Tratare de extraer de la memoria, lo que represento esta casa o caserío para mí:
Corrían los años 60, cuando mi asistencia a la escuela apenas se producía, mis 12 años ya me obligaban a estar disponible para ayudar en las faenas agrícolas.
Desde muy pequeño, mi temor a las tormentas era un hecho, el motivo, losmalos ratos que me tocó vivir cuando amenazaban el sustento de la familia.
Tanto mi padre como mi madre cerraban la casa y quitaban los plomos de la luz de manera instintiva, por temor a los rayos, y después toda la familia contenía el aliento por temor al granizo.
Esas vivencias a muy corta edad me dejaron secuelas para el resto de mi vida, si bien de adulto, se ha ido combinando, con mi fascinación por la meteorología y en especial por las tormentas.
Algún issero
Volviendo al tema sobre la casa Baltasar:
Unos cientos de metros al sur, mi padre y mi abuelo, tenían arrendadas cinco piezas o tablares de tierra del tío Damian. de unas 4 a 5 tahúllas cada una, en una de ellas, junto a un olivo centenario, había una choza de cañas, que serbia de comedor, de abrigo en los días de frio y tambien para envasar tomates.
Especialmente en la época de las hortalizas, fueron muchas las veces, que cuando había
tormenta, nos refujiabamos en la Casa Baltasar.
Nada más placentero que encontrar encontrar lugar seguro cuando se necesita.
Lo que te hace sentir es difícil de describir.
A veces, tambien nos llevábamos la mula a uno de los porchados que había en el exterior.
Los dueños del caserío recogían sus animales de labranza, así como otros que tenían sueltos junto a la casa y así nos disponíamos a compartir una vez más la inquietud del momento, es verdad, que para mí significaba juego y coger algún joven gorrión mojado et.
Que nos empeñamos en buscar los motivos de nuestra infelicidad en quienes nos rodean, en vez de enfrentarnos a nuestras carencias, casi siempre motivadas por miserias propias.
En nuestro día a día, los comportamientos más engañosos son aquellos, que utilizan el lenguaje, para encubrir los instintos más avaros, perversos y engañosos.
Cuántas veces en nuestra vida decimos "Lo siento", cuando en realidad, o nos da igual, o lo que es peor, nos alegramos de su desgracia.
En la cultura de la competitividad que el capitalismo ha diseñado, es muy complicado definir la línea que separa, el respeto al contrario, "de al enemigo ni agua".
Hay que obtener buenos resultados como sea.
Establecido ese principio, y aceptado socialmente, nos convierte en zombis,
convencidos de que el fin justifica los medios.Si pensásemos que cada individuo, podemos desarrollar habilidades en cualquier
actividad, todos podemos ser campeones de algo, ocurre, que
las habilidades que han llegado hasta nuestros días, y que forman parte de
nuestra cultura, son las que generan muchos adeptos y estos a su vez crean ídolos a los que les generan inmensas fortunas, creándose situaciones de agravios comparativos tan injustos, como el de que un habilidoso pero simple futbolista, gane más que 1.000 médicos, por ejemplo.
Si fuésemos capaces de ver a nuestro prójimo, desde nosotros mismos, y no
como algo ajeno y peligroso, ya habríamos recorrido parte del buen
camino.
En cualquier caso, nada de lo que
propongo para corregir nuestras miserias, sería aplicables en una sociedad en la que buena parte ha elegido marcar diferencias con sus semejantes.
¿Qué escribir, cuando el cansancio envuelve el cuerpo y los ojos se niegan a continuar abiertos?
Deseo
escribir algo relacionado con mis emociones, pero con ese tipo de emociones motivadoras, esas que te mueven en el campo de los sueños, esas que te animan a
sentir gratitud por vivir, esas que nos hacen solidario de los injustamente tratados
et.
¡Hoy!. Entrado ya en la década de los 70, me resulta complicado entender, como se gestionan las libertades
alcanzadas, esas, que tanta sangre se ha vertido para conseguirlas.
En mi opinión,
el sistema neoliberal encabezado por los EE. UU. ha creado enormes bolsas de
capital que manejadas por unos pocos, han descubierto, que pueden manejar la opinión
pública, no solo comprando los medios de comunicación, sino manejando la
educación y las economías de buena parte del Planeta.
Nací enIsso en el barrio "Cerrico de la cruz" después "Caravaca", soy el sexto y último de una familia, cuyo sustento se apoyaba en el cultivo de unas pequeñas parcelas dispersas en distintas partes de la pedanía, arrendadas por mi abuelo.
El resto de las faenas se completaba con jornales de mis hermanos mayores en limpieza de montes, hoyos para almendros, siega de cereal, replante de arroz, y hortalizas.
También eran frecuente los jornales en almazaras, de intercambio con mi tío Gachero, carga de arena en ramblas, picado de piedra en cantera et, eran faenas que ayudaban a completar el sustento familiar.
En mi caso:
Mi primer recuerdo y distorsionado, pues no pasaría de los 5 a 6 años, cuando acompañaba a la Josefa de Juarez, hasta la vega de Tavizna a llevar almuerzos o comidas a Juarez e hijos, en faenas relacionadas con el cultivo del arroz.
El itinerario: Casa Velasco, Piedra del tesoro, Casa de los Trigueros, Casa de la presa, hasta las primeras casas de Tavizna.
La
calle principal del "Cerrico de la Cruz" despierta.
Un burro
quejumbroso por el madrugón se encarga de anunciarlo con un sonoro rebuzno.
Los esparteros preparan
el ato, mi mula inquieta golpea las losas de la cuadra reclamando avena o
cebada mezclada con paja,
Mi madre después de tantear la ubre de la cabra
hace sonar el chorro de leche en el fondo del cazo. Llena
un vaso, le pone azúcar, y entra en la habitación girando la cuchara para
disolverla, a la vez que me despierto.
La
habitación tiene un pequeño ventanuco cercana al techo.
Buena parte de
las casas del barrio fueron construidas en un pequeño montículo, de ahí lo de “Cerrico”,
las fachadas de la calle principal donde vivía yo, quedaron alineadas formando
una calle denominada “callealante”.
En esta calle perpendicular a la salida del sol, su parte
de atrás o en la espalda de la fachada se ubicaban habitaciones y cuadras,
previa excavación y vaciado del terreno, de modo que las viviendas por esa
parte quedaban hundidas en el terreno, de ahí que las ventanas
tuviesen que situarse tan altas.
Ya estoy en la vejez; y eso significa, que muchas cosas han cambiado, tanto a nivel emocional como físico.
Voy a cumplir en unos pocos meses 72 años y enumerar detalladamente todo y cada uno de los cambios es tarea complicada, sin embargo, lo voy a intentar.
Veamos:
La parcela a explorar sería, por una
parte, todo lo relacionado con las emociones y por otra la parte física o material.
La parte emocional me ofrece una visión de un entorno plagado de familiares que han desaparecido, y de gentes que fueron importantes en mi vida, colocándome ante el espejo de una realidad inquietante.
Paso obligado para los isseros hacia la zona de Tavizna,
En esta presa, arrancan dos canales, uno llamado "Ciecon", que abastece los arrozales de la vega, y el otro, utilizado para la central hidráulica unos cientos de metros aguas abajo.
Otro de los lugares de Isso totalmente deshabitado.