes de que pudieras marcharte satisfecho y hartado de bienes.» (Lucrecio, De rerum natura, III) debe eliminar aquel corazón y aquellos nervios que se encuentran en el niño por una suerte de error o engaño de la naturaleza. De Sade, en su Filosofía en el tocador, –su camino hacia la verdadera felicidad– decía así a su joven estudiante Eugenia: «No escuches más a tu corazón, niña mía, porque es la guía más falsa que hemos recibido de la naturaleza (…)  No sé qué es el corazón… Yo solo llamo así a las debilidades del espíritu.»

Esa debilidad de espíritu, que en cada instante proyecta al niño hacia la espera de un bien futuro, es la misma que Epicuro desaconsejaba a sus discípulos. El deseo es aquello que pone en movimiento e, inevitablemente, genera angustia: «Pero como siempre anhelas lo que está lejos de ti y desprecias lo que tienes a mano, La vida se te ha escapado incompleta y sin gracia, y, sin que te lo hubieras imaginado, la muerte se ha parado junto a tu cabecera antes de que pudieras marcharte satisfecho y hartado de bienes.» (Lucrecio, De rerum natura, III)

¿Pero de dónde surge este escepticismo? ¿Qué lleva al niño a abandonar la esperanza? La


respuesta es, evidentemente, la desilusión en la escucha, la esperanza desatendida, el amor no correspondido. Con qué frecuencia nos hemos hecho una representación benévola del futuro que luego nos ha sido negada amargamente. La esperanza del niño, su voluntad, se proyecta hacia el futuro siempre con una forma concreta, una representación más o menos clara: una bicicleta, un beso, una moto, etc. Cuando el futuro no atiende a nuestra espera, el hombre se siente traicionado y no entiende el porqué.

Si la existencia de la pregunta presupone la existencia de la respuesta, entonces, ¿por qué yo deseo aquello que no se me puede dar?




domingo, 1 de agosto de 2021

DESPUES DE TODO:

                                                                                                                                                                                                                                                                     

El día a día es como un resumen instantáneo de sueños y frustraciones, donde todos los elementos que nos rodean intervienen de forma directa, en nuestro estado de ánimo.


Se podría deducir, que las personas o cosas que me rodean están siendo analizadas por el sujeto yo, de manera, que, en mi afán por defender mi posición en cada momento, me convierto en una especie de ignorante charlatán, donde mi único interés radica, en proveerme de argumentos que me sirvan, ¡No solo, para defenderme!, sino si es posible, atacar a quien se me ponga a tiro, si la pieza es cazable.