Corrían los años 60:
Un acontecimiento que generó gran entusiasmo, especialmente en los pueblos, debido que como es natural, la información que nos llegaba de las ciudades nos parecía imposible, por fin tendríamos el cine en casa, o en los escasos lugares de esparcimiento, bares discotecas, guateques et.
para los que por entonces no pasábamos de los 10 años fue un acontecimiento espectacular.
Recuerdo que uno de los primeros televisores que llegaron a Isso... fue el del "Bar Brocha", de Pedro y Basilisa si no recuerdo mal estaba ubicado en la placeta, entre la actual farmacia y la librería del "Boli".
Debido a mi corta edad,no fue fácil conseguir que mis padres me dieran permiso para alejarme tanto del "Cerrico de la cruz" para ver la tele.
para los que por entonces no pasábamos de los 10 años fue un acontecimiento espectacular.
Recuerdo que uno de los primeros televisores que llegaron a Isso... fue el del "Bar Brocha", de Pedro y Basilisa si no recuerdo mal estaba ubicado en la placeta, entre la actual farmacia y la librería del "Boli".
Debido a mi corta edad,no fue fácil conseguir que mis padres me dieran permiso para alejarme tanto del "Cerrico de la cruz" para ver la tele.
Algunos de mis amigos del barrio algo mayores, ya la habían visto y me contaban entusiasmados como disfrutaban viendo películas de "RIN TIN TIN" y era de lo más visto por los más peques, se trataba de las aventuras de un niño y su perro, como se puede ver en la portada de la época, otra serie que también tenía mucho éxito, eran los "Picapiedra".
Como decía. Después de varios intentos por mi parte, conseguí que me dejasen ir a ver la tele.
Fue una tarde de domingo, en compañía de algunos de mis amigos.
Con pantalón corto y rebosante de alegría llegamos al bar "BROCHA", recuerdo al entrar ala derecha. una estrecha barra en línea recta y unas
Con pantalón corto y rebosante de alegría llegamos al bar "BROCHA", recuerdo al entrar ala derecha. una estrecha barra en línea recta y unas
cuantos mayores en pie, hablando y con vasos de vino y alguna cerveza, los aperitivos no pasaban de los cacahuetes. el resto del habitáculo, unas pocas mesas, con sillas de madera y anea en sus asientos, gente de todas las edades y ambos sexos, en su mayoría mirando detrás del mostrador.
Un soporte de madera anclado en la pared, y sobre él un cajón con pantalla y una especie de figuras raras moviéndose y hablando.
Después de un tiempo con los amigos volvimos al barrio. Mi tiempo de fiesta no debió de ser mucho, pues supongo que no tendría permiso para más.
Recuerdo regresar bastante decepcionado, si bien lo disimulaba. No comprendía que aquello fuese tan alucinante como me habían contado.
Me preguntaba... ¿Qué si la tele era ver aquello, no era para tanto?.
Días después
descubrí, que me tocó ver los "Picapiedra"…. Como el programa no
cambio, me lleve la idea de que todo lo que se vería por aquella pantalla, eran como aquellas figuras .
A partir de aquel día y cuando comprobé que lo que vi fue una serie animada... (Parodia de la vida americana". La tele pasó a formar parte de mi vida, como también de mi generación.