PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

viernes, 3 de enero de 2025

GARCIA MARQUEZ. (El otoño del patriarca)


 


Lavar y planchar, y yo mismo para hacerme cargo de las vacas y los pájaros cuando los haya, y no más despelote
de putas en los excusados ni lazarinos en los rosales ni doctores de letras que todo lo saben ni políticos sabios que todo lo ven, que al fin y al cabo esto es una casa presidencial y no un burdel de negros como dijo Patricio Aragonés que dijeron los gringos, y yo solo me basto y me sobro para seguir mandando hasta que vuelva a pasar el cometa, y no una vez sino diez, porque lo que soy yo no me pienso morir
 más, qué carajo, que se mueran los otros, decía, hablando sin pausas para pensar, como si recitara de memoria, porque sabía desde la guerra que pensando en voz alta se le espantaba el miedo de las cargas de dinamita que sacudían la casa, haciendo planes para mañana por la mañana y para el siglo entrante al atardecer hasta que sonó en la calle el último tiro de gracia y el general Rodrigo de Aguilar se arrastró culebreando y ordenó por la ventana que buscaran los carros de la basura para llevarse los muertos y salió del salón diciendo que pase buenas noches mi general, buenas, compadre, contestó él, muchas gracias, acostado bocabajo en el mármol funerario del salón del consejo de ministros, y luego dobló el brazo derecho para que le sirviera de almohada y se durmió en el acto, más solo que nunca, arrullado por el rumor del reguero de hojas amarillas de su otoño de lástima que aquella noche había empezado para siempre en los cuerpos humeantes y los charcos de lunas coloradas de la masacre. No tuvo que tomar ninguna de las determinaciones previstas, pues el ejército se desbarató solo, las tropas se dispersaron, los pocos oficiales que resistieron hasta última hora en los cuarteles de la ciudad y en otros seis del país fueron aniquilados por los guardias presidenciales con la ayuda de voluntarios civiles, los ministros sobrevivientes se exiliaron al amanecer y sólo quedaron los dos más fieles, uno que además era su médico particular y otro que era el mejor calígrafo de la nación,






domingo, 29 de diciembre de 2024

CRISIS EN DEMOCRACIA:

 

PERDIDOS:

 

Algunos ciudadanos de este heterogéneo mundo y en determinados lugares como
España, estamos asistiendo perplejos y con decepción, a la muerte de un sueño, que hace unas pocas décadas nos llegó, en forma de libertades y democracia.

 En mi caso, tengo la impresión, de que valores ecológicos, humanitarios, solidarios, políticos, religiosos, están siendo arrasados por un sunami llamado, “Poder, Manipulación, Competitividad y   Globalización de la miseria “.


   No sé cómo puede acabar esto, lo que si se, que un buen porcentaje de ciudadanos, están tirando la toalla y han perdido todo tipo de esperanza en su futuro, padecen depresión y están inmersos en una especie de melancolía, en donde quedan perdidos y confusos, sin saber que han hecho mal, para encontrarse en semejante situación.

Puede que la adicción más peligrosa que hemos contraído sin apenas notarlo ha sido la de consumir descontroladamente.

 La publicidad nos ofrece a través de todo tipo de medios y de forma machacona, el relevo de lo que tenemos, por ser obsoleto y así mejorar nuestra imagen, estatus y una mejor calidad de vida.

Nos hemos plegado a todo tipo de supuestas mejoras, porque el sistema exige consumir.     ¡Ocurre!, que a veces el sacrificio al que hemos de enfrentarnos, nos acaba metiendo en una espiral neurótica y obsesiva, de manera tal, que si no adquirimos lo último, no nos sentimos completos y a la altura del vecino, es como la droga que a los humildes nos desequilibra, y a los que nos manejan, les vale para continuar engordando sus cuentas





miércoles, 25 de diciembre de 2024

COMPETIR:


 En nuestro día a día, los comportamientos más engañosos, son aquellos que utilizan el manejo torticero del lenguaje, para encubrir instintos avaros y engañosos.

 Cuántas veces en nuestras vida decimos a alguien, "lo siento", cuando en realidad o te da igual, o lo que es peor, te alegras ante cualquier contratiempo que haya sufrido. 


En la cultura de la competitividad, es complicado señalar la línea que separa el respeto al competidor por el de, "hay que ganar a cualquier precio"

  Si pensamos, que cada individuo puede desarrollar habilidades para cualquier actividad, es comprensible, que todos podemos ser campeones de algo.   ¡Ocurre!  Que las habilidades para desarrollar nuestras ocupaciones y que forman nuestra cultura o nuestras culturas, son por las que se compite a todos los niveles.


 En no pocas ocasiones aquello de " Que gane el mejor" se topa con privilegios, que por posición de ventaja, bien económica, o de poder, manipula los resultados 

Si nuestros valores de cuna fuesen, los de aceptar al prójimo como a nosotros mismos, y no, como algo ajeno y peligroso. ¡Quizá!, Ya habríamos recorrido parte del camino.

     En cualquier caso, nada de lo que propongo para corregir nuestras miserias, serian aplicables en una sociedad donde gran parte de ella ha elegido como base de su discurso, explicarle a la otra lo equivocada que esta, y viceversa

 Gran parte de nuestra energía la gastamos en conseguir lo que tienen los otros, y en gran parte de los casos sin saber si sirven para algo.