PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

viernes, 3 de noviembre de 2023

AÑOS 50 Y 60 // MI BARRIO,


 Llega a mi memoria, el día a día de la familia del tendero del barrio, el padre era tan enérgico como menudo, digo era, si bien en estos momentos que escribo 9-2009 vive y por lo que me cuentan no ha cambiado mucho.
  En sus principios de tendero, la herramienta de reparto se componía de un carro con tordo, tirado por “Sevillano” un burro más bien grande, blancuzco, orejón, tozudo y de rebuzno fácil.














Lo utilizaba para ir a Hellin a abastecerse de productos, y venderlos en la tienda del Cerrico de la Cruz, también ofreciendo la mercancía en diarios y largos periplos, por los dispersos barrios de Isso, incluyendo las casas del río y tavizna.
 Pasado un tiempo, el carro lo sustituyó por un furgón con poco motor y gran capacidad,..(de color verde), recuerdo su sonido del escape, asemejado al de  los descorchados de botellas de champán.





 Alguna que otra vez, la numerosa y aún joven prole, no colaboraba muy de gusto, cuando los requería para la carga y descarga del carro, produciéndose algún que otro contratiempo, al chocar la autoridad del padre y la pasividad de los peques, (Algunos no tan peques).




 Eran tiempos de pocas alegrías y las familias en los pueblos salían adelante colaborando todos en los quehaceres del día a día.
Pasados unos años, toda la familia a excepción de una hija. acabaron en Barcelona y han salido adelante con solvencia, tanto los padres como los hijos, algunos de ellos muy amigos míos.  Por cierto, continúan añorando sus raíces y cuando pueden pasan temporadas en el barrio.

martes, 31 de octubre de 2023

PERFIL... (EL SEXTO DE LA FAMILIA LLEGA EN EL AÑO 50)



Bueno, los años han pasado, ya son más de 7 décadas las que hay en mi haber, y de vez en cuando, intento extraer de mis recuerdos y apuntes, algo de luz sobre cómo ha sido el largo camino recorrido.
 Son pinceladas, en la que trato de arrancar algun tipo de explicación ,sobre el porque  soy como soy.  

Si hurgo en mi tiempo de  adolescente, percibo un tiempo de más sombras que luces, tal vez tenga algo que ver, el que en mi grupo de amigos yo era el más corto de estatura y también algo menor, esa percepción de mi adolescencia cambió, cuando por mol de ve tu a saber,  proximo a cumplir los 18 cambio mi estatura de 1,63 hasta 1,80 m

 

 La adolescencia, creo que la viví  a caballo, entre el respeto obligado en tiempos difíciles,  y mi obsesión por encontrar un camino, que me alejara de las múltiples obligaciones que generaba la agricultura de subsistencia, con la que mis padres conseguían ir sacando la numerosa familia adelante .



Lo cierto!.  Que cada día soy más severo a la hora de enfrentarme a los recuerdos de esa época, puede que la adolescencia sea en parte eso, la época de los descubrimientos y las confusiones. 

Mis padres, cuando yo nací, fueron los primeros sorprendidos, y supongo, que no gratamente, ya que era otra boca más para  cuidar y alimentar.

 Creo, que la diferencia de edad entre mis padres y yo, nos impidió estar más próximos de pensamiento,los tiempos comenzaron a cambiar, pese a la férrea vigilancia de la dictadura, en cualquier caso, en mi casa siempre se respiró unidad familiar y respeto.

 Cuando pienso en la situación que hubieron de soportar familias humildes y numerosas, como en la que yo nací, recién acabada la guerra y  con  la carga de algún abuelo, solo se me ocurre una realidad, supervivencia y resignación.

  


















sábado, 28 de octubre de 2023

23/09/2019: / La Celia,un dia despues



Septiembre se muere ,entre inicios de colegio, final de gota fría y ruido de nuevas eleccione

En estas últimas semanas han acontecido algunas cosas en mi vida, que trataré de exponer en estas líneas.

El viernes día trece, Loli y yo viajamos como de costumbre de Alicante a Isso, esta vez no fue un viaje fácil, a la altura de la Celia se desató una formidable tormenta que nos obligó a refugiarnos, junto a la fachada de una de las casas.



La tormenta se prolongó más de una hora, y en un momento dado comenzó a caer granizo,y me hizo temer lo peor, moví el coche y lo puse junto al grueso tronco de una palmera, si bien apenas lo cubría .


De  la puerta de una de las casas y cuando más virulenta se mostraba la tormenta salió un señor de una puerta con paraguas en mano, y que no le servía  de nada debido al viento, me hizo señas en la ventanilla del coche, y soportando los granizos, me indico que a unos cincuenta m. había un porchado, en el que podía entrar con el coche; Lo hice, pero tuve mala suerte, porque ya la había ocupado otro con el mismo propósito.


Cuando amainó un poco, llame a la puerta, de donde había salido el hombre en nuestra ayuda, el agua aún caía con intensidad, hable con él y le di las gracias por su gesto, por cierto, el granizo, afortunadamente no llegó a picar el coche, debido que cayó con una gran cantidad de agua.

Continuará;