El capítulo anterior lo acabe refiriéndome al
final en Mogente, fueron dos historias muy desagradables.
La primera el incendio.
La segunda el 14- de Agosto y que tratare de evocar lo más objetivamente posible, dentro de las limitaciones que la memoria me impone.
La primera el incendio.
La segunda el 14- de Agosto y que tratare de evocar lo más objetivamente posible, dentro de las limitaciones que la memoria me impone.
Trabaje por la mañana y sobre las 14 horas
comimos en Mogente, era el día de
despedida de aquel pueblo, el equipo de
sondeos se trasladaba
de Castellón de Rugat a Beyus cerca de Játiva y decidimos que los últimos meses de su embarazo
los pasara en Isso.
Después de la comida iniciamos el acomodo
de el equipaje en el Renault-8, fue un
trabajo de imaginación el que tuvimos que hacer para poder ubicar todo, entre
otras cosas la cama con el colchón, la máquina de coser, y como suele ocurrir
cuando estas cierto tiempo viviendo en
un lugar aquello que poco a poco vas
acumulando, lo cierto, que apenas dejamos espacio para el conductor y para mi
acompañante embarazada.
Nos despedimos de la señora Trini y los vecinos, y con el coche a tope, y la
cama amarrada a la baca, iniciamos el
regreso, El viaje al principio se desarrolla con normalidad, sin embargo, cuando
pasamos de Almansa, observe que una
tormenta se estaba formando hacia el Oeste, o sea, hacia donde nosotros
marchábamos, no le di mayor
importancia, pero a medida que avanzabamos también la nube se iba reforzando
pasamos Monte Alegre y Fuente-Álamo y cuando nos aproximamos a Ontur, ya intuía
que la amenaza de tormenta estaba servida, mi preocupación ya era un hecho.
Había que localizar un lugar que nos
resguardara de lo que ya se vislumbraba, y era una gran tormenta, con una nube de polvo a ras de suelo, como prólogo de
la línea de lluvia que se estaba definiendo en el horizonte, tuve claro que el
lugar donde poder resguardarse, me obligaba a cubrir la distancia que había entre Ontur y Albatana, porque recordé que en el cruce, Hellín- Jumilla había
una alta pared perpendicular a la
dirección que la nube seguía, acelere el
R-8, y llegamos justo cuando una gran
nube de polvo se desataba.
Según lo previsto aquellos muros evitaron, que
quizá la cama hubiera volado por los
aires, en cualquier caso el refugio nos fue de utilidad.
Resguardados junto al muro, estaríamos
aproximadamente una hora, en ese tiempo apenas cayó algo de agua, lo más
aparatoso era la velocidad del viento que más tarde supimos que había superado
los 120 Km hora.
Cuando comprobé que la tormenta había
pasado, de nuevo reiniciamos el viaje.
Dejamos Albatana dirección Hellín, los primeros Km.
son una pequeña subida, desde donde se ve Mora de Santa Quiteria, cuando coronamos el pequeño montículo, quedamos
impresionados, y muy preocupados por el paisaje totalmente blanco que
vimos, producto del granizo que la tormenta había descargado a su paso... En ese momento y después
cuando fuimos comprobando la magnitud de los daños producidos, lo
primero que pensamos, que aquel día que
tanta tragedia había producido a tanta gente, en mi caso el azar había querido,
que mi señora embarazada y yo quedáramos al margen por unos pocos Km, de una
situación que sin duda habría sido muy difícil, pues puestos a imaginar, si
hubiésemos pasado la tormenta en el coche,
habría sido como un bombardeo de
granizos como pelotas de tenis, que
entre otros daños obligo a cambiar los
tejados, y arrasó gran parte de lo que
encontró a su paso, lo que fuimos viendo en el camino hasta Isso, nos
preocupaba, mucho árboles tumbados ,
grandes socavones por arrastre de tierras, líneas eléctricas volcadas
casi en su totalidad por la acción del
viento, árboles y hortalizas arrasadas, coches con los cristales rotos Etc.
También
pensábamos la suerte que habíamos tenido, pues si nos coge circulando con los asientos traseros al completo y mi señora y yo
a merced, de que la luna del coche hubiera o no aguantado, los impactos del
granizo, con el agravante del estado de embarazo de mi señora, y el enorme ruido
que produce tal situación he de decir que en la mayoría de los casos, los cristales
de los vehículos quedaron pulverizados.
Después de haber imaginado esa situación
que tan próxima nos quedó.
Paso a relatar el resto del viaje hasta llegar a Isso.
Paso a relatar el resto del viaje hasta llegar a Isso.
Pasado Santiago de Mora, la situación debido a
la gran cantidad de granizo acumulado y la niebla que producía en forma de vapor, ofrecía
imágenes espectaculares, lástima que fuese el resultado de algo que tanta
tragedia había producido, el coche, en
algunos puntos pasado Sierra, lo conduje
por las huellas que otro vehículo había
marcado en la carretera, en
cualquier caso los bajos tocaban el granizo acumulado, cuando apenas nos faltaban unos tres km.
para llegar a Hellín, nos encontramos con el vehículo que iba delante y que estaba parado, porque el agua y barro que cruzaba la carretera, hacía
imposible continuar, resultó ser, el de Isso , hijo de Marcelin, (Por cierto que unas decadas despues se suicido), hablamos y decidimos volver a Sierra, y tomar allí la carretera de Tobarra, cosa que conseguimos con mucha cautela y con mucha suerte, pues hubo momentos
que nos vimos obligados a improvisar rutas, ante los cortes de carretera debido,
a los árboles que habían caído sobre ella ,
la situación una vez que estuvimos en Tobarra, continuo complicada para llegar a Hellín, lo hicimos sorteando numerosos postes de luz que estaban volcados sobre la carretera, invadiendo una parte de la calzada.
En Hellín
también la carretera se encontraba cortada, por tanto, hubimos de
improvisar rutas alternativas hasta tomar la carretera de Elche que nos llevaría
finalmente al pueblo, el viaje finalizo sobre las diez de la noche en Bolos y
después en el barrio Caravacas.
Continuará-1975
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