PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

sábado, 2 de febrero de 2019

CAPITULO COMPLICADO EN LA ADOLESCENCIA /





   Como es natural, el comportamiento de los adolescentes pasa por un deseo, hacer todo aquello que les aúpe y le reconozcan que ya es un hombrecillo.
Recuerdo uno de los capítulos que más me sumía en la desesperación,( Entrar al baile de Juanete),era sobre la edad de 17 años.
 Todo transcurría con más o menos normalidad, hasta que llegaba el punto de encuentro de los jóvenes, el baile del domingo por la noche en el barrio Bolos.




   Mi tropiezo se producía, cuando decidíamos entrar al baile, Juanete que se encontraba de portero  me negaba la entrada, por ser menor de edad o como solía decir, por niño.
 Lo peor de aquella negativa, que la edad de 18 años era la permitida para entrar y ninguno de la cuadrilla o casi ninguno la cumplía,  pero como los demás del grupo eran más altos (véase la foto), les dejaba pasar y a mí me dejaba en la calle.


 Aún hoy, me resulta muy complicado, describir mi grado de rabia, y de orgullo herido que sentía, cuando me quedaba solo en la calle, y los demás dentro estrenando la cualidad de hombrecitos y buscando chicas para bailar. 


Con lágrimas de rabia, desaparecía en la primera esquina que encontraba, y oculto en la oscuridad dejaba pasar lo que duraba la fiesta y eran horas de frustración y rabia,  nunca he podido olvidar aquellos malos momentos oyendo música y escondido junto a un viejo almecinero



Por cierto, que para ocultar la situación, a quien me preguntaba en donde había estado, le contaba cualquier mentira, para ocultar el verdadero motivo motivo que no era otro que el de ser bajito.

Mi atormentada situación no mejoraba mucho al volver a casa.

 Mi madre me esperaba con el farol y la azada, ¡¡tocaba riego!!.


 Me cambiaba de ropa y salía en busca de mi padre, para ocuparme de la conducción del hilo de agua, hasta cualquiera de los parajes de Isso, de las las que mi padre fuese propietario o tuviese en arriendo.

                                          

sábado, 26 de enero de 2019

PINCELADAS DE JUVENTUD


Borrador de carta que supongo envié a Adolfo y que ayuda a entender 


 vivimos el éxodo de amigos y compañeros en

 la década de los 60,.Fue un duro golpe  en

 nuestra vidas...Tanto para los que se

 marchaban, como en los que nos quedamos



A continuación muestro una carta que supongo, sería borrador de la que envié a Adolfo que se había marchado a Alicante con su familia, y que que es representativaode mi vida en aquellos tiempos, a un mes de cumplir 18 años.
En este caso, queda demostrado que Adolfo era de mis mejores amigos.

La carta la insertaré, desde la cámara del teléfono


TRANSCRIPCIÓN:




Como puede verse a pesar del deterioro, la fecha es del 7 de noviembre de 1968

Por cierto...en el tono como describo los bailes de Juanete, se sobreentiende el poco éxito que tenia a la hora de ligar..




ADOLFO 50 AÑOS DESPUÉS,EN PRIMER LUGAR




Trascripción de la carta:  






jueves, 24 de enero de 2019

EL PARQUE DE MI BARRIO /

EDUCACIÓN:



Pocos recorridos hago por mi pueblo, sin encontrar lugares como este que me ponen al día de cuál es su realidad.
En estas fotos se demuestra la desidia que impera en algunos barrios de Isso, en este caso se trata del barrio Caravaca, (antes Cerrico de la cruz).
Se trata de un pequeño parque abandonado y destrozado. 


         








 He de confesar, que situaciones como esta, me dejan sin argumentos, sobre cómo hemos de mejorar los comportamientos, hasta llegar a cuidar por igual lo público, que lo privado. 

Sin culpar a nadie, me atrevo a hacer la siguiente reflexión.


  La generación de la dictadura, entre los que me encuentro, fuimos educados en el miedo y en el respeto a todo cuanto nos rodeaba, cuando llegaron las libertades, las recibimos con los brazos abiertos, porque se suponía que el miedo desaparecía en beneficio del respeto.


    Treinta años después me pregunto,


         ¿En qué hemos fallado con la educación?


¿Porque una parte de la sociedad, estamos convencidos, que romper algo público no tiene 
consecuencias? 


















La conjura de los gilipollas

Por Rafael Balanza - Escribir, tal vez publicar - 03/12/2018
En realidad, no sé si se trata de una conjura o más bien de una epidemia. Y en todo caso habría que plantear antes otra cuestión: si realmente está ocurriendo, ¿cómo podríamos detectarlo? ¿Cómo podríamos saber que nos estamos volviendo estúpidos, necios…, es decir, talking in silver, gilipollas? No, no va de broma. La cosa es epistemológicamente muy seria. Voy a preguntarlo otra vez, pero con más formalidad. Quedaría así, más o menos: ¿cómo podemos comparar el nivel general de inteligencia de una época con el de la precedente? Claro que para plantearnos esto deberíamos dilucidar antes si es realmente posible medir la inteligencia. [...