Sobrevivir
en una sociedad política, cuya intención es proporcionar de modo deliberado
una formación
científicamente deficiente e intelectualmente pervertida. Ante
esta situación, tú mismo por tus propios medios estás obligado a encontrar una y
otra vez posibles y sucesivas soluciones, yo solo puedo advertirte de lo que sé,
pero ha de quedar muy claro que ni mis conocimientos ni mi experiencia son en
sí mismos una solución a los problemas específicos, que el curso de la vida te
tiene reservados.
Lo que aquí te transmito es una interpretación de la realidad
que yo he vivido y observado y que puede servirte de referencia, sin sustituir
en absoluto tu propia vivencia, y sin pretender imponerse de ninguna manera a
tu propia objetividad, en la interpretación de los hechos.
El responsable eres
tú siempre, yo solo puedo darte algunos consejos prácticos, lo primero que hay
que hacer es ser consciente de lo que se ignora, saber cuáles son los límites
de nuestros conocimientos es en sí mismo, un conocimiento importantísimo.
Se
impone ser siempre discreto prudente y sabedor de las propias limitaciones,
para subsanarlas, donde no hay discreción no hay inteligencia y donde no hay
inteligencia no hay tampoco sensibilidad, sin criterios no es posible
comprender lo que se siente, solo quien se resiste voluntariamente al
conocimiento, debe ser considerado un ignorante y un necio.
Esta será tu
primera prueba de inteligencia, tendrás que construir criterios que te permitan
identificar las deficiencias, el fraude, los errores, incluso las perversiones y
extravíos de la educación que recibes, en una palabra, estás obligado a
desconfiar de la educación que te dan tus profesores a ellos les parecerá
escandaloso, que yo te invite a desconfiar de sus palabras, pregúntales por qué
se escandalizan, a ver qué te responden, porque a mí, lo que me parece realmente
escandaloso es, que nuestros propios profesores quienes están obligados a
desengañarnos ante los problemas de la vida, sean precisamente quienes más nos
engañen, todo aquel que nos priva de conocimientos útiles nos engaña, un
profesor debe ante todo proporcionar conocimientos útiles, la libertad empieza
donde las normas las pones tú si puedes, sin embargo, estarás obligado por
muchos caminos y procedimientos a la obediencia, pero no a cualquier tipo de
obediencia, sino al peor género de sumisión, la obediencia inconsciente y
también a su forma social y laboral más deplorable, el servilismo de modos
perversamente sutiles, te exigirán obsecuencia y sumisión, te educarán para ser
dependiente y servil, pero sin que lo notes te educarán incluso para ser
intelectualmente deficiente, pero sin que lo sepas y te exigirán que seas feliz
a la fuerza, y si no tienes razones para ser feliz, te exigirán que finjas
felicidad, aún sin disponer de ninguna razón para ello, y si aun así no lo
consigues, te impondrán un tratamiento psicológico, porque la infelicidad es ya
un sentimiento intolerable y sospechoso, ningún totalitarismo permite la
infelicidad de sus ciudadanos.
Pero sobre todo te educarán para ser mediocre y
cobarde, cobardía y mediocridad son siempre caminos de éxito en toda sociedad
humana, y particularmente lo son en aquellos tiempos y lugares, en los que el
esfuerzo personal constituye una singularidad crítica, capaz de cuestionar y
delatar la corrupción política y científica, de una sociedad humana, ni la universidad
ni la justicia, dos referentes que presumen y se jacta viciosamente de
preservar, sin ser ello cierto en absoluto, la inocencia y sabiduría de sus
miembros y subordinados, os lo permitirán en la sociedad en que vives y has
crecido, la virtud sólo existe allí donde hay un vicio que ocultar.