PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

jueves, 12 de enero de 2023

EL HILO DE LOS RECUERDOS

 



 Mi primera década de vida:
          Años-50

(Fotos bajadas de la red)
,
 Nací en Isso.. "Barrio Caravaca" (Antes cerrico de la cruz), soy el sexto de una familia humilde, cuyo sustento se apoyaba en el cultivo de unas pequeñas parcelas arrendadas, sumado a los jornales de mis hermanos mayores en limpieza de montes, hoyos para almendros, siega de cereal, replante de arroz, hortalizas, y también eran frecuentes los jornales en almazaras y de intercambio, principalmente con mi tío Gachero.

  En cuanto a la construcción, algo de albañilería, y la extracción en cantera de diversos materiales derivados de la piedra caliza.  También era frecuente la extracción por medio pico y pala, de arena en ramblas.

 En mi caso, mi primer recuerdo y muy distorsionado, pues no pasaría de los 5 a 6 años, cuando acompañaba a la Josefa de Juárez a tavizna, a llevar almuerzos o comidas.
 El itinerario:
 Casa Velasco, Piedra del tesoro, Casa de los Trigueros, Casa de la presa, hasta las primeras casas de tavizna.


     También recuerdo de mi niñez, que los lunes a primera hora acontecía
 la salida semanal al monte, de los esparteros.
 Y se iniciaba con el aparejo de  los burros, (mantas, silletas, cabezadas, aguaderas et.), eran los encargados de transportar el hato y una vez en el monte, también del transporte del esparto, hasta las tendías, donde era pesado y esparcido para su secado.  Recuerdo el gran alboroto en que se convertía el barrio ir y venir a las tiendas, para acopiar las viandas de la semana, algunas familias tenían que utilizar más de un animal, pues podían ser varios miembros quienes emprendieran la marcha. (El Cosme, Pizlan, José Perol, El Dorado, et.et.)
Cuando abandonaban el barrio por la esquina de tartaja dirección al Barrio Graos, eran como una especie de romería, también me queda la idea de que partían con buen ánimo. 



UN ISSERO INVIDENTE / GALARDONADO

 Rafael de Lorenzo galardonado con la Gran Cruz  de la Orden de San Raimundo de Peñafort

Nacido en Isso, es secretario general de la ONCE

Rafael de Lorenzo, un hellinero nacido en Isso, en la actualidad secretario general de la ONCE y de la Plataforma del Tercer Sector, ha sido galardonado con la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, impuesta por el Ministerio de Justicia a propuesta de la Facultad de Derecho de la UNED y el Colegio de Abogados de Madrid.

Esta es una de las máxima condecoración que existe, respecto de las profesiones jurídicas (abogados, jueces, fiscales, profesores de derecho…). En Enero del año 2009, recibió la Cruz Distinguida de esta misma Orden

El acto tuvo lugar en la sede del Ateneo de Madrid con la presencia del ministro, Rafael Catalá, y la decana del Colegio de Abogados de Madrid, Sonia Gumpert.

De Lorenzo recibió esta distinción en reconocimiento a una intensa labor profesional a través de las instituciones con las que ha estado comprometido, especialmente la ONCE.

Nacido en 1952, Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, obtuvo el Grado de Doctor en Derecho “cum laude” y premio extraordinario por la Universidad de Alcalá de Henares.

Ingreso en la ONCE en 1967 donde ha desempeñado distintos cargos de responsabilidad en su Dirección General.

Es el Secretario General de esta organización desde hace 12 años

REFRANERO






Reinvención de sentencias del refranero tradicional 



Vistan un palo y parecerá algo.
Como tiene para pagarse modista la flaca, hasta caderas, culo y tetas le saca.

*** 

Tabernero que bebe, termina donde no debe.
Hoy llevamos a su casa bebido al tabernero, pero mañana cambiaremos de abrevadero.

*** 

Divide y vencerás.
Divide y vencerás, pero multiplicando te forrarás.

*** 

Ya entre locos me metí y lo que fuera de ellos será de mí.
Ahora que tengo el tractor, no me pidas que me haga pescador.

*** 

Ya que la casa se quema, calentémonos en ella.
Ahora que estábamos calientes, vienen los putos bomberos.

*** 

Un par de ajos al día dan mucha energía.
Un par de ajos al día, espantan la compañía.

*** 

Vaca de dos amos, ni da leche, ni come grano.
Comprarse una moto a medias, negocio de listo y tonto: uno pasea a la novia y echa gasolina el otro.




sábado, 15 de junio de 2019


Refranuevo (60)



Reinvención de sentencias del refranero tradicional



Va el mal a donde hay más y el bien también.
Acude el hierro al imán; el rico, a donde hay dineros; el mal, a donde hay más mal; a las putas, los puteros.

*** 

Una cosa es ser sincero y otra ser grosero.
Por mucho que se empeñe el impertinente, del sincero no es ni siquiera pariente.

*** 

En tu casa sardinas y en la ajena gallina.
En tu casa valiente y en la ajena gallina.

*** 

Ya que me das el consejo, dame también el remedio.
Que para vivir tengo que comer ya lo sé; lo que busco es a alguien que un remedio me dé.

*** 

Un día de obra, un mes de escoba.
Más ensucia albañil en una mañana, que rebaño de cabras en una semana.

*** 

Más vale una mala boda que un buen entierro.
Lo enterraron junto a una morera, para que los gusanos fueran de seda.

*** 

Yo he hecho lo que he podido y la fortuna lo que ha querido.
El tiempo que los fracasados emplean en buscar la excusa, los triunfadores lo utilizan para hacer el último esfuerzo.

***

jueves, 13 de junio de 2019


Refranuevo (59)






Reinvención de sentencias del refranero tradicional 



Siéntate en tu lugar y no te harán levantar.
En hospital de Sevilla, un visitante cansado, se tumbó en una camilla y está recién operado.

*** 

Un agravio consentido, otro venido.
Hay “noes” que no admiten “peros”.

*** 

Cuando menos se espera, la muerte llega.
Dio de baja el seguro para darse un capricho, sin saber que tenía tan próximo el nicho.

*** 

El que tiene boca, se equivoca.
El que escribe “voca”, se equivoca.

*** 

Quien canta, sus males espanta.
Quien sin venir a cuento canta, a los de alrededor espanta.

*** 

Zapato de tres, del primero que llega es.
Mejor que no comparta la ropa con su hermana, porque una es más cuidadosa y la otra más marrana.

*** 

Un día es un día, pensó el avaro. Y añadió a la olla un garbanzo.
Un día es un día, dijo el casto. Y pecó de pensamiento