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PASADO
viernes, 3 de noviembre de 2023
AÑOS 50 Y 60 // MI BARRIO,
martes, 31 de octubre de 2023
PERFIL... (EL SEXTO DE LA FAMILIA LLEGA EN EL AÑO 50)
La adolescencia, creo que la viví a caballo, entre el respeto obligado en tiempos difíciles, y mi obsesión por encontrar un camino, que me alejara de las múltiples obligaciones que generaba la agricultura de subsistencia, con la que mis padres conseguían ir sacando la numerosa familia adelante .
Lo cierto!. Que cada día soy más severo a la hora de enfrentarme a los recuerdos de esa época, puede que la adolescencia sea en parte eso, la época de los descubrimientos y las confusiones.
Mis padres, cuando yo nací, fueron los primeros sorprendidos, y supongo, que no gratamente, ya que era otra boca más para cuidar y alimentar.
Cuando pienso en la situación que hubieron de soportar familias humildes y numerosas, como en la que yo nací, recién acabada la guerra y con la carga de algún abuelo, solo se me ocurre una realidad, supervivencia y resignación.
sábado, 28 de octubre de 2023
23/09/2019: / La Celia,un dia despues
Septiembre se muere ,entre inicios de colegio, final de gota fría y ruido de nuevas eleccione
En estas últimas semanas han acontecido algunas cosas en
mi vida, que trataré de exponer en estas líneas.
El viernes día trece, Loli y yo viajamos como de costumbre de Alicante a Isso, esta vez no fue un viaje fácil, a la altura de la Celia se desató una formidable tormenta que nos obligó a refugiarnos, junto a la fachada de una de las casas.
La tormenta se prolongó más de una hora, y en un momento dado comenzó a caer granizo,y me hizo temer lo peor, moví el coche y lo puse junto al grueso tronco de una palmera, si bien apenas lo cubría .
De la puerta de una de las casas y cuando más virulenta se mostraba la tormenta salió un señor de una puerta con paraguas en mano, y que no le servía de nada debido al viento, me hizo señas en la ventanilla del coche, y soportando los granizos, me indico que a unos cincuenta m. había un porchado, en el que podía entrar con el coche; Lo hice, pero tuve mala suerte, porque ya la había ocupado otro con el mismo propósito.
Cuando amainó un poco, llame a la puerta, de donde había salido el hombre en nuestra ayuda, el agua aún caía con intensidad, hable con él y le di las gracias por su gesto, por cierto, el granizo, afortunadamente no llegó a picar el coche, debido que cayó con una gran cantidad de agua.
Continuará;