PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

jueves, 10 de noviembre de 2022

INCENDIO,MOLINO FALCOM







MOLINO FALCOM, DESPUES DEL INCENDIO DE 24/07/2021

 


ENERO DE 2020. (Antes y después de la pandemia)

 Son las 23 horas del día 14/01/2020:


¡Existo, luego observo y oigo todo tipo de relatos, también veo televisión, recopilo información y analizo desde mi peculiar manera de ver y sentir lo que me rodea!


Son pensamientos que se trocean a cada momento, por una especie de hipo que padezco en la memoria, y que me bloquea cuando de nombres se trata, lo que condiciona mi pobre relato, que no pasa de ser de lo más mundano. 


Trato de ser coherente, a la vez que trato de practicar la empatía con aquellos que pisotean mis ideas, son personajes intransigentes, violentos insultantes, con los que procuro contemporizar.





Solo en alguna ocasión, después de escuchar algunos de sus relatos o predicciones, sobre el apocalipsis que nos traerá el nuevo gobierno social comunista y dirigido según ellos, desde Venezuela, intento ironizar o bromear con el mejor tacto posible.

Gentes que auguran una nueva guerra civil, otros que las esencias de la gran España están en peligro, redes sociales vomitando odio en todas direcciones.

UNOS MESES DESPUES:

En 25 de octubre de 2020, pasados 10 meses, desde que escribí lo anterior, la pandemia o “Covi19” continúa poniendo a prueba a esta mi querida España. Perdida en todo tipo de contradicciones, derechas divididas, que han parido a ultras y nacionalismos intransigentes, que convierten lo que debiera ser unidad, para poner freno a la pandemia, en un enfrentamiento, con todo tipo de insultos en el congreso y senado. 

Esta situación ha producido en buena parte de la sociedad, una especie de ira y odios, que canalizados a través de las redes sociales, están haciendo este año especialmente peligroso, o cuando menos muy preocupante.


           A. Villena.

      


miércoles, 9 de noviembre de 2022

DEL BAUL / CUMPLIDOS, 44



                          

Cada vez que tomo el bolígrafo, acabo escribiendo sobre mi entorno, mis estados de ánimo, mis fracasos o mis logros.

Hoy he estado en el fútbol con mi hermano Juan, viendo al Hellín Deportivo, que camina con paso firme a 3ª división.
                 Mi sobrino Juan Carlos.    "Raco", para los aficionados, no ha jugado por encontrarse lesionado.                  



A cien metros de muralla Talave
Cinco Km. antes del Talave
Esta mañana, dando una vuelta con la bicicleta, he pasado por la casa que se está construyendo un amigo policía, y que era campeón de comer tomates recién cogidos, en nuestro tiempo de hortelanos.
Tomates del Porras hijo
  Estaba haciendo las rozas para el cableado eléctrico, por cierto, una enorme casa y con materiales de buena calidad.

  Cuando paseo con la bicicleta por los caminos de Isso, mi mente se enfrasca en una búsqueda de recuerdos, que difusamente aparecen y desaparecen con mucha rapidez, produciéndome una sensación de vacío, al no poder concretarlos, es como si mi pasado estuviese en un baúl del que no encuentro la llave.

 Por otra parte, la mirada al pasado me genera ciertos deseos de revivirlo, especialmente para dejar testimonio de aquella realidad que me aparece tan borrosa.

  A veces me siento vacío, y con la sensación de haber perdido gran parte del equipaje, ¡De ahí!, mi obsesión por rebuscar en el pasado para crear lazos, que unan dos partes de mi vida que han quedado muy desconectadas.
  Sería, como si la parte que ahora me toca vivir o presente, no tuviese raíces, creándome cierta sensación de discontinuidad.
 En la actualidad, sin llegar a sentirme frustrado, no puedo evitar estar desmotivado y con ramalazo de introvertido,
 De alguna manera, la relación con los demás, (Excluyendo a la familia), es una parcela que tengo muy descuidada.

  Cuando trato de encontrar explicaciones a esta situación, no me resulta fácil concretar los motivos.  por una parte, quizá la comodidad de no restar libertad, al poco tiempo libre que me queda, después del trabajo.

Por otra, lo que denomino improvisación instantánea, ¡O sea!, sentirme libre para poder cambiar de dirección, en cualquier momento.
   Esto que resulta egoísta por mi parte, me priva de algo importante, la comunicación con los demás, como terapia, para generar cierta estabilidad mental, a través de opiniones y vivencias ajenas,