Se surtía de la fuente:
 Uno
de sus ramales descendía por la cerca, casa grande, y justo frente a la casa de
Agustín ,unos cien metros antes del barrio Partidores, había un  primer caño.
 El acarreo del agua potable para consumo de las barriadas más próximas, era en cántaras apoyadas en la cadera de las féminas.
En fechas de matazón el acarreo lo hacíamos los jóvenes en bicicleta con  aguaderas, y dos cántaros por viaje, en jornada completa.
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| BALSA Y AL FONDO,BOLOS | 
 El grifo estaba muy solicitado y en muchas ocasiones había que hacer cola, la carga en las aguaderas no resultaba sencillo, recuerdo poner junto a la bici los cántaros llenos y tomar uno en cada mano para depositarlos a la vez a los lados del portaequipaje.
El caño como se ve en la foto superior  derecha constaba de dos depósitos abiertos por su parte superior, en la primera una pequeña  poceta donde colocábamos los recipientes para llenar, fuese botijo,cubo cántaro et.
 Después, la sobrante pasaba al pilón o abrevadero, para que  mulos y burros cabras et. saciaran la sed.
 Estos pilones, de un metro aproximadamente de profundidad, contaban con un orificio de fondo  para su vaciado y limpieza y otro en su parte superior como aliviadero y estaba canalizado, hasta las balsas de sobrantes para  riego.
En bolos era Donato quien la aprovechaba. 
 Estos
caños eran de caudal continuo, no tenían ninguna llave de corte, el tipo de tubería era de cerámica de no más de 8 a 10 ctm. de diámetro.
El agua circulaba por gravedad a partir de la fuente.
En Bolos, según mi información, cruzaba el corral de alguna casa, en  cauce abierto, por tanto podían servirse sin salir de casa.
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| IZQUIERDA CARAVACA/ DERECHA GRAOS | 
 Estos caños; Recuerdo, que especialmente en los veranos por las tardes, estaban muy concurridos convirtiéndose con frecuencia en punto de encuentro de adolescentes, que aprovechaban el acarreo de agua de las chicas para  pretenderlas, 
( después se decia ligar )
 En algunas ocasiones se producían cortes en el suministro, y comentaban  que se desviaba en
las casas por donde pasaba en cauce abierto.
Cuando el chorro se debilitaba o se cortaba,  poníamos la boca en el grifo y  soplabamos hacia el interior de la tubería, para de inmediato succionar y a veces se conseguía obtener
algún chorrillo celebrándolo con gran alborozo
Finalizo otro capítulo de vivencias
de mi pueblo, del que por cierto, tampoco hemos sido capaces de conservar alguno
de aquellos caños,que tan en nuestra memoria permanecen en quienes pasamos de los sesenta.







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