PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

sábado, 22 de abril de 2023

LOS DANZANTES DE ISSO / 3 DE 5



DURMIENDO SOBRE EL TRILLO


















































































































































































miércoles, 19 de abril de 2023

LA FUENTE:


 Recuperar lo que recuerdo de Isso, no deja de ser una manera de pasar el tiempo

entretenido.

Sin embargo, en mi momento actual lo percibo como el rescate de páginas, que se difuminan por momentos, y por eso lo tomo como una oportunidad para dejar a nuestros predecesores, algunos apuntes, de cómo fue parte de su día a día, de gentes, que, como nosotros, hemos compartido su existencia, en un lugar llamado Isso, solo que en tiempos diferentes.
¡Ocurre! Qué en los tiempos actuales, nos hemos dotado de una tecnología tal, que aquello que pasa desde hace un par de décadas, se está imprimiendo, digitalizando y compartiendo, con ello, el futuro sobre las historias del presente está aseguradas, (afortunadamente).

No así, lo acontecido en tiempos algo más lejanos, cuando hacer una simple foto era difícil o imposible.
En mis desvaríos nostálgicos, no siempre tengo la pluma cuando aparecen los recuerdos, también ocurre en muchos casos a la inversa, de modo que hay que esperar a que los recuerdos y la pluma estén en el mismo momento y en el mismo lugar.
La fuente de Isso, que para generaciones anteriores a la nuestra, fue clave para la existencia y desarrollo de esta nuestra pedanía.
Desde hace unas décadas, el manantial ha dado paso a otras maneras de regadío.



Y no deberíamos olvidar, que hemos sido nosotros, testigos impasibles del cambio, y de sus consecuencias.
Es complicado opinar, sobre la necesidad de extraer del subsuelo, varias veces más de agua, de la que la fuente afloraba, para multiplicar la superficie de regadío,(Antaño en secano), así como hundir los niveles del acuífero, hasta el secado permanente del maratial. (Siempre habrá opiniones para todos los gustos).
Otra de las consecuencias ha sido la desaparición de las redes de acequias abiertas en tierra, tanto principales como secundarias tal como las conocimos.
En mi memoria han quedado algunos recuerdos sobre " El hilo del agua" , y que trataré de enumerar con el rigor que me sea posible, y quede claro, que no trato de recuperar para hoy, las formas de vida de aquellos tiempos, solo que desde mi visión personal, evocar cómo era el pasado cuando nuestras gentes dependían casi por completo del manantial.
Mis primeros apuntes serían, la desaparición de las romerías en el día de la Cruz, el lavado de tripas de cerdo de las matanzas, (Como parte más lúdica).
Otros serian la desaparición de los molinos de la Cerca, Marcelin y la Placeta.
Los lavaderos de ropa, punto de encuentro muy significativo, para ponerse al día sobre lo que acontecía, por cierto, que en los barrios ya sabían el horario de agua y quienes regaban, para tener preparados los lebrillos y barreños con la ropa sucia.


El entubado de las antiguas acequias de riego, ha sido el principal culpable de la desaparición de muchas especies, tanto animales como vegetales al quedar privadas del acceso al agua en cualquier parte de Isso, debido a la desaparición de pozas y calderones.
También corrieron la misma suerte algunos árboles centenarios que habían crecido junto a la humedad de las acequias tales como higueras, chumberas, paletas y el más representativo por su volumen, el chopo de la casa Gachero, sin olvidar los almecineros.
También los caños de Partidores, Bolos y creo que también había en barrio Méndez y puede que algunos más que no recuerdo.
En aquellas acequias principales, había unos partidores, con nombres muy variopintos, yo recuerdo algunos como, los Olmos de Pepe Rico, (arriba de la Casa Baltasar), el Puente, la Media, Casa la Parra, Los Chanes, Piedra del Tesoro, Las hermosas , El partidor de don Julián et.





































 































martes, 18 de abril de 2023

RECUERDOS DE ADOLESCENCIA:


A primera hora cae el aparejo sobre la robusta y asustadiza mula, ( Nunca tuvo nombre ).
El carro con el torno tensado y los mozos
puestos, está listo.
 En varios portales de la "Calle delante", ya hay burros atados a las anillas o rejas y los esparteros llenando las agüeras de viandas con continuas idas y venidas a la tienda del pequeño.

Es lunes, y este fin de semana al fin se ha sabido, que abren la tendía del romeral.

En poco tiempo, se van incrementando los saludos mañaneros y en el portal  de cada casa, se desperezan mayores, jóvenes y  chicos.

El  campo, el monte y la escuela, junto con lavaderos, son los lugares donde se repartirán la mayoría.

 Eran los años 50 - 60 y las familias estaban compuestas de una abundante prole.
Es principios de verano y después de una primavera lluviosa, el campo ofrece su mejor versión, olivos cargados de tramilla cuajada, y el monte rezuma el verde oscuro, propio del pino y las atochas.

 Rueda el carro por las terrosas calles, el roció mañanero augura un día bochornoso.

El pequeño y bullicioso barrio se pone en marcha, el carro se mueve tirado por la joven mula, las yantas metálicas van estallando las menudas piedras del camino.

Estamos en la cañada
junto al barrio castor.


 Unas cuantas cargas de
cereal segadas y apiladas 
unas semanas antes,
nos esperan 

 El peculiar olor del rastrojo húmedo, nos acompaña durante el tiempo que dura la carga.
Con maestría de artesano, el encargado de colocar los apretados aces entre los varales, no escatima esfuerzo para hacer los menos viajes posibles.
El otro operario (Eran algunas de misobligaciones), desde el suelo le iba elevando las gavillas hasta que las alcanzaba, ayudado de una horca.

A veces ocurría, que bajo el cereal aparecía alguna que otra sorpresa, en forma de lagarto, culebra, escorpión, ciempiés et, con el consiguiente susto.

Una vez la carga completada, procedíamos a sujetarla por medio de cordeles de cáñamo, y que se tensaban haciéndolos correr por las cijas, después regresábamos al barrio donde estaba la “era”, para la trilla,