¿Qué parte de la historia entiendo y cual no?
A esta respuesta, como es lógico, soy
incapaz de responder:
Cuando ojeo algún capítulo de nuestra pasado como nación o como europeos, lo hago sobre este nuestro galimatías llamado
España.
En mi deseo esta, encontrar racionalidad
y algo de sentido común.
Desafortunadamente, poco de lo que
encuentro, me anima en esa dirección, y si, sentir cierto desánimo y desagrado.
Como es natural, mi opinión es la de
alguien incapaz de encajar en un mismo plano, deslealtades y atrocidades, como las de Fernando VII y heroicidades
como la de Numancia ante los romanos, o los sitios de Zaragoza y Gerona, en la guerra de la independencia (Si bien muy distanciadas en el
tiempo).
En mi humilde opinión, pueden
extraerse concepciones encontradas, de este trozo de tierra en el que he tenido la suerte... ¿o no?, de nacer.
Antes que nada, aclarar mi escaso
conocimiento.
Por tanto he de confiar en la información de libros, medios de comunicación y como no en la red.
Según percibo hoy en día, no pocos ciudadanos se envuelven en símbolos, sea bandera, personajes históricos con verdades manipuladas, creencia et...
Al parecer para encontrar su identidad y con ello su herramienta de presión reivindicativa.
Lo primero me parece loable, lo segundo sería repetir los mismos desencuentros que en el pasado y que tanto exterminio y miseria conllevo.
Esto que en la actualidad, por motivos electorales está en plena efervescencia, me hace pensar, que pese a que tengamos un país
físicamente privilegiado, especialmente por su clima y sus contrastes. Creo que nos queda mucho que andar, en solidaridad y hermandad, para remar en la misma dirección.
Percibo el tufo de desentendimiento que nos ha caracterizado en estos últimos siglos, donde por ideas, creencias, nacionalismos o separatismos, hemos arrasado nuestro trozo de España y de Europa en varias ocasiones, dejándonos especialmente a la juventud, en las trincheras del fanatismo.
Y como no, a pensadores, poetas, intelectuales Et.
Cualquiera de ellos, Por solo discrepar u oponerse a cierta barbarie. En el mejor de los casos ha escapado con vida, en otros ni eso.
Ahora existe otra versión, supuestamente más civilizada, pero nos encontramos ante una masiva huida de jóvenes a otros países por falta de trabajo o trabajo mal pagado.
He de añadir, que son jóvenes formados con nuestros recursos que se marchan a crear riqueza a otros países,
Por último, hacer mención al vocerío independentista, en algunas partes de nuestra piel de toro, al recurrente grito de... " No queremos ser España, porque nos roba"
Estas catervas, azuzadas por líderes indeseables, se dejan guiar, hasta el punto de llegar a creer que ellos, no solo son diferentes, sino mejores.
Por cierto en no pocos casos, se trata de familias, cuyos miembros quedaron divididos en los años 50 y 60, cuando el campo se modernizó, expulsando mano de obra, que tuvo que incorporarse a la industria.