Entre nudos y lazos
Por: Ángel Gabilondo | 07 de marzo de 2014
A pesar del loable afán de independencia, formamos parte de toda una serie
de conjuntos, somos incluidos en una pluralidad de agrupaciones no siempre
explícitas, es difícil sustraerse de ser considerado perteneciente a diferentes
pluralidades. Ya la mirada ajena nos clasifica, nos incorpora, nos supone
afines… y ciertamente no pocas veces con buenas razones, pero con más o menos
motivos, somos quienes somos concebidos en una constelación. Es ahí donde se
trata de ser singulares, lo que no
necesariamente significa especial por extravagantes.
Por otra parte, agruparse, asociarse, implicarse, no son actos de debilidad, ni de claudicación ante lo burocrático de la existencia, sino de reconocimiento y de impulso, de promover vínculos, de hacer causa común. Sin embargo, en ocasiones parece exigirse la contrapartida de una cierta despersonalización, de una pérdida de lo más propio. Obviamente, la prosecución de objetivos compartidos supone asimismo debatirlos y asumirlos, pero eso no significa sumisión ni tampoco displicencia respecto de los mismos. En ocasiones significa verse envuelto en una maraña de explicaciones o de su ausencia, lo que en cualquiera de los casos no deja de ser un enredo. Y entonces parece no quedar otra salida que invocar a una cierta jerarquización o disciplina. Más aún si no se comparten convicciones o no se debaten estrategias.
A .Villena:
Sobre Ángel Gabilondo:
.....Es mi primer entrada en el blog después de su aceptación como candidato a Presidir la comunidad de Madrid
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