Una vez más en mis paseos en bici por
Isso encuentro gratas sorpresas, esta vez se trata la casa de Antonio, apodado, "El Patata" .
Su afición a la artesanía y a la pintura le han supuesto un entretenimiento de muchas horas, como se puede apreciar en estas fotos, que con mucho gusto me dejo hacer.
Es cierto que yo
como critico no llego ni aficionado, no obstante si se reconocer la dedicación de
este pintor y artesano, especialmente por sus numerosos trabajos en todo tipo
de objetos.
Me abrió su casa, y como digo, me permitió hacer
fotos de parte de lo que tiene acumulado, digo lo de parte, porque son muchos
los trabajos que están apoyados y solapados junto a las paredes, y salvo con
tiempo y espacio, no es imposible fotografiarlo todo.
Lo cierto, que quedé gratamente
sorprendido.
Por cierto también me comento que en un bar en Hellín, "El cojo muletas", su padre, tiene expuestos gran cantidad de cuadros.
Sus lienzos pueden ser tan variado como botellas,
azulejos, tejas, cantaras, garrotes, o cualquier objeto.
Como muestra, unas fotos de las que tome
con el móvil.
Mi reconocimiento a este paisano, que sin
popularidad, ha dedicado tanto tiempo de su vida a un menester tan altruista, y lamentablemente tan poco reconocido.
En la cultura de la competitividad que el capitalismo ha diseñado, es muy complicado definir la línea que separa, el respeto al competidor, de al enemigo ni agua”.
Hay que obtener buenos resultados como sea, y eso nos convierte en personas deshumanizadas o carentes de ética, convencidos de que el fin justifica cualquier comportamiento anómalo.
Si fuésemos capaces de ver a nuestro prójimo, desde nosotros mismos, y no como algo ajeno y peligroso, quizá ya habríamos recorrido gran parte del buen camino.
En cualquier caso, nada de lo que
propongo para corregir nuestras miserias, serian aplicables, en una sociedad,
donde buena parte ha elegido marcar distancia con su semejante.
Aviso de contenido: poder, dominación, instrumentalización, manipulación, mención de ansiedad, capacitismo, mención de estructuras de poder, privilegios, agresiones, salud mental, violencia, mención de miedo, sentimiento de culpa, castigo
Vivimos en un sistema de contradicciones constantes.
Capitalismo industrial
El capitalismo nos obliga a ir rápido, a usar lo que nos rodea, y dejarlo sin más, a consumir, y a la vez no nos permite cambiar, como nos gustaría o como necesitamos, ni le gustan los procesos, porque tenemos que ser lo que nos manda ser, para ser productivos y reproductivas, para explotarnos y encajarnos en una jerarquía.
Vivimos en un sistema basado en metas, el capitalismo borra los caminos, el goce de los momentos, del compartir metas, cambios a golpes, forzados, esteticidades también forzadas y jerárquicas, fluir que no es en realidad fluir, que no es adaptable a ningún contexto que no sea el de su consumo, de la explotación o la objetificación.
Es un fluir que es más bien un arrastrarse en una corriente anti-persona.
Y esto no nos afecta igual a todas, sino que afecta mucho más a aquellas que no encajamos en muchos cánones, que no nos permiten seguir este ritmo cuando nos movemos, cuando trabajamos, cuando nos relacionamos.