PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

lunes, 5 de diciembre de 2022

PARA EXTRAÑOS NOSOTROS /

  Ángel Gabilondo | 28 de noviembre de 2014






Ha de aceptarse que cualquier modalidad de reconocimiento conlleva hacerse cargo de los límites y de la imposibilidad de eliminar la extrañeza, pero se trata de eludir que esta pase a ser mero extravío. La consideración de Hegel de que el “puro conocerse a sí mismo en el absoluto ser otro” es el terreno del verdadero pensar, no deja de incomodar por esa reducción del otro a simple camino para nuestro propio reconocimiento, mediante una suerte de secuestro de lo extraño, haciéndolo propio. Es cuestión de acoger su irreductible diferencia y de comprender que, a pesar de los esfuerzos del bienintencionado alemán, a veces confundimos asumir con eliminar.
Extraños para nosotros mismos y para los demás, comprender y comprendernos comporta toda una tarea de generación de espacios para lo común, donde la diferencia sea  el auto-gobierno de cada quien. fecunda y fructífera, impida la homogeneidad como uniformidad y sostenga lo inquietante que no es lo extraño, sino la voluntad de ceñirlo al espectáculo de lo variopinto o de acallarlo por lo incontrolable de sus efectos. Ambas actitudes no pasarían de ser modalidades de inhospitalidad. Hay algo advenedizo en eso que nos incomoda, pero tal vez gracias a su llegada podamos procurarnos algún retorno, no necesariamente a nuestra repetitiva identidad, sino a una travesía conjunta, con ello, con él, con ella. Algo que, precisamente por extraños, nos permita decir “nosotros”.






Opinión…..A. Villena:

Sobre lo extraño del otro.  Ángel una vez más coloca las palabras adecuadas, cada párrafo redondea un sabio mensaje, sobre ser parte de un grupo guardando nuestro espacio, o dejarnos arrastrar como un simple + uno, sin más.






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