DE PASEO POR MI PUEBLO
Primeros
de Febrero de 2015, día gris, tiempo de levante, alguna gota se escapa de las nubes poco compactas.
Me monto en la bici abrigado, y comienzo con un lento pedaleo.
El frió y la humedad se sienten al principio, despues de unos cientos de metros en ligera subida, el cuerpo se atempera.
Subo por la cerca y llego a la fuente, lugar de paso obligado para todo Issero que se precie.
El agua cristalina refleja colores de un cielo anubarrado, mezclado con destellos de un sol que se unde en el horizonte.
Bajo de la bici y tomo unas instantáneas, después me siento en una arqueta y dejo pasar unos minutos, con la vista puesta en el lecho de un microhabitat, donde vegetación y fauna se complementan, creando un lugar entrañable.
Me alzo de la arqueta y regreso entre dos luces, con un sorbo más de nostalgia vivida.
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CAMBIO DE DIÁLOGO:
Llegan a mi memoria escenas y lugares invernales de mi infancia, los “Reseles o Resoles” , ubicados en los lindes de las parcelas aprovechando el desnivel de los bancales surgían taludes, formando ribazos,sujetos con grama, y orientados al sol de invierno, a veces también crecían cañares, formando el lugar perfecto, para como decian los mayores, descansar y echar un cigarrillo, o dar buena cuenta del canasto del almuerzo.
Recuerdo a mi padre con la pelliza sobre los hombros, al tiempo, mi madre abría el canastillo de las viandas.
Tiempos difíciles, sin embargo los momentos compartidos eran muchos y especiales.
El frió y la humedad se sienten al principio, despues de unos cientos de metros en ligera subida, el cuerpo se atempera.
Subo por la cerca y llego a la fuente, lugar de paso obligado para todo Issero que se precie.
El agua cristalina refleja colores de un cielo anubarrado, mezclado con destellos de un sol que se unde en el horizonte.
Bajo de la bici y tomo unas instantáneas, después me siento en una arqueta y dejo pasar unos minutos, con la vista puesta en el lecho de un microhabitat, donde vegetación y fauna se complementan, creando un lugar entrañable.
Me alzo de la arqueta y regreso entre dos luces, con un sorbo más de nostalgia vivida.
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CAMBIO DE DIÁLOGO:
Llegan a mi memoria escenas y lugares invernales de mi infancia, los “Reseles o Resoles” , ubicados en los lindes de las parcelas aprovechando el desnivel de los bancales surgían taludes, formando ribazos,sujetos con grama, y orientados al sol de invierno, a veces también crecían cañares, formando el lugar perfecto, para como decian los mayores, descansar y echar un cigarrillo, o dar buena cuenta del canasto del almuerzo.
Recuerdo a mi padre con la pelliza sobre los hombros, al tiempo, mi madre abría el canastillo de las viandas.
Tiempos difíciles, sin embargo los momentos compartidos eran muchos y especiales.