LA QUE SE AVECINA.

Tirando de Agenda (2,011):        

  La crisis continúa golpeando al mundo, y en especial a algunos países que como España se han dedicado a gastar, no solo lo que tenían. sino mucho más.

En mi opinión no solo ha sido la burbuja famosa, también la descentralización del estado ha sido clave para esta tormenta perfecta, en forma de crisis.

Las nuevas administraciones autonómicas han competido en crear obras faraónicas (En muchos de los casos innecesarias) ... además creando un nuevo tejido administrativo muy lucrativo. 

 la posibilidad de manejar nuevas colocaciones creadas para gestionar las mismas cosas, ¡eso si!,  dotándoles de liquidez propia o ajena, y de paso repartir favores a todo empresario que fuese generoso en la reciprocidad.

 Todo este desaguisado, y con un estado totalmente desdibujado o mirando hacia otra parte, es el modelo al que hemos asistido durante un par de décadas, consiguiendo crear un entramado que en lo único que compite es en corrupción, así como lo de promover obras faraónicas, con el único objeto de demostrar que cada cual, en su autonomía, provincia, ayuntamiento et. era el más eficiente y espectacular a la hora de hacer aeropuertos, autopistas ferrocarril, y todo tipo de estructuras.

 Digamos que esta desvergonzada manera de gestionar nos ha hecho retroceder en el estado del bienestar de forma alarmante, y lo peor, que está creando un desequilibrio social muy peligroso.


 Resumiendo... Ha sido unas décadas de oro para los gestores de las autonomías, que se pusieron manos a la obra. creando un nuevo tejido administrativo y empresarial difícil  de sostener.

 A medida, que como caídas del cielo les llegaban más y más trasferencias, surgía el gran filón, para crear un galimatías de mercantiles y sociedades gestoras sin apenas nada que gestionar.

   Todo este proceso ha transcurrido al amparo de unos descabellados déficits, especialmente en las autonomías, a las que se les permitía endeudarse descontroladamente, a cuenta de ingresos futuros, o sea, haciendo la cuenta de la lechera, sin que nadie les limitara en ningún momento.

De esta manera, nuestro dinero y el ajeno, era gastado de manera irresponsable.  

Dicha situación ha servido, para en muchos casos hacer obras que no han producido ningún tipo de beneficio, y en donde los costes siempre han llevaban el tufo de la corrupción.

                 Lo cierto, que estamos inmersos en un parón de actividad pública y privada colosal, y un aumento de administraciones, con capacidad de gestionar en sus territorios, que ha conllevado un aumento de personal público muy por encima de los necesarios.

 

De no equivocarme, (cosa que desearía), en los próximos años, los paganos del desaguisado, de quienes no supieron o no quisieron frenar la situación, seremos los ciudadanos de clase baja y media, para no variar.

  Si nos atenemos a nuestra historia más reciente como país, corregir este tipo de errores siempre ha sido dramático y violento.