PASADO

PASADO
LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

jueves, 2 de febrero de 2023

DOLOR / SOLEDAD / TRISTEZA..

 

miércoles, 1 de febrero de 2023

¿ PORQUE SOY COMO SOY ?..Capitulo-2



Agosto:
 Amanece y la calle principal del barrio "Cerrico de la Cruz", despierta con el rebuzno de un burro, quejumbroso por el   madrugón.


Los esparteros preparan el ato.
  Mi mula se muestra y sus herraduras golpean las losas de la cuadra, reclamando avena o cebada, mezclada con paja, 
Mientras tanto, mi madre ya esteba en el corral con un cazo en la mano, después de tantear la ubre de la cabra, hace sonar el chorro en el fondo de la vasija.
 Al regreso a la cocina, vierte parte de la leche extraída en un vaso, le pone un poco de azúcar y oigo el tililar de la cuchara semi dormido y se abre la puerta de la habitación.

 Lo recuerdo como música celestial y como él mejor manjar del día, caliente y con un poco de espuma. 




La habitación, tiene una pequeña ventana próxima al techo.

El barrió nació en un pequeño montículo natural, eso obligo en algunas casas, como la que yo vivía, a excavar, y aprovechar el desnivel, para situar las habitaciones, semi hundidas en el terreno, ese era el motivo por el que las ventanas había que subirlas casi al techo. 
La fachada, o parte opuesta, formaba junto con otra decena de casas, una parte de la calle principal, a la que llamábamos “Callealante”, aun hoy en 2019, las calles continúan sin nombre que las identifique, esta situación es extensible, a más de una veintena de barriadas en Isso. 

 Dos antiguas camas, y una pequeña mesilla entre las cabeceras, un cordón eléctrico que finalizaba en un interruptor caía del techo a la altura de la mesita, para compartir el servicio, un par de perchas de madera, con brazos en doble curva en la pared frontal donde colgaba la ropa de diario, a la derecha de los pies de las camas un mueble o aparador, con cajones para ropa, salvo el de arriba, que era donde podías encontrar cualquier cosa, desde una foto, hasta un mechero de chispa et.

Otra parte de la ropa colgaba del interior de un habitáculo formado con un pequeño tabique formando una u aprovechando la esquina de la derecha según entrada al dormitorio, con una cortina o sabana colgada, en su parte abierta, para evitar el polvo.

   Era el sitio donde se colgaba la ropa de las fiestas o eventos más significativos, y en su parte más baja, unas tablas que servían para guardar el calzado.

  Mi madre abre la habitación y exclama, ¡Antonio!, el padre está sacando el carro. 
Con sueño y pereza, me bebo el delicioso desayuno en la cama, y aun me echo sobre la almohada, al momento mi madre entra a recoger el vaso y de nuevo se repite el aviso.  ¡Antonio!, el padre está sacando la mula.

 Ya no balen escusas, es de día, y hay que ponerse en marcha.




martes, 31 de enero de 2023

CUANDO NADA TE IMPORTA

Encontrarse mal

Aquel que siquiera en una sola ocasión se ha hallado con alguien que está verdaderamente mal, pronto se anda con cuidado antes de limitarse a dejar permanente constancia de su propio estado.
 Aprende a distinguir y a distinguirse bien, para saber lo que es estar realmente mal.

 A veces es suficiente con fijarse, con mirar alrededor, con desplazarse mínimamente de sí mismo.
Basta vérselas con el dolor y el sufrimiento, y con la soledad de quienes no disfrutan de buena salud o no tienen condiciones para una vida digna, para retener la retahíla de quejas y contener el tono de constante lamento.
 En innumerables ocasiones, quienes más argumentos tienen para hacerlo disponen de las mínimas condiciones para mostrarlo.
La pérdida de fuerzas y de razones, el desconcierto ante la situación, la incapacidad o la imposibilidad de afrontarla y la infinita tristeza que ello conlleva nos anuncian lo que no requiere demasiadas proclamaciones.
 Y ya ni siquiera una exposición de motivos o una catalogación de las causas producen alivio alguno.

 También hay un
enigma en el malestar, que
no siempre se diluye con una relación de explicaciones. Incluso en el caso de males 
procurados por uno mismo o por los demás, el asunto no se sutura con la atribución de culpabilidades.

 Podría aliviar, pero el alivio no siempre recompone.
En determinadas coyunturas, en situaciones extremas, ni siquiera es fácil la compañía, ni la de acompañar, ni la de ser acompañado, ni se hace muy factible ni una comprensión ni una entereza con más contenido que un simple ponerse relativamente cerca.
 O acertar con la distancia adecuada.




 A veces, estar mal incluye precisamente estarlo con otros, y para con los otros, dado que, en cierto modo, ya se halla insatisfecho e incómodo para con uno mismo