PASADO

PASADO
LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

jueves, 9 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 18

 

La tenencia de la fortaleza de Isso duraría poco tiempo, pues el 31 de julio de 1251 el infante don
Alfonso concedió Isso y Minateda a la reina Juana de Ponthieu: “a cambio de Isso y de Medinatea, que le pagó el peaje, y que se los dio a la reina Doña Juana” (Petrel, 1998, p. 27). 

Como estas eran posesión del maestre de Alcántara fue necesario adquirirlas previamente, compensando después a la Orden de Alcántara con Alcantarilla y ciertas propiedades y molinos en la vega murciana (Díaz, 1895, p. 16).



En 1252, doña Juana de Ponthieu, uniría Isso y Minateda a Hellín, confiándolas a la Orden de Calatrava (Pretel, 1998, p. 28). 

El 15 de marzo de 1252, el maestre de Calatrava reconocía tener en su poder los privilegios pertenecientes a la reina Juana: 


“Tres son del otorgamiento de todos los heredamientos que el Rey uso dio, et el quarto es de Felin, et el quinto es de Hyso et de Medinatea, et el sesto es de Marchena, et el séptimo es de Hyso el que tenia el maestro de Alcantara" (Torres,1969,p,15) 

Durante aquellos años, estos territorios seguirán habitados casi exclusivamente por mudéjares, pues no había en Castilla demasiados cristianos dispuestos a venir a poblar estas tierras y los que había, preferían asentarse en zonas más ricas y fértiles como el Valle de Guadalquivir, recién conquistado.


Entre los años 1264 y 1266 se produce, en la mayor parte de los territorios de Al-Andalus recién conquistados, una rebelión de los mudéjares de tales dimensiones que el rey Alfonso tuvo que solicitar ayuda a su suegro don Jaime I con el fin de sofocarla en el reino de Murcia. 



Aunque los habitantes de Isso y de los pueblos de su entorno eran mayoritariamente musulmanes no
sabemos si se sumaron a esta sublevación, aunque todo parece apuntar a que sí lo hicieron.


También desconocemos si Hellín llegó a levantarse, pues no se detecta la habitual pérdida de población que dicha rebelión tuvo en otros territorios. 


De hecho, llegó a convertirse en una de las villas con un mayor número de vecinos de la zona

(Pretel, 1998, p. 31).

El miedo a los mudéjares pudo ser también la razón por la que Hellín recuperase su estatus de villa de realengo en fecha no precisa, y el rey le concediera algunos privilegios cuya naturaleza nos es desconocida; aunque parece que no son muy distintos de aquellos que más tarde, en 1305, le dió Fernando IV como si fueran nuevos (Pretel, 1998, pp. 186-187).

Una referencia indirecta acerca del comercio comarcal y el peligro que acechaba en estas tierras durante la segunda mitad del siglo XIII la encontramos en la obra Miraculos romançados de Santo Domingo de Silos, escrita en esas fechas por el monje Pedro Marín, en la que relata cómo fueron hechos prisioneros algunos cristianos en esta comarca (González, Molina, 2008, pp. 119-124, 126). El caso que más nos interesa es el de un buhonero de Isso llamado Juan:

 

“En la época anterior, vino a Santo Domingo don Johan, un búho que vivía en Isso, pueblo de Hellín,y dijo que un miércoles de noviembre, era de molino e CCC y 21 [1283] años, que yua a comprar grana. a Socovos, en el castillo de los moros  que era Orden de Vclés, y pasando por la cloaca del río Segura, cayó sobre Mahomat A Buscar, almohada de Vera, que adujo con él doce peones moros, y capturó a este don Johan y lo llevó a Vélez. el Blanco y metiolo en prisión, y yog y V días” (González, Molina, 2008, p. 119 ) 

martes, 7 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 17

 

Con independencia de las localidades que acabamos de mencionar, hasta hace muy poco tiempo el poblamiento andalusí de la submeseta sur era un gran desconocido. 

La historiografía ha venido manteniendo la existencia de un paisaje de secano muy despoblado, debido al escaso interés de los andalusíes por su aprovechamiento, frente a la concentración de las poblaciones en zonas susceptibles de ser irrigadas, bien a partir de fuentes, en las zonas de montaña, o mediante caudales fluviales en las amplias vegas del Sur y del Este (Retuerce, 1995, p. 96).

 Sin embargo, los trabajos de prospección arqueológica que se están llevando a cabo en el área de La Mancha sudoriental por parte de José Luis Simón y Pedro Jiménez, en términos municipales colindantes con el Campo de Hellín, como es el caso del corredor de Almansa y el área sur de los Llanos de Albacete, están proporcionando una información muy rica y novedosa acerca de la evolución del poblamiento andalusí en esta región.


 En ese limitado espacio, los dos arqueólogos, han documentado decenas de alquerías, cuyo estado de conservación facilita, en muchos casos, levantar planimetrías generales en las que es posible registrar los perímetros de las manzanas de casas y cada uno de los edificios que las componen; incluso han conseguido, a veces, identificar su distribución interna (Jiménez, Simón, 2017, p. 218). 

Todo esto ayuda a defender la hipótesis de que el poblamiento y colonización de tierras desfavorecidas en esta región se desarrolló a lo largo del siglo XI, enmarcándose en un contexto de expansión comercial y agraria, como consecuencia de un despegue demográfico generalizado. 

2.     Isso tras la conquista castellana

La toma de Chinchilla, efectuada en torno al año 1242 por el infante don Alfonso y el comendador de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa, dejó la frontera murciana totalmente indefensa, permitiendo a este último realizar profundas correrías en los primeros meses de 1242 en la sierra del sur, bordeando 

los límites del alfoz de Alcaraz. 

Entre sus caballeros estaba su pariente, el también portugués Gil Gómez do Vinhal, que tomó los castillos de Híjar, Abejuela, Gutta y Vicorto, y los sobrinos de éste, Gonzalo y Martín Eanes do Vinhal; es posible que entonces se ocuparan también los de Isso y Hellín, que serían entregados en tenencia al primero de ellos (Petrel, 1998, pp. 23). 

Otros, en cambio, consideran que tanto Isso como Hellín fueron conquistados directamente por el Infante don Alfonso “al desplazarse desde Alcaraz hasta Murcia, en abril de 1243, para hacer efectivo lo pactado” (López Serrano, 2017, pp. 807-808).

Si Tobarra capituló ante el infante don Alfonso, cabe pensar que sucediera lo mismo con Sierra, Hellín e Isso. 

Es muy probable que Gonzalo Eanes se limitará a dotar a los castillos de Hellín e Isso de una guarnición a la vez que se les cobraba a los mudéjares los impuestos (Pretel, 1998, p. 26).  

domingo, 5 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 16

 9. El poblamiento medieval de la comarca:


La arqueología y la escasa documentación escrita permiten afirmar que la población más destacada de la comarca en la Antigüedad y época emiral fue, indudablemente, la emplazada en el Tolmo de Minateda, una de las ciudades que se incluyeron en el pacto firmado en el año 713 entre el comes o dux visigodo Teodomiro y el conquistador árabe ̒Abd al-Azīz ibn Mūsà. 

A partir de ese momento parece haber sido denominada Madīnat Iyyuh, perviviendo durante casi doscientos años hasta su abandono definitivo a finales del siglo IX (Gutiérrez, 2011, p. 360). 

Para fechas más avanzadas, siglos XII y XIII, el asentamiento articulador del territorio parece que fue Hellín (Falyan), un hīṣn de mediano tamaño, con una modesta fortaleza, cabeza de un distrito al cual pudo pertenecer Isso y otras poblaciones de menor tamaño. 

Actualmente se conserva una calcazaba delimitada por un recinto arruinado con unas dimensiones de 108 x 53,5 m, constituido por lienzos y torres de tapiería de hormigón y tapiería calicostrada. Junto a él pudo haber un caserío, pero no una ciudad; ni siquiera hay constancia de que estuviera protegido por una muralla. 

Tras la conquista castellana, es posible que esta fortaleza acogiera en su interior al primitivo concejo cristiano.

11 No conocemos referencias seguras a Isso en los textos árabes; no obstante, podemos afirmar que ya existía en época andalusí dado que las primeras citas en la documentación castellana están relacionadas con los momentos inmediatos a la conquista de mediados del siglo XIII.

Además de Hellín, en las proximidades de Isso se localizan otras poblaciones relevantes en época andalusí que hemos examinado con cierto detalle, con el fin de poder contextualizar adecuadamente el poblamiento de la comarca en ese momento (Fig. 3).



Tobarra aparece citada en la obra del geógrafo al-Ûdrí (siglo XI), en el itinerario de Chinchilla a Cartagena. Sabemos que fue sede de un valeroso jefe local llamado Ya'qūb Ibn Jalid Al-Tubarri (Pretel, 1986, p. 16). Su castillo se encuentra en el Cerro de la Encarnación, a 679 m.s.n.m., es de planta trapezoidal, y cuenta con torreones en las esquinas.

Los topónimos de algunas localidades de la zona, como Albatana y Ontur, y de ciertas aldeas pertenecientes al municipio de Tobarra, como Abenuj, Aljubé, Alboraj y Alborajico, parecen tener su origen en asentamientos andalusíes (Pocklington, 2010, pp. 149, 152-153).

 En la aldea de Alborajico, junto al eremitorio allí existente, hallamos una alquería que conserva un tramo de su muralla, construida con mampuestos colocados de forma irregular, tomados con argamasa de cal. Esta pudo ser levantada sobre un asentamiento tardorromano o visigodo previo, según indica la cerámica que se aprecia en superficie (Fig. 12).


El Castellar de Sierra (Tobarra) era otro ḥiṣn situado en altura. Actualmente es un yacimiento arqueológico ubicado a 5 km de Tobarra en dirección sureste y a 7 de Hellín en dirección noreste, y se alza sobre un cerro a 716 m.s.n.m. Su caserío se desarrolló en la ladera occidental (Fig. 13), mientras que la cima estaba fortificada con un recinto torreado, construido con mampostería tomada con mortero de cal; en el extremo occidental, una celoquia albergaba dos aljibes. Al pie del lugar se extiende una estrecha vega recorrida por el arroyo de Tobarra, sobre el que se hallaba un molino que aparece localizado en el plano de caminos de 1811 (Fig. 5).


 Alfonso X cedió Sierra, junto a Tobarra, en 1268 al alcaide del castillo de Albacete, con el fin de favorecer la integración de la nobleza islámica en el proceso repoblador. 

Este intento fracasó y fue vendido al concejo de Alcaraz mediante contrato firmado en Jerez en 1268 por el hijo del noble musulmán, Abū ˊAbd Allāh (Pretel, 1998, p. 31; Carmona, Giménez, 2008), debido probablemente a que el lugar fue abandonado por los mudéjares que lo habitaban. 

Al despoblado de Sierra ya se hacía referencia a finales del siglo XVIII (Espinalt, 1778, pp. 145-146).