Daniela sobre la cama en el nuevo piso de Isso.
Yo en el
despacho oyendo música, y tratando de asimilar y entender, la remesa de aparatos
complicados de manejar para mí, tales como ordenador, impresora, grabadora,
cámara de fotos digital etc.
En cualquier caso cumplen con lo que espero,
tener el tiempo ocupado para los días libres de que dispongo, la agricultura también me suele entretener, por lo que
por ahora no temo al aburrimiento. por cierto esta finalizando abril y las lluvias están siendo abundantes.
Este fin de semana Emilio y Rosa también están
en Isso, la nieta Daniela ha cumplido 3 meses y esta pletórica en todos los
aspectos, mañana quizá nos veamos en Elche, para echarle a Carlos una mano con la
poda de los Olivos.
Cambiando de
tema, este fin de semana han saltado las alarmas sobre los complementos transitorios,
parece que este mes han llegado algo bajos o sea por debajo de 1.000 euros y según
Montesinos y en opinión de
Cerón parece que de nuevo están incordiando con este
tema, y para mí no es buen momento para reivindicaciones, por muy justas que
sean, los tres chicos están trabajando y con la ilusión de pasar a integrar la
plantilla de Tragsa.
anterior, no puedo
evitar sentirme como si la música de la vida estuviese lejana y las velas del
banquete jadeantes.
Los
codos apoyados en la mesa y la mirada puesta en ningún sitio, las riendas de la
vida no
sé por qué extraño efecto, se sueltan de mis manos arrastrándome sin que nadie en concreto tire de ellas.
Lagrimas perezosas se descuelgan y resbalan por la piel áspera, reseca, y agrietada. Que como lluvia en el desierto se hunden sin dejar rastro, solo algún recuerdo se asoma evocando que un tiempo forme parte de algo, sin saber de qué.
Si alguna vez te sientes nadie recibe mi enhorabuena, porque tal vez no sea la mejor opción, pero seguro es la más realista, y puede que te sirva para manejarte con menos miedos en tu viaje existencial.
Somos como juguetes con pilas no recarga-bles.
Y llega la hora del fin del camino y con más o menos parsimonia vas descubriendo, que lo que te sirvió para soñar ahora no te estimula.