PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

martes, 27 de junio de 2023

EN EL BAILE DE VERANO:


   ¿Soy realista de nacimiento, o la vida me ha colocado en esa actitud?

Quizá el realismo sea la actitud más ecuánime del ser humano, sin embargo, a veces nos priva de momentos emocionantes.

LA ADOLESCENCIA: 

 Hay momentos en mi vida, relacionados con la adolescencia y juventud, que de alguna manera, han quedado incrustados en mi cerebro, sin saber a ciencia cierta, si fueron como me han trascendido,  o con el tiempo se han magnificado, lo cierto que siempre han estado presentes entre mis recuerdos. 

 En cuanto a la frecuencia, si los cuantificó por experiencias vividas, y que recuerde, diría, que se pueden contar con los dedos de una mano, lo cierto, o por lo menos así lo entiendo, que casi siempre están relacionados con  esos primeros escarceos amorosos, en los que a edad temprana comienzas a sentir atracción por alguna chica en concreto. 





Orquesta,"Los Picazo" 

En una de las esquinas del corral se elevaba el pequeño escenario,sobre el que estaba la orquesta, alrededor mesas y sillas  esparcidas y un poco más alejado, un círculo hormigonado, convertido en pista de de baile.


 Unas pocas parejas bailaban.  El resto una ancha y larga superficie cubierta de gravilla, finalizado en una larga barra improvisada, donde los chicos, animados por la música y algun cubata, nos sentíamos como pavos reales extendiendo el plumaje.

 


En una de mis aproximaciones a la zona donde estaban las chicas, quedé deslumbrado por una de ellas,no se que me paso lo cierto que lo disimulaba lo que podía, pero solo querían mirarla una y otra vez, me parecía sacada de un cuento de hadas  se quedó grabada para siempre en mi memoria.

 Emociones mágicas, era muy jovencita.

Fue una noche de deleite desconocido, que con alguna copa y el ambiente de fiesta lo viví durante unas horas, como si cabalgara sobre una nube, de la que no deseaba bajar.

De su nombre me entere a los pocos días,despues de saber que estaba de visita en la casa de Gachero.

Supe que se llamaba Gloria. 

   Por cierto qué no bailo, había poca gente, y solo unas pocas parejas de novios lo hacían.



Unas horas después y aún subido en mi nube comprendí, que vivir podría ser apasionante.  




 La página anterior la inicie con la duda de si era realista, como cuestión innata, o simplemente la vida te hace.

Si las circunstancias de esa noche que viví, hubiesen derivado, enque esa chica y yo hubiésemos acabado juntos, tal vez, ya no habrían existido más momentos como aquel. 

¡A saber! 

Baje de la nube, y me incorpore a la tarea del riego, que aquella misma noche ,tocaba tanda



Supongo, que nuestra existencia también está delimitada por nuestros propios ciclos.

         Nuestros comportamientos y nuestras emociones podrían estar lastrados, por hilos que desconocemos.

   Esta suposición, podría ser generadora de instintos tan básicos, que cuando nos afloran en alguna ocasión, nos dejan sorprendidos y sin respuesta. 

Lo mágico está relacionado con los sueños, por no sé qué hilos, pero ocurre, o por lo menos en mi caso, que a veces cuando despierto pasada la noche, hay imágenes en mi cerebro sobre sueños que he tenido que aún siendo irreales, te hacen sentir bien, y al que volverías para quedarte en él. 



ISSO RURAL-2. CARREÑO



Tiempos de la España de la escasez y el miedo, áspera,silenciosa ,sumisa.
El amigo Carreño Issero nostálgico, nos revela con bastante minuciosidad en estas páginas, su visión más emocional que real, sobre tiempos que aun siendo casi de supervivencia.    Las catervas de niños jugabamos buena parte del día  en las calles y en los campos próximos a barrios humildes.

Casi todos guardamos como suele suceder, recuerdos de juegos ,travesuras y nuestros inicios en compañía de familias bastante numerosas, el fue de los primeros que hubo de emigrar en compañía de su madre cuando apenas cumplió 8 años.





















































































miércoles, 21 de junio de 2023

ENTRE ADOLESCENTE Y JOVEN- ( ISSO ) /


 Cuando llega el tiempo de elegir chica 


ADOLESCENCIA:


Recuerdo al finalizar el baile ya de madrugada,  quedar en el bar  de Custodio (en bolos), cada cual pavoneándose, con los éxitos de la noche.

Cuestión lógica, en jóvenes cargados de euforia adolescente, y alguna que otra copa,eran momentos enque cada cual comentaba a su manera como lo había pasado, procurando no quedar mal parado,cierto que recuerdo aquellos últimos momentos de la fiesta muy gratamente. 

JUVENTUD:      (Todo lo anterior cambia)

En la transición a la juventud, aquellos tonteos, escarceos o  experiencias de amigos de manera informal, comienzan a diluirse.

 Cuando esto ocurre, los grupos de amigos comienzan a disgregarse, a veces, porque las parejas con las que  salimos de manera más o menos formal, son poco afines, o porque deseamos estar más solos


En mi círculo de amigos ocurrió, que en un corto plazo de tiempo, si denominamos corto unos dos años. Pasamos de ser adolescentes más o menos agrupados y disfrutando por todo lo que se movía, a caer en la cuenta, de que era tiempo de elegir chica y formar familia.

Este cambio de pensamiento se produjo,  cuando comenzaron a formalizarse algunas parejas, y lo que era clave de noviazgo formal, (hablar con los padres y explicarles nuestra sana intención), si la respuesta era positiva, quedábamos autorizados a entrar en casa de la ya novia, ojo, sólo para  verla.  
  Lo cierto, que en corto espacio de tiempo, comenzaron las prisas, fue como si de pronto todos deseáramos tomar una, antes que se acabasen. 

Yo definiría esta época, como  inquietante, y con vuelcos en las emociones bastante complicados.

 En mi pueblo, en aquellos tiempos a las chicas en edad de noviar,  solíamos verlas por lo general, en el baile los domingos por la noche.  
Recuerdo que desde la barra, bien del baile de Juanete (En bolos) o la Rubia (En la placeta), estábamos expectantes, a la puerta de la entrada, donde iban llegando los grupos de chicas jóvenes (según el barrio), y como no, acompañadas por una señora mayor, que eran las encargada de vigilar comportamientos.

 tal y como llegaban los grupos, iban tomando asiento, pegadas a  la pared, donde estaban dos o tres hileras de sillas, solo interrumpido, por la barra situada enfrente de la entrada y el escenario, situado a la izquierda.
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 Los grupos de chicos en la barra, disimulando nervios, hasta que veíamos entrar nuestra chica preferida.
Eran momentos, donde la liturgia más ancestral, en los machos de cualquier especie se cumplía.
La  exhibición de  atributos masculinos,  para llamar la atención de las hembras.

Con 18 o veinte años, como decía anteriormente, la competencia comenzaba a aflorar en  el grupo de chicos, por tanto, la hora aproximadamente que duraba desde la llegada de las chicas, hasta que sonaba la música, era el tiempo de gestos, desde mostrarnos  sobrados, hasta exhibirnos con el vaso y el cigarrillo.

Sonaban las primera notas de la noche, y las primeras parejas de chicas, comenzaban a bailar entre ellas, esto generaba en nosotros, (una vez  decidido con quien deseabas bailar ), tener que encontrar pareja para la otra chica, y proponerlas un baile.

 Lo cierto, que el que se descuidaba (yo era uno de ellos) solíamos llegar tarde.

Cuando esto ocurría, el último recurso que nos quedaba era, pasear por las orillas por si alguna quedaba sentada.

 Esto no nos agradaba, pues en muchos casos, si te daban calabazas, la vieja que solía estar próxima, se encargaría de divulgar.

Yo recuerdo esta segunda parte del baile, con la música en marcha, con  más sombras que luces, pues sin entrar en detalles, hasta que no consolide mi noviaje, con la que hoy es mi mujer, digamos que me sobró complejo y timidez.  
      
 Cuando de una u otra forma, los grupos de chicos y chicas se van convirtiendo en parejas estables, nuestros revoloteos intrascendentes se convierten en interesadas relaciones, cada pareja trata de encontrar su intimidad, alejándose de lo que en tiempos anteriores representaba  el grupo de amigos.

Esa etapa, con sus momentos de magia, y también tormentosos, son parte del camino.
Recordarlos y transmitirlos, simplemente un entretenimiento.


A. Villena