Nuestras necesidades y lo que ello genera en una sociedad moderna:
El agua: cuando la tenemos disponible, es considerada algo normal. Sin embargo, su ausencia puede generar desde una leve incomodidad hasta convertirse en una tragedia si no contamos con ninguna fuente de agua.
Cuando cortan el agua, la frustración aumenta rápidamente.
Imaginemos un mes sin agua corriente, aunque con agua
potable limitada para unos pocos. ¿Y si el agua se acabara?
Hemos convertido lo básico en un monstruo capaz de generarnos
malestar y agresividad y es que, sin darnos cuenta, las sombras de lo básico
son cada día más alargadas.
Respirar aire puro, tener comida suficiente, un refugio, ropa abrigadora y fuego en el frío, etc. Son necesidades que ante su escasez es lógico que nos coloquen en una situación agresiva e irracional, lo que ya no es tan lógico es, que convirtamos cuestiones de básica supervivencia para todos en la materia prima para el logro avaricioso de unos pocos por acumular poder y riquezas.
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