PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

sábado, 6 de enero de 2024

NAVIDAD-2016




CORRÍA EL AÑO 78


PEROPAILE

jueves, 4 de enero de 2024

FINAL, REGRESO DE MOGENTE /



 14-08-75.....Ultimo capitulo

 Como no podía ser de otra manera, las gentes del barrio estaban en las calles formando  grupos, hablando sobre  dónde habían pasado la tormenta y los daños que tenían en sus casas y cultivos.

Como he comentado en otras entradas al blog, mi padre siempre ha sido bastante confiado con las tormentas, y ese día también lo fue.
Mi hermana y Bartolo habían montado en el Puente Perdigón un merendero, y ese día lo eligió para suministrar leña en el carro.


Después de descargar la leña y viendo la tormenta sobre la Peña Lavada, aceleró el regreso cuando subía la cuesta matapollo, se desató un viento de más de 100,  km / hora a la altura del Barrio Graos apenas veía el camino, a unos 300 m. la casa Donato y justo por el huerto de Jeromo, la mula comenzó a recibir los primeros impactos del grueso granizo y el animal  salió disparado con el carro enganchado, afortunadamente él iba sentado en la parte de la vara, y con uno de los pies puesto en el estribo y a sus 70 años pudo saltar y resguardarse en los chopos, que aún están en la esquina sur de el huerto, hubo de quitarse la pelliza, que él no dejaba ni en verano, y doblada se  la puso  sobre la cabeza, y según comentaba, algunos  granizos le  impactaron con tal virulencia, que los notaba bajo  la gruesa pelliza y allí pasó los quince  o veinte minutos que duró el ciclón, pues así fue denominado por los meteorólogos de la época, en base a que el viento había sobrepasado los ciento veinte Km/hora. 
Mientras tanto, en el Cerrico de la Cruz, hoy Barrio Caravaca,el resto de mi familia, sin saber nada sobre sus suerte, tenían el porche abierto para refugiarse, pero nada se sabía, apena amainó, el Pajarero apareció en el barrio, y le recibieron con gran alegria, si bien aunque la cosa no estaba para bromas, algunos le decian que esta vez se había pasado de confiado.
Los primeros minutos de la tormenta, contaban, que se hizo de noche, debido al fuerte viento y la nube de polvo, de ahí que mi madre que estaba en casa de un vecino, Hermogenes, para verlo bajar por la cuesta del caño,no pudo ver pasar el carro.

  Todo lo que se sabía, era, que un vecino había visto el carro pasar, como alma que lleva el diablo, por la casa Velasco, dirección Las Casicas.
 

Bien entrada la noche se recuperó la mula con el carro enganchado, en las casa de Tonino, al parecer y según un vecino había regresado por el camino de San Diego, cuando amainó la tormenta. 

Lo milagroso fue, que el carro no volcase, pues sin duda le habría provocado alguna lesión al animal desbocado.
También quedo claro, el instinto del animal, para huir hacia donde la tormenta no había pasado. 

Dejando ese capítulo de mi padre con el carro, también deseo dejar una referencia sobre el cuadro que nos encontramos cuando llegamos recuerdo, que la luz de aquella noche era la que ofrecía la luna, pues  gran parte de los postes de líneas eléctricas de la comarca estaban volcados,   el olor a hortalizas machacadas era impresionante,  las gentes transmitían aún la imagen del miedo en sus rostros y sin poder salir de su asombro.

 Los muy mayores comentaban, no recordar nada semejante , por cierto, aquella noche aun se produjo una amenaza de tormenta, que con los tejados rotos como estaban,  volvió a crear de nuevo el pánico,  afortunadamente  se disolvió .

 He  de decir, que muchos de los que  vivieron aquella situación y que viven todavía, han quedado marcados por el miedo, cuando en verano hay tormenta.
                  
    Y así doy por cerrado el regreso de Mogente, en el día donde en Isso se escribió quizá el peor capítulo de su historia.

Los siguientes días en el pueblo fueron de una actividad frenética, pues había que arreglar los tejados, y todos deseaban hacerlo pronto, para evitar las goteras si se producía lluvia.

  Durante un tiempo, el pueblo en su totalidad quedo empleado en la reparación de los tejados, en cualquier caso, las faenas del campo podían esperar, porque la cosecha de aquel año ya estaba recolectada, todo había quedado arrasado

  Para tener una idea de lo que ese día cayó, decir que una semana después, en el merendero del puente Perdigón, en uno de los tubos de paso de aguas, que cruzaban la carretera, debido a los arrastre, se había acumulado  granizo mezclado con  paja del cereal,  produciendo un espesor superior a un metro, y de allí Bartolo tomaba el hielo para sus necesidades de frío en el merendero, y era impresionante ver el tamaño de los granizos.












miércoles, 3 de enero de 2024

1975- 2 de 3-Regreso de Mogente /


       


 El capítulo anterior lo acabe refiriéndome al final en Mogente, fueron dos historias muy desagradables.

 La primera el incendio.

 La segunda  el 14- de Agosto y que tratare de evocar lo más objetivamente posible, dentro de las limitaciones que la memoria me impone.

   Trabaje por la mañana y sobre las 14 horas comimos en Mogente, era el  día de despedida de aquel pueblo,   el equipo de sondeos  se  trasladaba  de Castellón de Rugat a Beyus cerca de Játiva y  decidimos que los últimos meses de su embarazo los pasara en Isso.
 
   Después de la comida iniciamos el acomodo de  el equipaje en el Renault-8, fue un trabajo de imaginación el que tuvimos que hacer para poder ubicar todo, entre otras cosas la cama con el colchón, la máquina de coser, y como suele ocurrir cuando estas cierto tiempo viviendo en  un lugar aquello  que poco a poco vas acumulando, lo cierto, que apenas dejamos espacio para el conductor y para mi acompañante embarazada.

  Nos despedimos de la señora Trini y los vecinos, y con el coche a tope, y la cama amarrada a la baca,  iniciamos el regreso,    El viaje al principio se desarrolla con normalidad, sin embargo, cuando pasamos de Almansa, observe  que una tormenta se estaba formando hacia el Oeste, o sea, hacia donde nosotros marchábamos,     no le di mayor importancia, pero a medida que avanzabamos también la nube se iba reforzando pasamos Monte Alegre  y  Fuente-Álamo y  cuando nos aproximamos a Ontur, ya intuía que la amenaza de tormenta estaba servida, mi preocupación ya era un hecho.

   Había que localizar un lugar que nos resguardara de lo que ya se vislumbraba, y era una gran tormenta, con una  nube de polvo a ras de suelo, como prólogo de la línea de lluvia que se estaba definiendo en el horizonte, tuve claro que el lugar donde poder resguardarse,  me  obligaba a cubrir la  distancia que había entre Ontur y  Albatana, porque  recordé que en el cruce, Hellín- Jumilla había una alta pared  perpendicular a la dirección que la nube seguía,  acelere el R-8, y  llegamos justo cuando una gran nube de polvo se desataba.
 Según lo previsto aquellos muros evitaron, que quizá la cama  hubiera volado por los aires, en cualquier caso el refugio nos fue de utilidad.

 Resguardados junto al muro, estaríamos aproximadamente una hora, en ese tiempo apenas cayó algo de agua, lo más aparatoso era la velocidad del viento que más tarde supimos que había superado los 120 Km  hora.

     Cuando comprobé que la tormenta había pasado, de nuevo reiniciamos el viaje.

Dejamos  Albatana dirección Hellín, los primeros Km. son una pequeña subida, desde donde se ve Mora de Santa Quiteria,  cuando coronamos  el pequeño montículo,   quedamos  impresionados, y muy preocupados por el paisaje totalmente blanco que vimos, producto del granizo que la tormenta había descargado a su paso... En ese momento y  después  cuando fuimos comprobando la magnitud de los daños producidos, lo primero que pensamos, que aquel día  que tanta tragedia había producido a tanta gente, en mi caso el azar había querido, que mi señora embarazada y yo quedáramos al margen por unos pocos Km, de una situación que sin duda habría sido muy difícil, pues puestos a imaginar, si hubiésemos pasado la tormenta en el coche,  habría sido como  un bombardeo de  granizos como pelotas de tenis, que entre otros daños obligo a  cambiar los tejados, y arrasó gran parte de lo  que encontró a su paso, lo que fuimos viendo en el camino hasta Isso, nos preocupaba, mucho árboles tumbados ,  grandes socavones por arrastre de tierras, líneas eléctricas volcadas casi  en su totalidad por la acción del viento, árboles y hortalizas arrasadas, coches con los cristales rotos Etc.
  También pensábamos la suerte que habíamos tenido, pues si nos coge circulando con los  asientos traseros al completo y mi señora y yo a merced, de que la luna del coche hubiera o no aguantado, los impactos del granizo, con el agravante del estado de embarazo de mi señora, y el enorme ruido que produce tal situación he de decir que en la mayoría de los casos, los cristales de los vehículos quedaron pulverizados.

      Después de haber imaginado esa situación que tan próxima nos quedó.

Paso a relatar el resto del viaje hasta llegar a Isso.

 Pasado Santiago de Mora, la situación debido a la gran cantidad de granizo acumulado y la niebla  que producía en forma de vapor, ofrecía imágenes espectaculares, lástima que fuese el resultado de algo que tanta tragedia había producido,  el coche, en algunos puntos pasado  Sierra, lo conduje por las huellas que otro vehículo había  marcado en la carretera,  en cualquier caso los bajos tocaban el  granizo acumulado,   cuando apenas nos faltaban unos tres km. para llegar a Hellín, nos encontramos con el vehículo que iba delante y que estaba parado, porque  el agua y barro que cruzaba la carretera, hacía imposible continuar, resultó ser, el de Isso , hijo de Marcelin, (Por cierto que unas decadas despues  se suicido),  hablamos y decidimos volver a Sierra, y tomar allí la carretera de Tobarra, cosa que conseguimos con mucha cautela y con mucha suerte, pues hubo momentos que nos vimos obligados a improvisar rutas, ante los cortes de carretera debido, a los árboles que habían caído sobre ella ,  la situación una vez que estuvimos en Tobarra, continuo complicada para llegar a Hellín, lo hicimos sorteando numerosos postes de luz que estaban volcados sobre la carretera, invadiendo una parte de la calzada.
 En  Hellín  también la carretera se encontraba cortada, por tanto, hubimos de improvisar rutas alternativas hasta tomar  la carretera de Elche que nos llevaría finalmente al pueblo, el viaje finalizo sobre las diez de la noche en Bolos y después en el barrio Caravacas.

 Continuará-1975