PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

viernes, 15 de noviembre de 2019

ADOLESCENCIA- (Gloria era su nombre) /



¿ REALISTA, SE NACE O SE HACE? 

Creo que la adolescencia podría caracterizarse ,como el nacimiento a la vida social.
 Tendríamos así dos nacimientos: uno biológico en el seno de la familia y de un entorno más o menos reducido y cercano, protector, tolerante, amoroso...y otro social, donde el individuo ha de buscar su sitio en un entorno mas amplio y extraño ,en cierta medida, menos tolerante, donde as de ir  asumiendo plenamente las responsabilidades  como adulto.
Ambos nacimientos son calificados según gran parte de los psicólogos como bastante  traumáticos y siempre queda la nostalgia del paraíso dejado atrás y la tentación de retraerse y no enfrentarse a un mundo exterior que impone su principio de realidad en la cual se debe buscar el mejor acomodo posible en base a la forma de ser de cada cual. Del mismo modo que con la pérdida de la infancia se sacrifican valores a ese principio de realidad, también se sacrifican con la adolescencia. Tal vez lo equilibrado sería no perderles y darles su justa medida en un mundo, en una vida social, que no está supeditada a dichos valores pero que si se sabe hacer en cierta medida no imposibilita su vigencia siempre que se adapten a la realidad enriqueciéndose con ella.
Extraído de un comentario sin firma, sobre un artículo de A. Gabilondo, referido a la adolescencia.




A. Villena ,   ( Opinión)

 Sobre ese tiempo, en el que  podemos experimentar las emociones más intensas tanto positivas como negativas, los recuerdos que tengo de esa etapa de la vida son de un contraste brutal, era como si dos fuerzas dominaran mi día a día.


   Por una parte los sueños,   por otra, mi percepción de agravio por sentir que mi naturaleza en cuanto a fisonomía me lastraría a una realidad alejada de esos sueños, por ello guardo en la memoria tiempos complicados referido a momentos de adolescente.

Como  soñador  me referiré a continuación a un momento que viví en un baile del pueblo, cuando mi edad sería de unos 16 años.


 Escrito encontrado en el baúl, con fecha de  -2.003.

 ¿ALGUNOS SUEÑOS SON MAGIA?.

En mi caso y en ciertas ocasiones, creo que si, o al menos a si lo percibo.

 Algunas veces y despues de un dormir profundo, despertar es como echarme un jarro de agua fría, sobre el hecho que momentos antes percibía como real, mi reacción en los primeros segundos es la de apretar los ojos deseando volver al lugar que tanto bienestar me había producido sensorial-mente... ¡¡Siempre es imposible !!, se diluye y escapa  
quedando el recuerdo de alguna imagen borrosa. 

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RELACIONADO CON LOS SUEÑOS. VIVÍ  EN LA ADOLESCENCIA UNA NOCHE DE BAILE.. "REALIDAD-SUEÑO-MAGIA".. QUE NUNCA HE OLVIDADO,
                                    

 Emociones de adolescente en una noche de verbena, que el transcurrir del tiempo no  borra.   
   Una simple mirada, de alguien que te gusta a esa edad, es como una descarga
 eléctrica que te estremece.

  Lugar el  baile de verano de la Rubia, en la Placeta de Isso, de 10 de la noche hasta la madrugada del lunes.

 Recuerdo vivir unas horas hipnotizado por una chica, a la que discretamente miraba, sintiendo mi cuerpo estremecer.


     Me resulta  difícil encontrar  palabras, para poder describir la belleza y la luz que yo percibí en aquella chica de unos 16 años y que se encontraba  sentada en grupo, a escasos metros de la "Orquesta Pikazo" . Quede impresionado y atrapado por su delicada y fresca cara, blanca casi pálida, media melena de pelo color castaño, cuerpo delgado y frágil y por la que yo habría dado todo por tenerla.    
  Lo cierto,  que aquella chica que visito a  unos familiares, (Omito  detalles) ,  y a  la que apenas y desde lejos pude mirar unas cuantas veces y  con discreción, se quedo gravada para siempre en mi memoria,  nunca más volví a verla.



 Recuerdo que  en una de las esquinas estaba el escenario con  la orquesta en un plano ligeramente elevado y a continuación  un pequeño círculo hormigonado  donde algunas parejas bailaban,  el resto hasta la barra de consumición,  una ancha y larga superficie cubierta de gravilla, con unas cuantas mesas, en una de ellas estaban un grupo de chicas, entre las que se encontraba ella, y que por cierto no llego a bailar durante toda la noche, la luz del lugar más bien escasa,  los chicos de mi grupo, pasamos la noche con el vaso en la mano y algún pitillo, en una
especie de liturgia de aspirantes a hombrecitos

    Supongo que a esa edad las hormonas,  y alguna copa, pone alas al cerebro, ofreciéndonos un viaje mágico.
Diría que fueron unas horas en donde sientes algo intenso y especial. 
  
 Finalizado el baile, vuelves  a la realidad de una noche de riego.

 Quedándome el  convencimiento, que había  vivido  un momento muy novedoso para mi, por vez primera en mi vida había sentido la atracción más intensa hasta aquel día por una chica.  
El relato lo inicie con la duda de si era realista como cuestión innata o simplemente la vida te va moldeando, la finalizo con la misma duda.


  Nuestros comportamientos y nuestras emociones durante la adolescencia
 están relacionadas con el despertar de la sexualidad y  son como  hilos tirando de las  hormonas, intensos, novedosos y desconocidos que cuando  afloran vivimos la magia del amor. 
  
 Hay momentos en la vida, y en mi caso los relacionados con la adolescencia y juventud que han quedado incrustados en mi cerebro, y entiendo que se han ido agrandando en el tiempo a la vez que perdiendo objetividad, pero así es como me han trascendido hasta la vejez.



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