“La vida es un paseo que no quiero que se acabe”.
Mari Trini
Qué ingratos hemos sido contigo, Mari
Trini. Tu legado se encuentra al alcance de todo el que quiera
escucharte. Somos ingenuos y vanilocuentes. Cuántas verdades y hermosas
proclamas afloran en tus versos. Ya lo presentías y comentabas durante
nuestros encuentros, e incluso diseñaste explícitas plegarias con tus
desencantos y tus suplicios. No supimos entender. Estoy convencido que
no te extrañará en absoluto lo que ahora acontece en el mundo; tú lo
vaticinabas.
Qué injustos te resaltaremos, aún sin tenerte entre nosotros y no sabemos velar por tu recuerdo
Pero la grandeza de tu obra no podrá borrarse y quedará in petuum. Nos lo decías: “… Voy en busca de la paz, de paz/ que nunca encontré en mi hogar/ aunque sea menor, tengo mi honor/ sé pensar y me voy/ si usted me quiere llevar…”
Cuánta metáfora desnuda que no supimos descifrar, cuánta ternura desmesurada sin respuesta, cuánta invitación a la lucidez, cuánta oración de amor inacabada… Nos quedan tus escritos y tu música para que en algún instante recapacitemos y podamos descubrirte, a través de las excelsas composiciones que fuiste desgranando sigilosamente a lo largo de tu intensa carrera profesional.
Qué descuido cantautora, desconocer tu último manifiesto entregado sin tapujos en “Espejismos” (1990), en “Sin barreras” (1995) y en “Alas de cristal” (1996). Cada una de las canciones de estos tres discos refleja un cataclismo trepidante, pero sin rencores. Verso a beso nos gritabas para que supiéramos quien eras y que anhelabas en esta vida. Tus auxilios se convertían en ofrendas de sonidos acordes para los demás. Desnortados e ilusos, ignorábamos tu canto a la vida, tu himno a la amistad. Disculpa, una vez más, nuestra arrogancia: “No pasa nada” y “Así nos va”; títulos de dos de tus composiciones cargadas de sabia ironía.
Amiga, permíteme que hoy, en el primer aniversario de tu “viaje”, recuerde el texto de tu canción “Sin un adiós” donde vuelves a sublimar uno de los momentos más trascendentales de la existencia del ser humano:”…Una mañana gris se fue/ mirando al horizonte se fue/ …/ Y se marchó sin pronunciar/ ni
siquiera un adiós/ sin un adiós/ …/ Con la tristeza se fue/ sonriendo a medias se fue/ sin entender por qué/ se fue, se fue/ …/ Llevaba heridas por toda el alma/ no tuvo tiempo de cicatrizarlas/ miró a los cielos pidiendo ayuda y gritó/ sonó el silencio…” Jamás silenciaremos tus ilusiones y siempre parlamentaremos sobre tus doctrinas, querida Mari Trini. Escribir y componer fue para ti un sacerdocio, una veneración; pero nunca una vanidad de opereta. Disculpa, mañana seguimos hablando.
Pero la grandeza de tu obra no podrá borrarse y quedará in petuum. Nos lo decías: “… Voy en busca de la paz, de paz/ que nunca encontré en mi hogar/ aunque sea menor, tengo mi honor/ sé pensar y me voy/ si usted me quiere llevar…”
Cuánta metáfora desnuda que no supimos descifrar, cuánta ternura desmesurada sin respuesta, cuánta invitación a la lucidez, cuánta oración de amor inacabada… Nos quedan tus escritos y tu música para que en algún instante recapacitemos y podamos descubrirte, a través de las excelsas composiciones que fuiste desgranando sigilosamente a lo largo de tu intensa carrera profesional.
Qué descuido cantautora, desconocer tu último manifiesto entregado sin tapujos en “Espejismos” (1990), en “Sin barreras” (1995) y en “Alas de cristal” (1996). Cada una de las canciones de estos tres discos refleja un cataclismo trepidante, pero sin rencores. Verso a beso nos gritabas para que supiéramos quien eras y que anhelabas en esta vida. Tus auxilios se convertían en ofrendas de sonidos acordes para los demás. Desnortados e ilusos, ignorábamos tu canto a la vida, tu himno a la amistad. Disculpa, una vez más, nuestra arrogancia: “No pasa nada” y “Así nos va”; títulos de dos de tus composiciones cargadas de sabia ironía.
Amiga, permíteme que hoy, en el primer aniversario de tu “viaje”, recuerde el texto de tu canción “Sin un adiós” donde vuelves a sublimar uno de los momentos más trascendentales de la existencia del ser humano:”…Una mañana gris se fue/ mirando al horizonte se fue/ …/ Y se marchó sin pronunciar/ ni
siquiera un adiós/ sin un adiós/ …/ Con la tristeza se fue/ sonriendo a medias se fue/ sin entender por qué/ se fue, se fue/ …/ Llevaba heridas por toda el alma/ no tuvo tiempo de cicatrizarlas/ miró a los cielos pidiendo ayuda y gritó/ sonó el silencio…” Jamás silenciaremos tus ilusiones y siempre parlamentaremos sobre tus doctrinas, querida Mari Trini. Escribir y componer fue para ti un sacerdocio, una veneración; pero nunca una vanidad de opereta. Disculpa, mañana seguimos hablando.
Pedro López Morales
LA OPINIÓN- Miércoles, 7 de Abril , 2010
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- Hormiga
- hormigatomica100@hotmail.com
Mari Trini (1947-2009) ha pasado a la historia como el primer icono lésbico de España, a pesar de que jamás hizo público ningún dato sobre su vida personal. “Mi vida particular es mía”, declaraba en una entrevista a RNE en el año 2005, en plena promoción del doble CD+DVD recopilatorio “Una estrella en mi jardín”, el último de los 25 discos de su carrera. Todo parece misterioso en torno a esta mujer que disfrutaba desmontando motores de coche y que pasó buena parte de su infancia en cama a causa de una infección renal. Mientras estuvo enferma empezó a tocar la guitarra y a componer.
Vivió casi siempre en Madrid, aunque se instaló en Sant Pol de Mar durante algún tiempo. Visitaba Barcelona a menudo y más de una vez se dejó caer por el mítico Daniel’s, el primer local de encuentro para mujeres lesbianas de la ciudad.
(Aquí con Gloria Fuertes y Claudette)
Todo lo que hacía Mari Trini tenía una causa, generalmente en pro de la defensa de la mujer o para enfrentarse a los rumores sobre su persona. Nunca respondió al estereotipo de feminidad de los últimos años del franquismo. Uno de sus temas, “Ayúdala”, fue censurado en Argentina por considerar que retrataba una relación amorosa a tres bandas. Ella siempre lo negó. Su discográfica le sugirió en más de una ocasión que cambiara algunas palabras o líneas de sus canciones. Su activismo feminista le valió el premio “Lucha por la Igualdad”, que le fue concedido en el año 2008 por la Comunidad Autónoma de Murcia.
Fue la primera mujer que apareció en Televisión Española llevando pantalones tejanos, y eso provocó que la llamaran marimacho y que le gritaran “¡lesbiana!” y “¡borracha!” en algunas de sus actuaciones.Solía vestir de blanco o de negro, impecable y recatada, sin exhibir su físico. Quería que el público la valorara por lo que cantaba y cómo lo cantaba, no por lo que enseñaba. Se llegó a decir que era coja, que tenía una pata de palo, y todo porque usaba pantalones y vestidos largos. Quizá por eso fue portada de la revista Interviú en 1984, para acallar a quienes le achacaban un defecto físico, pero el desnudo pudo deberse también a un momento de dificultad económica de la artista, que sufrió varios presuntos engaños y estafas a lo largo de su carrera.
Claudette Loetitia Lanza fue oficialmente la secretaria personal de Mari Trini durante más de 40 años; de puertas adentro fue su compañera sentimental durante toda una vida. Claudette era francesa, tenía 13 años más que la cantante y se conocieron en Madrid. Poco se sabe de ella, solo que dejó a su marido y a su hijo por Mari Trini, que trabajó como su asesora de imagen hacia el final de su carrera y que fue ella quien se negó a que la artista hiciera pública su relación.
En fin, que esta mujer fue todo un puntazo, por resumirlo de alguna forma, y os dejo el super reportaje que se hizo en interviú, jiji!
(Metiendo tripilla)
(A lo Marilyn pero en la playa)
(Y aquí ya, dándolo todo!)
Cómo se nota que no había photoshop, aunque desde luego quedó claro que no tenía ninguna pata de palo ni era coja, sino que se vestía como le salía de eso que se ve en la foto de aquí arriba y hacía lo que se salía del mismo sitio al que os remito)
A.VILLENA
En mi opinión, fue una gran cantante que transmitía con sus canciones, su propia vida.
Lastima que se nos fuese tan pronto.
Su sensibilidad rayaba lo místico, quizá atrapada en un tiempo que le era poco propicio.
No tuvo la valentía de enfrentarse a sus fantasmas, por ser tiempos difíciles, de nuestra entonces España oscura e intolerante.
De sus canciones, tuve la suerte de oírles y de sentirlas, como corresponde a la adolescencia, cuando los deseos amorosos nos dan punzadas en el estómago.
Eran unas canciones con mensajes desgarradores y que ofrecían un dolor que solo algunos privilegiados saben convertir en mariposas y emociones muy especiales.
Vaya mi humilde homenaje, a una mujer que fue todo un ejemplo de sensibilidad.
CANCION "DEJAME"