12/08/2007
Las vacaciones en Isso transcurren con
gran rapidez.
Hoy mi señora detecta el movimiento sísmico que ha tenido su epicentro en la provincia de
Murcia, con una intensidad de 5,1 en la escala Ritter, por cierto, durante unas horas no se ha
atrevido a contar su experiencia. Le ha cogido en la cama, y cuando se le ha movido, ha explorado debajo, y por supuesto no ha visto nada, y
ha quedado alarmada pero en silencio. Hasta que sobre la mitad de la mañana, la
noticia del terremoto se ha sabido, y la intranquilidad que tenía, se ha convertido en alivio.
Estoy inmerso buena parte del tiempo libre en sacarle punta a mi primer ordenador.
¡Supongo! . Que esto del ordenador ,puede ser una salida para mí, que he desconectado de casi todo, incluidos a los amigos, quizá ahora, tenga más problemas con la señora por este particular, porque ella es más sociable.
Está claro, que en
estos momentos, lo que más echo de menos son los viajes que hacía con los
chicos explorando toda clase de lugares, no muy alejados del pueblo.
Me servían ,no solo
para pasarlo bien, además, aprovechamos para tomar instantáneas o gravar
videos.
En
estos momentos son las 20 horas y estoy haciendo apuntes sentado entre la puerta del fregadero y la de la cocina exterior, mi señora sentada en la escalera, la tarde es limpia de nubes, sopla viento suave del oeste, tengo a la izquierda un pequeño naranjo, enfrente un nogal, a la derecha un limonero y bajo el tejado exterior, una moto, una bicicleta y algunos sillones del viejo comedor.
Carlos acaba de
llamar desde los Arenales, esta con unos amigos de Madrid, al parecer con una
tarde poco propicia para el baño. viento
de poniente y tarde tormentosa.
Emilio en casa de Alicante.
Raúl, al parecer mañana cerrarán el traspaso del bar de
cañas, que él y su compañera tienen en el barrio antiguo de Alicante.
La familia en Isso se
encuentra estable, pero sin apenas contacto.
la Rosario se restablece del desplome que tuvo cuando llevaron a la “Wiki” al veterinario para hacerle el mantenimiento de las uñas.
Es Domingo, y mi
preocupación es, el final de este sosiego vacacional.
Hay momentos que pienso, que tal vez he llegado
demasiado lejos, con la desconexión de los conocidos del pueblo, especialmente compañeros de empresa, tanto jubilados como no, mi obsesión por tener el tiempo a mi
disposición, y la falta de puntos de encuentro social en Isso, salvo los bares, que los hay en abundancia, tenga algo que ver