PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

martes, 10 de enero de 2023

AMBICIOSO PERO POSIBLE, RESTANTE / (Desaparecido o no, 1)


Casa del Jaro y los Trigueros













En esta última entrega, sobre la actualización de nuestro pueblo y de quienes lo habitaron haré un barrido de sur a norte, tratando de aflorar barrios desaparecidos así como  casas o  grupos de casas en  deterioro.

Intentare encontrar lo que queda del  pasado para unirlo al presente y así,  tener una idea lo más ajustada posible, sobre el devenir de nuestra tierra, al menos en imágenes, y con ello, fijar para siempre un tiempo de nuestro pueblo.



 Una vez más, reitero que la implicación de nuestras gentes en cuanto a colaboración  será primordial, para el resultado final.





CASA LOS TRIGUEROS:



Según la escasa información que he podido recuperar.
 En los año 50 vivió un tío de Juan del Nene.
  Después fue habitada por los padres de Agustín, durante un tiempo y estos acabaron en el barrio Caravaca o Cerrico de la Cruz, siendo vecinos de Juan el Porras . 










 CASA DEL JARO:














El río Mundo se cruza con la carretera de Elche 





CASAS DE PELUSA:













 PEÑA BERMEJA:

En esta casa vivió Lisardo, que buena parte de su vida ha sido, agente forestal,






















RESTAURANTE  PARAISSO:
Fue en su día un restaurante de cierta solvencia.
 Lugar de encuentro de isseros y hellineros, tanto en desayunos como en menús de comidas.
 Hace unos años  cerro, en este momento esta bastante abandonado. 









CASA DE PACO OREJA:

Familia numerosa y muy trabajadora, la mayoría de los hijos en los años 60 emigraron.
Los padres acabaron viviendo durante un tiempo en el barrio Caravaca, muy cerca de donde yo viví.






 PUENTE PERDIGÓN:

La única referencia que tengo, que durante un tiempo un cuñado mío, Antonio, apodado Bartolo, lo utilizo de merendero de carnes a la brasa



 

BUENOS DESEOS:

La ultima y única referencia sobre sus habitantes es, la que describo en  en la fachada. Rafaelon, por cierto fallecido hace unos pocos meses.















  "CASAS DE CUQUETE". Como se puede comprobar, totalmente desaparecidas, se encontraban unos cientos de metros antes de las casas de río.











































                                       CASA BALTASAR:






LOS CASONES:
Sin información








CASON DE ABAJO:

                            CASON DE ARRIBA:



          CASA ..JUNTO A LAS CASICAS:










































































lunes, 9 de enero de 2023

Un día cualquiera en tiempos de pandemia: (primavera 2021)

 

El dormir de un tirón ya es cosa del pasado.

Insomnios, sueños inquietantes, perturbadores, vueltas en la cama y viajes al aseo que convierten las noches en interminables.

   Al fin, sobre las 8 horas me levanto, mi señora duerme, ¡Supongo!, primeros pasos torpes y llego al aseo, lavado de cara, un día más sin afeitar, me pongo la bata, y subo las persianas con cuidado, para no hacer ruido.

 Un poco de aceite de oliva virgen mañanero, y un buen trago de agua, pongo un vaso de leche en el microondas durante minuto y medio, un pequeño paño sobre la mesa y voy depositando cereales, alguna galleta para mezclar, y tostada de paquete, untada con algún tipo de mermelada, la leche está caliente, le pongo dos pequeñas cucharadas de azúcar, y media cucharada grande de nescafe, una servilleta de papel y el desayuno está listo.


 Con bastante calma y silencio termino con las viandas y paso al aseo.

 Me cepillo los dientes y un enjuague de colutorio ya son las 9.

 Tomo el móvil y repaso las noticias, sin pasar de los titulares, un día más los datos de la pandemia y el gobierno aguantando el chaparrón, que le llega de la derecha política.


.Me visto, tomo la mochila, la mascarilla, y salgo por la calle de los danzantes, saludo algunos vecinos sobre la marcha, Juan de la Vicenta, Joaquín de la torre, que va con el perro, también cruzo unas palabras con Miguel, siempre amable, su salud está bastante tocada, y son malos tiempos para quienes precisemos de asistencia hospitalaria, el arrastra una enfermedad cancerígena bastantes años, y es de una edad bastante avanzada.


 En las escuelas me veo con Muñoz un amigo de toda la vida, profesor jubilado y que ahora se dedica la mayor parte del tiempo a recoger mascotas abandonadas, también se incorpora Joaquinillo y guardando la distancias, hacemos algunos comentarios sobre lo que está significando la pandemia para nuestras vidas.



En el caso de Joaquín, hay que añadir, que también es profesor jubilado, y ha recibido un tremendo varapalo añadido, una separación que lo ha tenido muy afectado, parece que está levantando cabeza, es un gran deportista en la modalidad de maratón.

Continuo camino de la cerca, me cruzo con el sastre, y hacemos algunos comentarios sobre el tiempo que estuvo haciendo las viviendas de mi hermano Juan y mía frente al restaurante los Boticas, eran los años 70.

Llego a mi destino a unos 800 metros de mi casa, y he tardado casi una hora.



En una pequeña caseta de bloques bastante rudimentaria, tengo la herramienta y la ropa de trabajo, estamos en primavera y hace un par de días, ¡por fin!, se ha calado el terreno, y los olivos lo han agradecido.

Regando en Bolos

En estos días estoy limpiando los más viejos o centenarias, no solo el vicio de los tallos, sino los troncos, en cuya corteza seca se albergan todo tipo de insectos, que protegidos y con humedad, hacen su agosto.

La herramienta que utilizo es una piqueta de albañil, por su parte plana.

Este año he optado por el herbicida, para tratar de impedir que la hierba se me valla de las manos, como me ocurrió el pasado año, por las lluvias, y también por el confinamiento.



viernes, 6 de enero de 2023

ENCONTRADO EN LA RED..( Autor desconocido)

 


                                                               INJUSTICIA:

Hay que cerrar la puerta,

el frío se quedará en la calle,

junto a la lluvia que cae lánguida.

Aquí junto al estertor del silencio 

un risco lejano de una montaña

pausa la libertad del sosiego,

apura la luz que solapa las sienes,

no exentas de sudor confundido.

¿Quién sabe porqué canta arriba,

en la agreste cima, el gélido aire,

cobijado del latir del otoño rezagado?,

Por más que la reptante onomatopeya 

silbe su confidencia a las cumbres,

no habrá vahído de la realidad 

diluyendo la mesura del fingimiento,

tan solo un espasmo parco de la queja.


El perdón es solo una sílaba suave,

no tiene prestancia, ni vida,

sin un perceptor dispuesto a recibirlo.

Me pierde tanta agonía sin nombre

en el oscuro pavimento de los tópicos,

y el temblor de los labios del agua,

en la indiferencia del pretexto,

cuando el argumento pierde altura.

¿Será cierto que todos nacemos iguales?,


Es el poder el que hace mal el reparto,

me dicen, aquí, la dama quimera,

insignia del utópico sueño del hombre.

Rapaz crudeza arañando las sombras, 

en las espesas paredes de los rumores,

como un bipolar inestable cielorraso,

confundiendo las riberas de las masas.

 

 

Emprendimos nuestra marcha por el dilatado campo de las épocas, y venimos desde las antiguas a las modernas edades.

Salimos del Paraíso y nos encontramos a los dos minutos en la mansión que nos ofrece el siglo xix.

 Nuestro viaje ha sido tan ligero como la electricidad.

La rapidez con que hemos pasado al través de los tiempos nos ha permitido ver, nada más que las cosas muy notables.

Ahora tendremos que caminar más despacio por el inmensurable valle del porvenir.

¿¥ quién de vosotros no ha sentido en su corazón un deseo de mejorar, de fortuna, de brillar en la sociedad, de alcanzar los aplausos que tributan los pueblos al sabio, al filósofo y al artista, que trabajan y sacrifican su existencia por conseguir el bienestar de aquellos, y por alcanzar para su patria una corona de gloria?

 ¿Quién de vosotros no tiene esas legítimas y justas aspiraciones?

 ¿Hay alguno que mire con desprecio los entusiastas y satisfactorios triunfos del genio y de la virtud?

No: hasta el perverso los envidia; hasta el malvado desearía lograr su redención para obtenerlos, si encontrara una mano piadosa y bienhechora que pudiera conducirle por el sendero del bien.

Pero vosotros no estáis en ese caso.

Vosotros dais vuelta por la falda de la montaña, en cuya cima se eleva el templo de la felicidad y de la gloria, y aun cuando ardéis en deseos, no os atrevéis a subir a la cumbre.

¿Y por qué?

Porque unos os creéis débiles.

 Porque otros os consideráis faltos de recursos y juzgáis pobre de espíritu vuestro corazón.

Y porque otros, en fin, más impacientes que perversos primero, y más malvados que impacientes después, confundís los caminos y elegís el que conduce a la elevada cima del mal.

Por eso os engañáis.

Es que vuestras preocupaciones ahogan el germen de esa pasión noble, y no dejan que se desarrolle en robustos y frondosos tallos.

Para trepar por la montaña del bien hasta tocar a la cúspide, bastan la fe, la constancia y el talento.

Venid un instante.

¿Veis ese bosque de pequeños arbolillos?

Pues bien; observad cómo la mayor parte de ellos se esfuerzan por elevar sus ramas en medio de los demás, para lucir su follaje al sol de mediodía y recibir los besos halagüeños de la juguetona brisa.

Los que solo brotan y extienden sus brazos al abrigo de los troncos de sus hermanos, vegetan oscurecidos.

No gozan de los rayos de la luz.

 Sus hojas apenas se coloran.

Sus- ramas languidecen y mueren al fin, sin haber gozado de la vida.

 Imitad a los primeros, y que os sirva de estímulo la miserable existencia que arrastran los segundos.