Desde mi perplejidad:
No entiendo cómo es posible, ser madre, comprobar lo que significa y a la vez, cerrarle la puerta a la tuya.
En mi opinión, quienes cierran puertas y ganan este tipo de batallas, cuando menos deberían ser prudentes, pues la conciencia a veces gasta malas pasadas.
Como poder explicar desde mi escaso manejo de las palabras, unos comportamientos que tratan sobre rupturas entre madres e hijos, cuando son partes separadas por una tijera al nacer.
He sido testigo del nacimiento de varias hermanas, he sido testigo de cómo su madre desde el primer día se ha volcado en ofrecerles su dedicación permanente
Primero sintiéndolas crecer en su interior,
Después entregado minuto a minuto para protegerlas y alimentarlas.
Primero sintiéndolas crecer en su interior,
Después entregado minuto a minuto para protegerlas y alimentarlas.
En consecuencia, han crecido bajo la tutela y el amor que una madre es capaz de desarrollar para con los suyos, disfrutando con sus bautizos, colegios, primeras comuniones et.
También los Abuelos han disfrutado en todo momento estando atentos a ayudar y compartir con alegría la llegada de cada nieta.
También los Abuelos han disfrutado en todo momento estando atentos a ayudar y compartir con alegría la llegada de cada nieta.
El tiempo continuo y las hermanas comienzan a hacer su propia vida, primero con amigos, después los novios, las parejas de hecho, los matrimonios et.
Un buen día...mejor un mal día, en un evento importante de una de ellas, la relación de familia salta por los aires.
Los padres se divorcian y las hijas deciden que la culpable es la madre, no solo del divorcio, sino de todos sus supuestos males, vividos desde no sé cuándo.
Un buen día...mejor un mal día, en un evento importante de una de ellas, la relación de familia salta por los aires.
Los padres se divorcian y las hijas deciden que la culpable es la madre, no solo del divorcio, sino de todos sus supuestos males, vividos desde no sé cuándo.
Consecuencia - una espantada familiar que dispersa a todos los miembros, quedando roto
cualquier vínculo, así como un comportamiento
de rechazo total de las hijas hacia la
madre l hasta el punto de impedirle qué
vea a sus nietos, en este punto es donde mi
condición de supuesto humano me hace sentir
No pretendo, desde mi humilde reflexión, juzgar sobre quienes se han equivocado más.
Lo que sí deseo es dejar constancia de que, si hay un ser en el mundo, a quien se le pueda perdonar todo, ese es una madre.
Hemos de asumir, que sean cuales sean los errores o comportamientos de una madre, por encima está el hecho de ser quien dedica parte de su vida a los suyos, hasta que la condición de adulto nos impulse a emprender nuestro camino y disfrutar de la aventura de la vida.
Esta especie de reflexion mía, de hace más de una década, ha resultado un auténtico equivoco.