PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

sábado, 6 de mayo de 2023

LOS AÑOS..60 / Día de labranza:








Agosto de 1967, amanece, y la calle principal del "Cerrico de la Cruz", despierta con el rebuzno de un burro, quejumbroso por el madrugón.
Los esparteros preparan el ato, mi mula se muestra inquieta y con sus herraduras golpea las losas de la cuadra, reclamando avena o cebada, mezclada con paja,



Mi madre, después de tantear la ubre de la cabra hace sonar el chorro de leche en el fondo del cazo, llena un vaso y aun con espuma y caliente, le pone azúcar y entra en la habitación removiéndola con la cuchara, no solo para disolverla, sino para hacer de despertador, la habitación tiene un pequeño ventanuco casi en el techo.

 Buena parte de las casas del barrio fueron construidas en un pequeño desnivel del terreno, las fachadas quedaron alineadas formando una calle denominada “Callealante”, y a la espalda, donde el terreno era más alto se ubicaban habitaciones y cuadras, previa excavación y vaciado del terreno, de modo, que las viviendas quedaban un metro y medio hundidas en el terreno, de ahí, que las ventanas se situaran más altas, que la cuneta de recogida de aguas del tejado.
  Dos camas antiguas sobre las que cuelgan dos cordones eléctricos, con sendos interruptores, y que se unían hasta la bombilla, que colgaba del centro del techo, un par de perchas, una mesilla y una especie de aparador con varios cajones era todo el mueblario.
   Mi madre abre la puerta y exclama, ¡¡Antonio el padre está sacando el carro! 

 
 Con sueño y pereza, me bebo el delicioso desayuno en la cama, y aun me echo sobre la almohada, al momento mi madre entra a recoger el vaso y de nuevo se repite el aviso.  "Antonio el padre está sacando la mula", ya no balen escusas.
Me visto para la ocasión.  Hoy toca labrar olivos en el paraje, “Las hermosas”, al sur de la almazara Gachero.
  Mi padre va colocando sobre la mula una pequeña manta o ropón y sobre ella la silleta, sujeta con la cincha.
     Después la retranca, con las cadenas para empujar el carro hacia tras, (si se necesita).    Seguido del "colleron", una especie de manta gruesa, rellena de esparto picado, que le coloca en el cuello, atado en sus extremos en la parte baja, servirá para evitar rozaduras, cuando el animal tire del carro.

 A continuación, el "horcate”, un arreo en forma dé uve invertida, de madera, con una anilla metálica incrustadas a cada lado.
De seguido los "tiros o cadenas" enganchados al horcate, hasta las argollas del arranque de las varas, serán las encargadas de hacer rodar las ruedas del carro



Es el turno del cabezal con serreta y antojeras, que con alguna resistencia del animal logra colocarlo.  Por último "los ramales”, estos arrancan en la serreta, pasan por anillas de guía colocadas en la silleta u horcate. hasta la parte delantera del varal, donde quedan fijadas con un simple nudo, para ser utilizadas por el carretero.

    





miércoles, 3 de mayo de 2023

ISSO RURAL-1, CARREÑO


















¿Entendemos o no?

  

 En nuestra miserable existencia, recorremos un buen número de etapas, y algunas de las cuales, nos dejan descolocados y confusos, ya que sin percibirlo quedamos atrapados en comportamientos, cuando menos enmarañados.

 El éxito y la riqueza lo valoramos de manera enfermiza, hasta el punto, que pensamos, que solo eso nos hará felices.

  Nuestro bienestar ya no depende en disponer de cobijo y alimentos, sino, que olvidado ese logro, (Que sería suficiente para el resto del reino animal), desarrollamos estrategias, a veces de dudosa ética, para acumular patrimonio u objetos, en muchos casos, de escasa o nula utilidad.

  Nuestro ego nos impide ser prácticos, abocándonos a una carrera ciega, donde el tiempo como tal, es sustituido por vorágine y ruido.

 Esa situación, me lleva a pensar, que la pérdida de valores de compromiso social y ecológico está siendo la causa, de la degradación actual del humanismo, como clave del mantenimiento de la racionalidad que se nos supone, como homo sapiens.

 En nuestra locura por poseer, acabamos generando leyes, que nos autorizan a comprar superficies de tierra descomunales, una tierra, a la que se le suponen unos cuatro mil quinientos millones de años.

   Nadie se ruboriza, cuando oímos decir . ¡Esto es mío!,  sin caer en la cuenta, que es la  tierra, la que nos propicia la vida, y a la que volvemos en un ciclo continuo, para continuar formando parte de ella.

  ¡ Como es posible! .   Que desde nuestra fragilidad, nos autodenominemos dueños de una parte de algo, que nos produce, y nos desecha continuamente.

Todo el desarrollo humano que se ha generado desde nuestra aparición sobre el planeta, hasta nuestros días,  queda supeditado, al daño que nuestra voraz locura, por acumular y dominar los ciclos del planeta, podamos llegar a ser capaces de generarle.

Le hemos perdido el respeto, de tal manera, que los elementos que intervienen en el equilibrio que genera los seres vivos, lo estamos haciendo saltar por los aires, y con ello, propiciando aceleradamente nuestra extinción .

EL PODER Y EL ODIO, SON HIJOS DE LA MISMA MADRE.