16/03/2020
España confinada desde hace dos días, estoy desde el jueves en Isso con mi señora, y en este momentoson las 19,46, si tuviese que expresar cómo me siento, sería el de muy tocado, y dentro de esa sensación, tengo momentos que bajo al infierno, también creo que la saturación de malas noticias sobre la pandemia, en redes sociales, y televisión, me crean una un malestar atroz, hace bastantes años que no sufría esta sensación.
Hace más de un año que deje de tomar ansiolíticos y lo llevaba bien.
Mi señora solo sale a atender a su madre, y hacer la compra, yo subo todos los días a los olivos de la cerca, tenemos dos semanas por delante de confinamiento, y no se descarta más tiempo, voy a tratar de restringir las noticias, ya que tenemos suficiente información, de cómo debemos actuar.
Mi señora no está tampoco para tirar cohetes, y de vez en cuando toma algún ansiolítico, en mi caso, no sé qué hacer, si bien trato recordar momentos complicados a lo largo de mi vida, y he salido adelante. Pero pocas horas del día consigo alguna estabilidad.
No continuaré escribiendo, porque tampoco estoy seguro de
que esto sea útil para relajarme.
Hoy recibo la noticia por parte de mi hijo Carlos de que está pasando la variante de la Covi denominada “Omicron”.
Anécdota del día. Que la Abuela Rosario ha recibido una llamada de un programa de la televisión de Castilla la Mancha y se ha ganado un jamón.
Por cierto, de no cambiar las cosas, poco probable, la Loli
habrá de prestar atención diaria a su madre, por los problemas de movilidad que
la acucian.
Y habré de hacer la semana que toque de canguro de Nora.
También dejar reflejado que mi sobrino Antonio está empeorando del proceso de
Parkinson que le afecta
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