
A
menudo nos olvidamos, que nuestra fragilidad la tratamos de encubrir con
manifestaciones groseras, insultonas, ensordecedoras y delirantes.

El desarrollo tecnológico a nivel informativo y visual, nos convierte en actores esperpénticos, y de un ego grotesco y vomitivo.
Administrar esta situación, para que la cordura y el respeto sean la manera de expresarnos, sería lo conveniente para atajar comportamientos intolerables en cualquier sociedad desarrollada.
A.Villena
A.Villena
No hay comentarios:
Publicar un comentario