PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

domingo, 16 de abril de 2023

AGOSTO DE 2007 / Dia 12


Las vacaciones en Isso transcurren con  rapidez, para mi deseo.
 Hoy mi señora detecta el movimiento sísmico que  ha tenido su epicentro en la provincia de Murcia, con una intensidad de 5,1 en la escala Ritter ¡Por cierto!,  durante unas horas ,no se ha atrevido a contar su experiencia.

 Estaba en la cama y ha notado el movimiento y no teniendo claro que fuese un sueño, a explorado bajo la cama y ha  comprovado que todo estaba en orden, por lo que ha quedado intranquila, pero no ha dicho nada. 
Ha media mañana ha saltado la noticia  entre el vecindario, de que en television habian informado  de un movimiento sismico.
Su preocupacion ha quedado disipada, y hemos reido un poco.

En estos días, salvo los ratos que paso en la cerca, el  resto lo dedico a tratar de poner en marcha mi primer PC. equipado con el  oftware "Vista" y  un amigo de Cristina lo ha reemplazado por "XP Profesional", para poder conectarme a la red.
 

Supongo, que esto del ordenador puede ser una salida para personas que como yo, han desconectado de casi todo, debido al trabajo y los desplazamientos continuos, y lo peor lo referido a amistades.

  

  En estos momentos, lo que mas hecho de menos  son las salidas que hacia con los chicos, especialmente los fines de semana,  explorando toda clase de lugares mas o menos próximos a Isso, servían no solo para disfrutarlos, sino además para traernos imágenes que después van siendo como trofeos

                   En estos momentos son las 20 horas y estoy haciendo los apuntes sentado entre la puerta del fregadero y  la cocina exterior,  mi señora sentada en la escalera, la tarde con un cielo azulado y total ausencia de nubes, sopla viento suave del oeste. 
A la izquierda un pequeño naranjo, enfrente un nogal, a la derecha un limonero y bajo el tejado del porchado exterior, una motocicleta fuera de uso, una  bicicleta y algunos sillones del viejo comedor.

  Carlos acaba de llamar desde los arenales Alicante, esta según dice, con unos amigos de Madrid, al parecer  una tarde poco propicia para el baño, viento de poniente y tarde tormentosa.

Emilio en Alicante y Raúl que al parecer mañana cerraran el traspaso del bar de cañas, que el y su compañera tienen en el barrio antiguo de Alicante.

La familia en Isso se encuentra estable,  pero sin apenas contacto, la abuela Rosario se restablece de la caída que sufrió cuando llevaron a la wiki al veterinario  para hacerle el mantenimiento de las uñas.

  Es domingo y mi preocupación es el final de este sosiego vacacional.




Hay momentos que pienso,  que quizá he llegado demasiado lejos con la des-conexión de las amistades de Isso, especialmente  compañeros de empresa, tanto jubilados como no.

  Mi obsesión por tener el tiempo a mi disposición,  y quizá, los pocos puntos de encuentro, excluyendo los bares, a los cuales no me animo a ir,  son los principales motivos..

(DOS SIGLOS DESPUES), ¡QUE POCO HEMOS CAMBIADO! , Benito Perez Galdos

Episodios nacionales,   (Gerona)

INTRODUCCIÓN:

En el invierno de 1809 a 1810 las cosas de España no podían andar peor. Lo de menos era que nos derrotaran en Ocaña a los cuatro meses de la casi indecisa victoria de Talavera: aún había algo más desastroso y lamentable, y era la tormenta de malas pasiones que bramaba en torno a la Junta central. Sucedía en Sevilla una cosa que no sorprenderá a mis lectores, si, como creo, son españoles, y es que allí todos querían mandar. Esto es achaque antiguo, y no sé qué tiene para la gente de este siglo el tal mando, que trastorna las cabezas más sólidas, da prestigio a los tontos, arrogancia a los débiles, al modesto audacia y al honrado desvergüenza. Pero sea lo que quiera, ello es que entonces andaban a la greña, sin atender al formidable enemigo que por todas partes nos cercaba. Y aquel era enemigo, lo demás es flor de cantueso. Me río yo de insurrecciones absolutistas y republicanas, en tiempos en que el poder central cuenta con grandes elementos para sofocarlas. Aquello no se parecía a ninguna de estas niñerías de ahora, pues con las tropas que Napoleón envió a España a fines del año 9 constaba de trescientos mil hombres el ejército invasor. Los nuestros, dispersos y desanimados, no tenían un general experto que los mandase;
faltaban recursos de todas clases, especialmente de dinero, y en esta situación el poder central era un hervidero de intriguillas. Las ambiciones injustificadas, las miserias, la vanidad ridícula, la pequeñez inflándose para parecer grande como la rana que quiso imitar al buey, la intolerancia, el fanatismo, la doblez, el orgullo rodeaban a aquella pobre Junta, que ya en sus postrimerías no sabía a qué santo encomendarse. Bullían en torno a ella políticos de pacotilla de la primera hornada que en España tuvimos, generales pigmeos que no supieron ganar batalla alguna; y aunque había también varones de mérito así en la milicia como en lo civil, estos o no tenían arrojo para sobreponerse a los tontos, o carecían de aquellas prendas de carácter sin las cuales, en lo de gobernar, de poco valen la virtud y el talento. Tuvo la Junta allá por Marzo el
malísimo acuerdo de establecer el Consejo de Castilla, fundiendo en él todos los demás Consejos suprimidos, y cuando esta antigualla se vio de nuevo con vida; cuando esta máquina roñosa, inútil y gastada se encontró puesta otra vez en movimiento, allí era de ver cómo pretendía gobernar el mundo. La fatuidad de aquellos consejeros que tanto adularon a José no tenía igual. Desde que se les puso en juego, empezaron a intrigar contra quien les había sacado del olvido, y decían que la Junta era ilegítima. Valiéndose de D. Francisco Palafox,
hermano del defensor de Zaragoza; de Montijo, a quien hemos visto en alguna parte, del marqués de la Romana y de otros pájaros, llenaron de enredos a la Junta y a la comisión ejecutiva. Por último, en la Regencia, última metamorfosis de aquel poder tan nacional como desgraciado, también sembraron cizaña los del Consejo. Esta pandilla no era otra cosa que el partido absolutista, que ya empezaba a sacar la oreja; y para que desde el principio se tuviera completa noticia de su existencia, también repartió dinero entre la tropa, fiando sus esperanzas a una sedición militar que por entonces quedó frustrada. Nada de esto era ya nuevo en España, porque el motín del 19 de Marzo en Aranjuez,
de que, si mal no recuerdo, hice mención, obra fue de la misma gente; mas no se valieron sólo de la tropa sino también de varios cuerpos facultativos y distinguidos, como los lacayos, pinches y mozos de cuadra de la regia casa. En Sevilla azuzaron a lo que un gran historiador llama con enérgico estilo la bozal muchedumbre, y hubo frecuentes serenatas de berridos y patadas por las calles; mas no pasó de aquí. Un arma moral esgrimían entonces unos contra otros los políticos menudos, y era el acusarse mutuamente de malversadores de los caudales públicos, cuyo grosero recurso hacía el mejor efecto en el pueblo.
 Cuando se disolvió la Junta en Cádiz, hubo un registro de equipajes, que es de lo más vil y bochornoso que contiene nuestra moderna historia; pero no se encontró nada en las maletas de los patriotas, porque estos, malos o buenos, tontos o discretos, no tenían el alma en los bolsillos, ni la tuvieron aún sus inmediatos sucesores, años adelante.

En esta introducción del episodio "GERONA", Benito Perez Galdós nos describe y resume, un momento de la historia de España, trasladable a cualquier época desde la edad media hasta nuestros días, hemos sido y continuamos siendo un país que se conduce más con las tripas que con la inteligencia generosa.
Alcanzar el poder desde el relato vacío y agresivo, ha sido y continúa siendo, alimento de incultura y  fanatismo.
                                                          A.Villena

2.020/