PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

lunes, 13 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 19


SEÑORÍO DE VILLENA
 Hellín perdería su estatus de villa de realengo antes de la muerte de Alfonso X (1284). En la década de 1260, su hermano el infante Manuel había acumulado un gran señorío que venía extendiéndose desde su primitivo enclave en el levante peninsular hasta Almansa; y en la siguiente década ya se había interesado por Yecla y Hellín, e incluso por los términos de Chinchilla, Jorquera y por la villa de Ves.

 Es posible que Hellín también fuera cedido por el rey a su hermano el infante Manuel, pues sabemos que éste le confirmó sus fueros y cuantos privilegios tenía otorgados con anterioridad. 

Isso también acabó integrado en el Señorío de los Manuel, como lo prueba un documento de 1284 por el que el obispo de Cartagena reclamaba ante el rey las usurpaciones de rentas por parte de vasallos de don Manuel, citando a un tal “Fruela alcayde de Hellin et de Ysso” (Pretel, 1998, p. 4; 2008, p. 211).

Tras la invasión aragonesa del reino de Murcia, don Juan Manuel entregó Isso y Hellín en 1305 al rey Fernando IV de Castilla, el cual confirmó los fueros, usos, costumbres, privilegios, cartas de mercedes y franquezas otorgadas por su abuelo, el rey Alfonso X:“

Sepan quantos esta carta bieren commo yo Don Fernando [...] porque la villa de Hellín e Isso son mias por talante que e de facerles muncho bien e muncha merce a los que y son agora moradores [...], otorgoles e confirmoles todos sus fueros [...] que an del rey don Alfonso mio abuelo e del rey don Sancho mi padre que Dios perdone e del ynfante don Manuel e de don Juan su hijo quando estos lugares eran suyos, que lo ayan e lo usen dello bien e cunplidamente asi commo mejor lo ovieron e lo usaron fasta aquí. 

E porque entiendan que hera boluntad de les fazer mas bien [...], porque sean mejor poblados e mas rricos para mio seruiçio. 

Quito a todos los vezinos que son moradores en Fellin e en Isso [...] que non den pecho ninguno que acaezca que me ayan a dar en qual quier manera que sea por los heredamientos e casas que han en estos lugares sobredichos” (Pretel, 1998, pp. 186-187). 

En 1311 volvieron a incorporarse al señorío de los Manuel, esta vez de forma definitiva. Hacia 1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija Constanza, en fianza y garantía de su dote y herencia, los 800.000 maravedís que debería darle el heredero don Fernando Manuel cuando el padre falleciese. Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual que los otros, debía reintegrarse al mayorazgo de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).

La llamada “Guerra del Marquesado” que enfrentó a los Reyes Católicos y al marqués de Villena Diego López Pacheco, y que finalizó en 1489, tuvo graves consecuencias para este último, cuyo vasto territorio pasó en gran parte a manos de la Corona bajo la denominación de Gobernación del Marquesado de Villena, con capital en la villa de San Clemente (Cuenca). 


En 1586 esa unidad administrativa se dividió en dos corregimientos autónomos: al norte el que fue denominado como “Corregimiento de San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”, que mantuvo a la villa de San Clemente como residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”, también conocido con el nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”, que tuvo su capitalidad en la ciudad de Chinchilla. En este último se integraron todas las localidades pertenecientes al Reino de Murcia y las dependientes de la diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso, Cancarix y Agramón. 

El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix. A partir del siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur, Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66).


DEMARCACIÓN ECLESIÁSTICA ISSO:

En el ámbito eclesiástico, la aldea de Isso quedó incorporada a la jurisdicción de la Orden deSantiago, por lo que inicialmente se mantuvo exenta de autoridad episcopal, aunque por poco tiempo, pues tras depender fugazmente de las órdenes de Calatrava y Alcántara (Pretel, 2000, p. 58), pasaría a la Corona en 1252 y, teóricamente, al obispado de Cartagena, que había sido “restaurado” por el papa Inocencio IV dos años antes. En ese momento, Hellín se convertirá en cabeza de una vicaría de la que pasarán a depender las aldeas de Isso, Minateda, Calasparra, Jumilla y Tobarra (Pretel, 1998, p. 33).

La población cristiana debió de ser minoritaria entre los años que van desde la toma de la aldea hasta la rebelión mudéjar de 1264, puesto que el Tratado de Alcaraz permitía que los habitantes musulmanes continuaran practicando su religión y costumbres. 

Por ello, cabe pensar que la comunidad mudéjar de Isso, si existió, debió de mantener su identidad cultural y sus lugares de culto. 

A pesar de su posible reducción debido a la emigración, es muy probable que la población islámica siguiera siendo mayoritaria con respecto a los repobladores, pues el obispado de Cartagena tuvo serios problemas en las siguientes décadas para cobrar el diezmo en éste y otros lugares como Hellín, lo que llevó a los obispos a formular reiteradas quejas ante el rey en la segunda mitad del siglo XIII (González Arce, 2008, p. 98).

En 1274, un año marcado por la crisis derivada de las malas cosechas de cereal, el obispo don García Martínez elevó una queja a Alfonso X, ante el impago de los diezmos. 

El monarca, a instancias del portero real, mandó detener a Pedro Esteban y otros cogedores que se negaban a entregar el diezmo a los encargados por parte de la Iglesia. 

Su detención no parece que acabara con el problema, pues unos años después, en 1284, el obispo don Diego Martínez reclama ante el rey Sancho IV las usurpaciones de rentas por parte de vasallos de don Manuel, además de quebrantar sus casas. 

El rey manda que se entregue el diezmo demandado y se reparen los daños:“Sepades que don Diego, obispo de Cartajena, se me querelló que Sancho Sánchez, alcayde de Xorquera, et Fruela, alcayde de Hellín et de Yso, et el alcayde de las Pennas de San Pedro et algunos otros aicaydes et omes de los concejos toman sus diezmos et lo suyo et desapoderaron dellos a sus omnes de quel quebrantaron sus casas [...]. Onde vos mando firmemente que de aquellos que se el obispo querellase o su oficial o su mayordomo que fagades luego entregar todo quanto le tomaron et emendar el danno [...]” (Pretel, 1998, p. 41; 2008, p. 211).

En 1353, Pedro I reconocía a la iglesia de Cartagena su derecho, concedido en tiempos de Fernando IV, a cobrar la renta de Isso, Hellín y Molina (Pretel y Rodríguez, 1998, p. 132). 

Posteriormente, el libro Fundamento de la Santa Iglesia [...] de Carthagena del Obispo don Diego de Comontes (1446-1459) en el capítulo relativo a los diezmos, señala que:


“De los diezmos de Tobarra, con Isso, se facen otrossi tres tercios, el uno es de los Señores Obispo, y Cabildo, y partiendo por medio; el otro es del Beneficio, y Prestamo de allí, de el qual las dos partes son del Rey, y la otra del Terçcuelo dende. Las primicias de Tobarra entran en esta particion, cá pertenece insolidum á los dichos Señores Obispo y Cabildo, y partencelas por medio, no dando de ellas al Clerigo dende parte alguna” (Torres, Molina, 2009, p. 38). 

Hacia 1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija Constanza, en fianza y garantía de su dote y herencia, los 800.000 maravedís que debería darle el heredero don Fernando Manuel cuando el padre falleciese. 

Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual que los otros, debía reintegrarse al mayorazgo de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).


La llamada “Guerra del Marquesado” que enfrentó a los Reyes Católicos y al marqués de Villena Diego López Pacheco, y que finalizó en 1489, tuvo graves consecuencias para este último, cuyo vasto 
territorio pasó en gran parte a manos de la Corona bajo la denominación de Gobernación del Marquesado de Villena, con capital en la villa de San Clemente (Cuenca).


En 1586 esa unidad administrativa se dividió en dos corregimientos autónomos: al norte el que fue denominado como “Corregimiento de San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”, que mantuvo a la villa de San Clemente como residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”, también conocido con el nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”, que tuvo su capitalidad en la ciudad de Chinchilla. 

En este último se integraron todas las localidades pertenecientes al Reino de Murcia y las dependientes de la diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso,Cancarix y Agramón.

El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix.

 A partir del siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur, Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66)

jueves, 9 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 18

 

La tenencia de la fortaleza de Isso duraría poco tiempo, pues el 31 de julio de 1251 el infante don
Alfonso concedió Isso y Minateda a la reina Juana de Ponthieu: “a cambio de Isso y de Medinatea, que le pagó el peaje, y que se los dio a la reina Doña Juana” (Petrel, 1998, p. 27). 

Como estas eran posesión del maestre de Alcántara fue necesario adquirirlas previamente, compensando después a la Orden de Alcántara con Alcantarilla y ciertas propiedades y molinos en la vega murciana (Díaz, 1895, p. 16).



En 1252, doña Juana de Ponthieu, uniría Isso y Minateda a Hellín, confiándolas a la Orden de Calatrava (Pretel, 1998, p. 28). 

El 15 de marzo de 1252, el maestre de Calatrava reconocía tener en su poder los privilegios pertenecientes a la reina Juana: 


“Tres son del otorgamiento de todos los heredamientos que el Rey uso dio, et el quarto es de Felin, et el quinto es de Hyso et de Medinatea, et el sesto es de Marchena, et el séptimo es de Hyso el que tenia el maestro de Alcantara" (Torres,1969,p,15) 

Durante aquellos años, estos territorios seguirán habitados casi exclusivamente por mudéjares, pues no había en Castilla demasiados cristianos dispuestos a venir a poblar estas tierras y los que había, preferían asentarse en zonas más ricas y fértiles como el Valle de Guadalquivir, recién conquistado.


Entre los años 1264 y 1266 se produce, en la mayor parte de los territorios de Al-Andalus recién conquistados, una rebelión de los mudéjares de tales dimensiones que el rey Alfonso tuvo que solicitar ayuda a su suegro don Jaime I con el fin de sofocarla en el reino de Murcia. 



Aunque los habitantes de Isso y de los pueblos de su entorno eran mayoritariamente musulmanes no
sabemos si se sumaron a esta sublevación, aunque todo parece apuntar a que sí lo hicieron.


También desconocemos si Hellín llegó a levantarse, pues no se detecta la habitual pérdida de población que dicha rebelión tuvo en otros territorios. 


De hecho, llegó a convertirse en una de las villas con un mayor número de vecinos de la zona

(Pretel, 1998, p. 31).

El miedo a los mudéjares pudo ser también la razón por la que Hellín recuperase su estatus de villa de realengo en fecha no precisa, y el rey le concediera algunos privilegios cuya naturaleza nos es desconocida; aunque parece que no son muy distintos de aquellos que más tarde, en 1305, le dió Fernando IV como si fueran nuevos (Pretel, 1998, pp. 186-187).

Una referencia indirecta acerca del comercio comarcal y el peligro que acechaba en estas tierras durante la segunda mitad del siglo XIII la encontramos en la obra Miraculos romançados de Santo Domingo de Silos, escrita en esas fechas por el monje Pedro Marín, en la que relata cómo fueron hechos prisioneros algunos cristianos en esta comarca (González, Molina, 2008, pp. 119-124, 126). El caso que más nos interesa es el de un buhonero de Isso llamado Juan:

 

“En la época anterior, vino a Santo Domingo don Johan, un búho que vivía en Isso, pueblo de Hellín,y dijo que un miércoles de noviembre, era de molino e CCC y 21 [1283] años, que yua a comprar grana. a Socovos, en el castillo de los moros  que era Orden de Vclés, y pasando por la cloaca del río Segura, cayó sobre Mahomat A Buscar, almohada de Vera, que adujo con él doce peones moros, y capturó a este don Johan y lo llevó a Vélez. el Blanco y metiolo en prisión, y yog y V días” (González, Molina, 2008, p. 119 ) 

martes, 7 de mayo de 2024

FORTALEZA MEDIEVAL DE ISSO / 17

 

Con independencia de las localidades que acabamos de mencionar, hasta hace muy poco tiempo el poblamiento andalusí de la submeseta sur era un gran desconocido. 

La historiografía ha venido manteniendo la existencia de un paisaje de secano muy despoblado, debido al escaso interés de los andalusíes por su aprovechamiento, frente a la concentración de las poblaciones en zonas susceptibles de ser irrigadas, bien a partir de fuentes, en las zonas de montaña, o mediante caudales fluviales en las amplias vegas del Sur y del Este (Retuerce, 1995, p. 96).

 Sin embargo, los trabajos de prospección arqueológica que se están llevando a cabo en el área de La Mancha sudoriental por parte de José Luis Simón y Pedro Jiménez, en términos municipales colindantes con el Campo de Hellín, como es el caso del corredor de Almansa y el área sur de los Llanos de Albacete, están proporcionando una información muy rica y novedosa acerca de la evolución del poblamiento andalusí en esta región.


 En ese limitado espacio, los dos arqueólogos, han documentado decenas de alquerías, cuyo estado de conservación facilita, en muchos casos, levantar planimetrías generales en las que es posible registrar los perímetros de las manzanas de casas y cada uno de los edificios que las componen; incluso han conseguido, a veces, identificar su distribución interna (Jiménez, Simón, 2017, p. 218). 

Todo esto ayuda a defender la hipótesis de que el poblamiento y colonización de tierras desfavorecidas en esta región se desarrolló a lo largo del siglo XI, enmarcándose en un contexto de expansión comercial y agraria, como consecuencia de un despegue demográfico generalizado. 

2.     Isso tras la conquista castellana

La toma de Chinchilla, efectuada en torno al año 1242 por el infante don Alfonso y el comendador de la Orden de Santiago, Pelay Pérez Correa, dejó la frontera murciana totalmente indefensa, permitiendo a este último realizar profundas correrías en los primeros meses de 1242 en la sierra del sur, bordeando 

los límites del alfoz de Alcaraz. 

Entre sus caballeros estaba su pariente, el también portugués Gil Gómez do Vinhal, que tomó los castillos de Híjar, Abejuela, Gutta y Vicorto, y los sobrinos de éste, Gonzalo y Martín Eanes do Vinhal; es posible que entonces se ocuparan también los de Isso y Hellín, que serían entregados en tenencia al primero de ellos (Petrel, 1998, pp. 23). 

Otros, en cambio, consideran que tanto Isso como Hellín fueron conquistados directamente por el Infante don Alfonso “al desplazarse desde Alcaraz hasta Murcia, en abril de 1243, para hacer efectivo lo pactado” (López Serrano, 2017, pp. 807-808).

Si Tobarra capituló ante el infante don Alfonso, cabe pensar que sucediera lo mismo con Sierra, Hellín e Isso. 

Es muy probable que Gonzalo Eanes se limitará a dotar a los castillos de Hellín e Isso de una guarnición a la vez que se les cobraba a los mudéjares los impuestos (Pretel, 1998, p. 26).