La maquina más veloz:
Hay un mecanismo en el ser humano, capaz de viajar a
más velocidad que cualquiera de los métodos conocidos, me refiero a los sueños.
Si proporcionamos al cerebro el entorno adecuado, sea silencio, aislamiento, cerrar los parpados et. y relajadamente lo dejamos volar, en un momento nos sumerge en viajes, desde nuestra conciencia, hasta cualquier lugar inimaginable.
Estas recreaciones del cerebro se acentúan con el paso del tiempo ¡quizá!, porque también el tiempo como unidad de existencia lo tenemos limitado.
¡Supongo!. Que en cada ser humano se dan circunstancias a lo largo o corto de su vida, (Como decía antes), elegir un camino es dejar de recorrer otro... ¡Ocurre! que el camino que se deja, queda extinguido, ¡sin embargo!, hay momentos a lo largo de nuestra existencia, y por lo general en edad avanzada, que no puedes evitar bucear en los recuerdos, e imaginar sobre cómo habría sido tu vida, de haber elegido el otros senderos.
Con el paso del tiempo, cuando la mente juega caprichosamente con nuestros sentimientos, pueden llegar a convertirnos en juguetes rotos, porque por lo general son viajes inquietantes, en los cuales, el cerebro nos arrastra y nos mueve, por todo aquello que supuestamente habría sido y que por nuestra decisión, dejo de ser.
Cuanto más alejados nos mantengamos de este tipo de hipótesis, tanto mejor para nuestra integridad mental.
También a veces, nos recuerda lo más perverso de nuestro comportamiento pasado.
Según como andemos de sensibilidad y valores, esta especie de viajes al pasado, en algunos casos inevitables, pueden ser confortables y también traumáticos.
Lo más inquietante de este tipo de regreso al pasado, al que algunos llaman conciencia, a veces nos atormentan, evocándonos comportamientos mezquinos y egoístas.
Esto
requiere a medida que pasa el tiempo, tomar nota, y en lo posible no repetir
errores, de los que por una u otra causa, nunca desaparecen de nuestras vidas.
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