LA PROVISIONALIDAD DE LA VICTORIA

Por: Josep Giralt | 07 de abril de 2015

Albert Camus, 1947/ Henri Cartier Bresson (Magnum photos/Contacto) 

 Camus defendía el derecho de cada persona a “elevarse sobre el colectivo para construir su propia libertad”, y definía las cuatro columnas del buen periodismo: lucidez, desobediencia, ironía y obstinación.  Si analizamos la personalidad de la mayoría de aquellos que han ostentado el poder (político, social o económico) y que han regido el destino de millones de seres humanos en el mundo, podríamos llegar a la triste conclusión, de que la mayor parte, carece o carecía de la bondad necesaria para gobernar. Y es que en definitiva, estos “conductores del orden” han resultado ser más peligrosos que el desequilibrado copiloto de Germanwings, Andreas Lubitz.

.Hay muchas formas de acabar con las personas y muchas maneras de hacerlas sufrir, lenta y silenciosamente. Personas que se convierten en seres anónimos que apenas aparecen en los titulares o de quienes ni siquiera se habla. Se les convierte en simples números y en parte de lo que entendemos como consecuencias del orden mundial. ¿Hasta qué punto la ciudadanía es responsable de mantener a estos lunáticos en el poder? ¿Por qué no desertamos de una sociedad donde la gente sencilla se ve obligada a vivir en medio de la abyección moral, sometida a la arbitrariedad de fuerzas colectivas y anónimas? ¿Qué absurdo destino nos espera, si seguimos siendo parte del rebaño? ¿Por qué siempre miramos el mundo bajo nuestras propias creencias? ¿Es que lo nuestro, por ser nuestro es siempre mejor? Las victorias siempre serán provisionales, pero esa no es una razón para dejar de luchar.  Eduquémonos en cuestiones tan básicas y necesarias como la inteligencia emocional, la sensibilidad y la autonomía. Dejémonos de estereotipos simplistas, vacíos, huecos por su falta de complejidad. Luchemos para que caigan las máscaras y construyamos así nuestro propio futuro.

2ª..Parte...de Carreño

PIOJO VERDE Y D.D.T.

EL abuelo me llevaba
Tan contento y tan feliz
A una feria popular...
! Eran las fiestas de Hellin!.

En autobús regordete
De un color verde chillón,
Llamado graciosamente
Por su color llamativo,
El famoso "piojo verde".

La empresa fue de "Perea",
Y las almas se movían
En asientos de madera
De "la Placeta a Santa Ana";
Pasando "la Asomadilla",
El puente "el Prao" y su rambla;
Subiendo la cuesta grande
A la izquierda se encontraba,
"La Casilla" bien cuidada
Por el peón caminero;
Y en sus paredes escritos
Los kilómetros que faltaban
Para llegar al destino...
Y en el trayecto a seguir
Donde exigía el viajero
El "piojo verde"... paraba.

Pasando el tiempo....paso,
Que el "piojo verde " ya viejo
Dejo de subir las cuestas,

Pasar por el puente "el prao",
Y de llevar a la gente
De""Santa Ana a la Placeta".

Enseguida y de repente,
Otro cacharro mejor
Siguió moviendo a la gente.
Y del hablar popular
Se le llamo D.D.T.
Pesticida repelente,
Por que según comentaban
Defenestro al "piojo verde".

Así que aquí me despido
Recordando con amor

Aquél tiempo tan antaño...