A continuación, haremos un repaso de las parcelas en las que hemos identificado algunos tramos de la muralla.
En la mayoría de los casos, los restos arqueológicos estaban visibles, mientras que en otros aparecían cubiertos por enlucidos y reutilizados como paredes medianeras.
En dos solares (parcelas 10 y 13), situados
extramuros, intentamos localizar la muralla en extensión y para ello retiramos
la capa de escombros y vegetación que los cubría.
Parcela 10.
Está situada en la placeta de Isso nº 11 (Fig. 20).
Tras una primera limpieza se comprobó, que los restos de la muralla eran muy escasos debido a que fue arrasada para ampliar la superficie disponible de la parcela en la que se edificó la casa que allí había.
La destrucción de la muralla ha permitido analizar su proceso constructivo que, en un primer momento, consistió en recortar verticalmente la plataforma rocosa sobre la que se erigió la fortaleza y crear un escalón artificial sobre el que se levantó la muralla.
En sección se aprecia que esta se insertó en el escalón, quedando la mitad exterior sobre su basamento en la parte más baja y la otra sobre la zona alta del escalón.
En la esquina noroccidental de este solar se ha realizado una limpieza más profunda, exhumando un tramo de muralla que alcanza una altura máxima de 58 cm, sobre una cimentación de 40 cm.
Está construida con tapia de calicanto compuesta por tongadas de piedras tomadas con mortero rico en cal.
Cada hilada alcanza una altura aproximada de 20 cm.
En la base de la muralla se ven seis mechinales con unas dimensiones de 6,5-8 cm de ancho, 2,5-5 cm de alto y 31-51 cm de profundidad (Figs. 24 y 25).Fig. 24. Isso. Plaza de la Iglesia.
Parcela nº 10.
Ortofotografía del tramo de muralla. Bajo el muro de bloques de hormigón se ve el recorte vertical que se hizo en la plataforma rocosa para construir la muralla y los restos de ella organizados en hileras de mampuestos y capas de mortero de cal.
Parcela 13. Está situada en el Camino de la Fuente nº 5 (Fig. 20).
En este solar también se ha documentado el mismo proceso de expolio de la muralla que hemos visto en el solar precedente.
En este caso, el intento de ganar superficie habitable fue más ambicioso que en el anterior pues se llegó, incluso, a excavar tres oquedades en la plataforma rocosa del cerro sobre el que se construyó la muralla (Figs. 26 y 27).
La primera está situada en la parte oriental y fue excavada bajo la parcela nº 4. Presenta una superficie de 140 x 130 cm y una altura máxima de 182 cm.
Dispone de un pavimento compuesto por baldosas de barro cocido (21 x 21 cm) de color rojo (Fig. 28).