AMANECE QUE NO ES POCO
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Mogente |
El equipo de sondeos desde finales del año anterior, estaba ubicado en Mogente,
por tanto, prepare el primer desplazamiento con mi señora de recién casados, alquilamos una habitación con derecho a cocina, ( No recuerdo la calle ni el numero) donde viví con
“ La señora Juani “ .
La casa era de dos plantas, una vivienda antiguas y supongo que sus propietarios habían sido, lo que en los pueblos se denominaba , “ Pudientes” .
El tipo de materiales empleados, en su construcción, así como el reparto de espacios, las dimensiones de sus muros y la altura de sus techos apuntaban a mi anterior punto de vista.
Los ocupantes y dueños actuales eran una señora viuda mayor, y un hijo de unos 35 o 40 años que trabajaba en sus tierras.
Mi descripción del hijo seria, la de alguien que por alguna causa, se había quedado a medio camino entre adolescente y adulto.
Soltero y sin ningún historial conocido de pareja, recuerdo que hasta saludar era complicado para el, solía bajar la cabeza.
En la relación con su madre, mostraba buenas maneras.
Entraba y salía de casa con un furgón (Citroën " dos caballos").
La entrada de la casa servía de cochera, al ser muy amplia, y lo encerraba todas las noches.
También recuerdo que la madre le había enviado una solicitud, para hacerle empleado en la Ford en Almusafes, que por entonces se estaba montando.
Sobre la Sª. Juani, su madre, circulaban bastantes historias por el pueblo, y daban a entender el poco aprecio de que gozaba entre los vecinos.
Se había casado dos veces y los dos maridos habían muerto.
Aparte del hijo que he descrito anteriormente, y que era de su primer marido, también tenía otra hija de su segundo marido, y según comentaban, su madre había sido protagonista activa en el devenir de su vida, ya que trato de elegirle el marido a lo que ella se negó, creando un conflicto de convivencia entre ellas.
La edad de la Sª , pasaba de los sesenta, caminaba con muleta, debido a un problema de rodilla y por el cual habría sufrido alguna operación.
Mi percepción sobre su personalidad, sería la de autoritaria, orgullosa, dura de sentimientos y escasa de humanidad, en cualquier caso con nosotros fue respetuosa y educada.
Quizá para ella, nosotros, además de lo que le pudo suponer en su economía, tal vez fuimos un soplo de aire fresco en su vida.
Nuestra ubicación en la casa, era justo en la entrada, en la primera habitación que había a la derecha, y allí en unos pocos metros cuadrados, fue donde iniciamos nuestra experiencia de recién casados, la etapa más ilusionante de nuestra vida.
En Marzo, mi señora queda embarazada, por cierto cada semana regresábamos a Isso, para estar con los nuestros.
En mi caso, acostumbrado a viajar solo para trabajar, hacerlo acompañado de mi señora, y cada día comer junto a ella, era como un sueño.
Lástima que el cierre de aquella página de nuestras vidas, fuese un tanto complicada, por dos hechos, que pudieron marcar nuestras vidas.
El primer contratiempo que nos tocó pasar y especialmente a mi señora, fue, la situación de incendio que se encontró dentro de la casa al regreso de la compra.
Era primeros de Agosto y regresaba del mercado y cuando abrió la puerta, se encontró con humo en la cocina, y la dueña valiéndose de su garrota, trataba de mover hacia el patio, una pequeña bombona de butano, como la de la foto, que al pretender cambiarla, se prendió la válvula de cierre, este tipo de botella se cambiaban roscando y desenroscando la parte superior, y cuando pinchaba la válvula se esparcía algo de gas, al estar la suya junto a la nuestra, que en ese momento estaba encendida, el fuego se comunicó a la suya y comenzaron a arder las cortinas y una cesta de plástico nuestra.( Regalo de mi hermana Maria, regalo de boda) y que portaba una cubertería completa. La llegada de mi señora evitó lo que pudo ser una gran tragedia, está claro que aquella señora cuyo movimiento a causa de la lesión, era muy lento, estaba más preocupada de mover la botella con la garrota, que de pedir ayuda, mi señora vio la intensa humareda y consiguió que saliese de la casa, y fue en busca de ayuda, afortunadamente, se produjo en muy pocos minutos, en la calle próxima estaba ubicado el lugar de venta de butano, y por tanto, los extintores volaron hacia el lugar del incendio y en un momento quedo sofocado.
Por nuestra parte y afortunadamente, el embarazo continúo sin problemas ,a pesar del susto.
En el incendio se quemó la cesta donde se ubicaba la vajilla al completo que nos acompañaba en nuestro primer desplazamiento, y algunas cosas de cocina más.
Pasado el susto, la versión de la señora. Que cuando fue a cambiar la suya, porque se había vaciado, al dar la luz se le prendió, y a continuación mientras su botella ardía apago la nuestra y que trato de arrojar la suya por la ventana que daba al patio, pero que se le volcó hacia la cocina, prendiendo las cortinas y la cesta de plástico.
Con la garrota intento empujar la botella convertida en una antorcha, hasta el patio, o sea rodarla unos metros para sacarla de la cocina hasta la entrada.
En ese momento fue cuando mi señora llego y corrió a pedir ayuda, afortunadamente, bastante próximo se encontraba una ferretería y llegaron con extintores logrando apagadlo en poco tiempo .
Preguntada sobre lo ocurrido, la respuesta fue, que al darle al interruptor de la luz, había prendido el gas de la botella que estaba a medio roscar el soporte.
Su idea era que la compañía eléctrica había de pagar los daños.
Ya no supe, si consiguió su pretensión, tampoco recuerdo si tenia algun seguro, si se, que perdí el regalo de mi hermana y algunas cosas más.
Nunca sabremos, qué habría ocurrido, de no aparecer en aquel momento mi señora , pero conociendo su carácter soberbio y orgulloso, quizá cuando hubiese pedido ayuda habría sido demasiado tarde para ella.
El segundo hecho, que dejo para otra publicacion, fue la del regreso a Isso.