Nuestro caminar más o menos decente, se nos
concreta a través de pensamientos, relacionados con nuestra heredada agonía por
poseer y el entorno que tozudamente nos guía, entre un trastorno informativo e
hipócrita, que se retuerce en el estómago y amenaza con atraparnos de manera permanente en un silencio desconcertante y angustioso,que nos paraliza y nos amarga en la boca.
Historias y mas historias, que se enrollan en el más absurdo circulo de vanidad, recreándose en la más esperpéntica manifestación de personas mediocres, que encontramos nuestro momento de gloria, en las más ridículas e indecentes payasadas, que en forma de vómito descargamos en las modernas redes sociales
Faltos de educación y valores, agitamos nuestra vida con humo de literatura barata y gloria de payaso.
A. VILLENA
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