PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

miércoles, 21 de enero de 2015

ENTREVISTA....INTERESANTE



Declara en La Vanguardia Christian Fleche:

El cuerpo es nuestra herramienta de curación?
 Yo era enfermero en un hospital de Normandía y observe que pacientes con la misma enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.

Bueno, cada uno es cada cual...
 Exacto, mi hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a esa necesidad, hay una solución interior.

¿Eso es para usted la enfermedad?
 Sí, una solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer, pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se produce un shock.

¿Nace el conflicto?
 Sí, el inconsciente inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.

Póngame otro ejemplo.
 Una persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.

Pero tener prisa es psicológico.
 Todo lo que captamos a través de los cinco sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.

¿Y provoca un síntoma?
 Si no hay una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy importante que tener en cuenta.

Dígame.
 El cerebro no distingue entre lo real o lo imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el escáner, a un órgano y a una realidad energética.

¿Realidad energética?
 Somos una unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética. No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.

¿Y es irreversible?
 Cuando encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera vez estabas sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.

A lo largo de un día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
Cuando no las satisfacemos, nace una emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último teatro de ese evento.

¿Todo conflicto provoca enfermedad?
 No, es necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución. Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la biología.

¿Distintas emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
 Sí, todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a problemas con la pareja y viceversa.

¿Estómago e intestino?
 No tener lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado". Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto de desvalorización...

¿Lo adecuado para estar sano?
 Revalorizar las emociones, ser consciente de las emociones y expresarlas, es decir: bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica por dos.

La ira y la violencia se expresan a sus anchas.

 Un hombre tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar conciencia de uno mismo

Blog sin animo de lucro:



miércoles, 7 de enero de 2015

DE PAULO COELHO /... OPINIÓN..A VILLENA

La arrogancia es normalmente una máscara banal de cobardía
19 de noviembre 2014 por Paulo Coelho

"Dos cosas pueden suceder cuando conocemos a alguien: o bien nos convertimos en amigos o tratamos de convencer a esta persona a aceptar nuestras convicciones. Lo mismo ocurre cuando un carbón toca a otro trozo de carbón: tampoco comparte su fuego con ella o si éste resulta asfixiado por su tamaño y termina extinguiéndose”.
"Como generalmente estamos inseguros en el primer contacto, tratamos mostrando indiferencia, la arrogancia o la humildad excesiva. El resultado es que dejamos de ser nosotros mismos y las cosas comienzan a desviarse hacia un mundo extraño que no nos pertenece.
"Con el fin de evitar que esto suceda, permita que sus buenos sentimientos para ser vistos de inmediato. La arrogancia es normalmente una máscara banal de cobardía, pero termina evitando las cosas importantes de la flor en su vida. "

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A.   Villena

 

Interesante reflexión sobre una cuestión siempre viva  LA ARROGANCIA.

Nos cubrimos con ella, en cualquier nueva relación de amistad, como  bloqueando u ocultando nuestra verdadera fragilidad, con una máscara que tarde o temprano acaba cayendo.

 Con este comportamiento estamos ofreciendo un yo distorsionado y alejado de la natural proximidad, a la que como semejantes habríamos de aspirar.


Difícilmente nos relacionamos con los demás, de forma igualitaria, suele ocurrir que actuamos como maestros, o como alumnos según sean los interlocutores, esto deriva muchas veces, de la condición y posición de cada uno  “social-mente” …En este punto, interviene el currículo cultural,  económico o de relevancia familiar.
Diría para finalizar, que por lo general solemos admitir este tipo de jerarquías, como pilar  de arrogancias, que tanto daño hacen a la convivencia.

 

domingo, 8 de junio de 2014

SENTIRSE MAL, (A. Gabilondo) Y OPINIÓN, ( A. Villena ) /


Ángel Gabilondo


Basta vérselas con el dolor y el sufrimiento, y con la soledad de quienes no disfrutan de buena salud o no tienen condiciones para una vida digna, para retener la retahíla de quejas y contener el tono de constante lamento.
 En innumerables ocasiones quienes más argumentos tienen para hacerlo no disponen de las mínimas condiciones para mostrarlo.

La pérdida de fuerzas y de razones, el desconcierto ante la situación, la incapacidad o la imposibilidad de afrontarla y la infinita tristeza que ello conlleva nos anuncian lo que no requiere demasiadas proclamaciones. Y ya ni siquiera una exposición de motivos o una catalogación de las causas producen alivio alguno.

También hay un enigma en el malestar, que no siempre se diluye con una relación de explicaciones. Incluso en el caso de males procurados por uno mismo o por los demás, el asunto no se sutura con la atribución de culpabilidades. Podría aliviar, pero el alivio no siempre se recompone.

En determinadas coyunturas, en situaciones extremas, ni siquiera es fácil la compañía, ni la de acompañar, ni la de ser acompañado, ni se hace muy factible ni una comprensión ni una entereza con más contenido que un simple ponerse relativamente cerca. O acertar con la distancia adecuada. A veces, estar mal incluye precisamente estarlo con otros, y para con los otros, dado que, en cierto modo, ya se haya insatisfecho e incómodo para con uno mismo.

DE ÁNGEL GABILONDO (Sentirse mal)


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OPINIÓN:        A.  VILLENA
La lucidez de Ángel Gabilondo, tratando escollos tan delicados, como los que relata, y también la lucidez y agilidad en como lo relata, hace que muchos entre los que me encuentro,nos veamos reflejados y afectados por situaciones semejantes,en algun momento de nuestra vida.

  Poco que añadir a esta porción de artículo, que refleja la angustia y el desplome de un ser humano, cuando se ve dañado por cualquier dolencia en donde el entorno no puede evitar esa percepción de soledad y de debilidad extrema.

Son muchas las veces, que en una situación de desplome, no sólo físico, sino mental, podemos desear no ver a nadie, esto sin duda hay que respetarlo, ahora bien, creo que es una opción que siempre ha de ser decidida por el  afectado.

Fotos bajadas de Internet.