Leprosos: La difamación como relato emocional
La palabra se hace verso para adornar el perjuicio y la sospecha.
Cuando los medios de comunicación deciden echarse en brazos del relato emocional, dejando de lado la enorme responsabilidad que conlleva informar desde el rigor y la imparcialidad.
Lo hacen siempre con el objetivo de servir a algún tipo de ideología o para fabricar estados de emoción que forjen adoctrinamiento a través de una agitación intencionada.
Cuando esto ocurre, se dispara directamente a la línea de flotación de los más básicos valores democráticos de toda sociedad, donde el estado de derecho, cuyo sistema garantista es la expresión máxima de los derechos y libertades que lo conforman, se ve amenazado de tal manera, que las consecuencias son tan inquietantes como impredecibles.
La libertad de comunicación, por la que tanto lucharon generaciones, es un valor imprescindible de toda democracia solvente que sólo se ve dignificada cuando se ejerce tanto desde la responsabilidad individual como la colectiva, lejos de ser manipulada con fines sectarios o partidistas.