PASADO

PASADO
LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

lunes, 24 de diciembre de 2018

ENFRENTARTE A LA MUERTE




 En el caso de mis hermanos y en especial el primero, fueron muchas veces las que vi en su rostro el horror y el pánico, esta cuestión sin duda debilita mi percepción de las bondades de la vida, incluso cuando esta transcurra sin sobresaltos. 
Afortunadamente… en mi cerebro está el recuerdo del final de mi padre, porque en el viví la otra manera de morir, o sea, cuando eres consciente de que tu ciclo por edad ha finalizado y hablas de la muerte, desde una perspectiva superada, nada de lo que te ocurra dejara de ser normal a los 84 años.
 
En mis últimas conversaciones con él, me trasmitió con una entereza, que cada día valora en mayor medida, su total tranquilidad y disposición a como él decía pasar al otro barrio.  Lo único que pedía a quienes le cuidamos era, que no tratásemos de alargarle la agonía final en los hospitales.

Por nuestra parte, cumplimos a medias, tratamos de le alargasen la vida y solo conseguimos un par de semanas más de dolor y agonía.   





miércoles, 19 de diciembre de 2018

RECUERDOS DE LOS AÑOS 70




Me llamo Antonio Villena Fernandez y hoy día 9 de abril de 2013 a las 14 horas, acabo de crear mi primer blog, con la idea de ir
descargando momentos de toda índole, vividos en un camino, no tortuoso, pero si con sobresaltos, (Por necesidad he sido un viajero humilde)
En esta Foto estoy manejando una máquina, Modelo "WUAlQUER- NEER-33", en un sondeo a percusión.
Corría el año-1971 cuando me incorpore a una empresa pública de colonización, creada en 1939.  I.N.C., "Instituto Nacional de Colonización “, después I.R.Y.D.A, "Instituto para la reforma y desarrollo agrario" y más tarde el actual “Grupo Tragsa", lugar Tobarra, (Sondeo la Tedera)
La anécdota siguiente ocurrió en un sondeo próximo a Albatana, al que corresponden las fotos.


Yo trabajaba de peón-ayudante de Julio Pajeo, (Oficial primera, de Caravaca de la Cruz)
Habíamos de enganchar a las 6 de la mañana, el me esperaba en Hellín en el bar "zompo", junto al campo de fútbol, donde le recogía con mi Renault -4, de tres velocidades. 

 Recuerdo que una madrugada el reloj o el sueño, me gastaron una mala pasada, y cuando desperté, ya era la hora de estar relevando a los compañeros del turno de la noche.
Mi enfado fue monumental y se me ocurrió una mentira para salir del atolladero, no mover el coche y montarme en la moto "Bultaco" de mi hermano Juan llegando tarde al trabajo y semi-congelado, aquella noche la temperatura era inferior a cero grados, me excuse culpando al coche de una avería en el arranque.

lunes, 17 de diciembre de 2018

BORJA VILASECA





Desde un punto de vista emocional, todo lo que una persona no se da a sí misma lo busca en su relación con los demás: afecto, 
La independencia pasa por aprender a auto-abastecerse.
Es hora de reconocerlo: por lo general somos una sociedad de "eruditos racionales" y "analfabetos emocionales". No nos han enseñado a expresar con palabras el torbellino de emociones, sentimientos y estados de ánimo que deambulan por nuestro interior. Y esta ignorancia nos lleva a marginar lo que nos ocurre por dentro, sufriendo sus consecuencias.
"Los demás no nos dan ni nos quitan nada. Tan sólo son espejos que nos muestran lo que tenemos y lo que nos falta"

Debido a nuestra falta de conocimiento y entrenamiento en inteligencia emocional, solemos reaccionar o reprimirnos instintivamente cada vez que nos enfrentamos a la adversidad. Apenas nos damos espacio para comprender lo que ha sucedido y de qué manera podemos canalizar de forma constructiva lo que sentimos. De ahí que nos convirtamos en víctimas y verdugos de nuestro dolor, el cual intensificamos al volver a pensar en lo sucedido. En eso consiste vivir inconscientemente: en no darnos cuenta de que somos cocreadores de nuestro sufrimiento.
Por el camino, las heridas provocadas por esta guerra interna nos dejan un poso de miedos, angustias y carencias. Y la experiencia del malestar facilita que nos creamos una de las grandes mentiras que preconiza este sistema: que nuestro bienestar y nuestra felicidad dependen de algo externo, como el dinero, el poder, la belleza, la fama, el éxito, el sexo...