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SEÑORÍO DE VILLENA |
Hellín perdería su estatus de villa de realengo
antes de la muerte de Alfonso X (1284). En la
década de 1260, su hermano el infante Manuel había acumulado un gran señorío que venía extendiéndose desde su primitivo enclave en el levante peninsular hasta Almansa; y en la siguiente década ya se había interesado por Yecla y Hellín, e incluso por los términos de Chinchilla, Jorquera y por la villa de Ves. Es posible que Hellín también fuera cedido por el
rey a su hermano el infante Manuel, pues sabemos que éste le confirmó sus fueros y cuantos privilegios tenía otorgados con anterioridad.
Isso también acabó integrado en el Señorío de los Manuel, como lo prueba un documento de 1284 por el que el obispo de Cartagena reclamaba ante el rey las usurpaciones de
rentas por parte de vasallos de don Manuel, citando a un tal “Fruela alcayde de Hellin et de
Ysso” (Pretel, 1998, p. 4; 2008, p. 211).
Tras la invasión aragonesa del reino de Murcia, don Juan Manuel entregó Isso y Hellín en
1305 al rey Fernando IV de Castilla, el cual
confirmó los fueros, usos, costumbres, privilegios, cartas de mercedes y franquezas otorgadas por su abuelo, el rey Alfonso X:“
Sepan quantos esta carta bieren commo yo
Don Fernando [...] porque la villa de Hellín e
Isso son mias por talante que e de facerles
muncho bien e muncha merce a los que y son
agora moradores [...], otorgoles e confirmoles
todos sus fueros [...] que an del rey don Alfonso mio abuelo e del rey don Sancho mi padre que Dios perdone e del ynfante don Manuel e de don Juan su hijo quando estos lugares eran suyos, que lo ayan e lo usen dello bien
e cunplidamente asi commo mejor lo ovieron e
lo usaron fasta aquí.
E porque entiendan que
hera boluntad de les fazer mas bien [...], porque sean mejor poblados e mas rricos para mio
seruiçio.
Quito a todos los vezinos que son
moradores en Fellin e en Isso [...] que non den pecho ninguno que acaezca que me ayan a dar
en qual quier manera que sea por los heredamientos e casas que han en estos lugares sobredichos” (Pretel, 1998, pp. 186-187).
En 1311 volvieron a incorporarse al señorío de
los Manuel, esta vez de forma definitiva. Hacia 1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento
entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija
Constanza, en fianza y garantía de su dote y herencia, los 800.000 maravedís
que debería darle el heredero don Fernando Manuel cuando el padre falleciese.
Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual que los otros, debía
reintegrarse al mayorazgo de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).
La llamada “Guerra del Marquesado” que enfrentó a
los Reyes Católicos y al marqués de Villena Diego López Pacheco, y que finalizó
en 1489, tuvo graves consecuencias para este último, cuyo vasto territorio pasó
en gran parte a manos de la Corona bajo la denominación de Gobernación del
Marquesado de Villena, con capital en la villa de San Clemente (Cuenca).
En 1586 esa unidad administrativa se dividió en dos
corregimientos autónomos: al norte el que fue denominado como “Corregimiento de
San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”, que mantuvo a la villa de San
Clemente como residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”,
también conocido con el nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”, que tuvo
su capitalidad en la ciudad de Chinchilla. En este último se integraron todas
las localidades pertenecientes al Reino de Murcia y las dependientes de la
diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso, Cancarix y
Agramón.
El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó
inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix. A partir del
siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur,
Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66).
DEMARCACIÓN ECLESIÁSTICA ISSO:
En el ámbito eclesiástico, la aldea de Isso quedó
incorporada a la jurisdicción de la Orden deSantiago, por lo que inicialmente se mantuvo exenta de
autoridad episcopal, aunque por poco tiempo, pues tras depender fugazmente de
las órdenes de Calatrava y Alcántara (Pretel, 2000, p. 58), pasaría a la Corona
en 1252 y, teóricamente, al obispado de Cartagena, que había sido “restaurado”
por el papa Inocencio IV dos años antes. En ese momento, Hellín se convertirá
en cabeza de una vicaría de la que pasarán a depender las aldeas de Isso,
Minateda, Calasparra, Jumilla y Tobarra (Pretel, 1998, p. 33).
La población cristiana debió de ser minoritaria
entre los años que van desde la toma de la aldea hasta la rebelión mudéjar de
1264, puesto que el Tratado de Alcaraz
permitía que los habitantes musulmanes continuaran practicando su religión y
costumbres.
Por ello, cabe pensar que la comunidad mudéjar de Isso, si existió,
debió de mantener su identidad cultural y sus lugares de culto.
A pesar de su
posible reducción debido a la emigración, es muy probable que la población
islámica siguiera siendo mayoritaria con respecto a los repobladores, pues el
obispado de Cartagena tuvo serios problemas en las siguientes décadas para
cobrar el diezmo en éste y otros lugares como Hellín, lo que llevó a los
obispos a formular reiteradas quejas ante el rey en la segunda mitad del siglo
XIII (González Arce, 2008, p. 98).
En 1274, un año marcado por la crisis derivada de
las malas cosechas de cereal, el obispo don García Martínez elevó una queja a
Alfonso X, ante el impago de los diezmos.
El monarca, a instancias del portero
real, mandó detener a Pedro Esteban y otros cogedores que se negaban a entregar
el diezmo a los encargados por parte de la Iglesia.
Su detención no parece que
acabara con el problema, pues unos años después, en 1284, el obispo don Diego
Martínez reclama ante el rey Sancho IV las usurpaciones de rentas por parte de
vasallos de don Manuel, además de quebrantar sus casas.
El rey manda que se
entregue el diezmo demandado y se reparen los daños:“Sepades que don Diego, obispo de Cartajena, se me
querelló que Sancho Sánchez, alcayde de Xorquera, et Fruela, alcayde de Hellín
et de Yso, et el alcayde de las Pennas de San Pedro et algunos otros aicaydes et omes de los concejos toman
sus diezmos et lo suyo et desapoderaron dellos a sus omnes de quel quebrantaron
sus casas [...]. Onde vos mando firmemente que de aquellos que se el obispo
querellase o su oficial o su mayordomo que fagades luego entregar todo quanto
le tomaron et emendar el danno [...]” (Pretel, 1998, p. 41; 2008, p. 211).
En 1353, Pedro I reconocía a la iglesia de Cartagena
su derecho, concedido en tiempos de Fernando IV, a cobrar la renta de Isso,
Hellín y Molina (Pretel y Rodríguez, 1998, p. 132).
Posteriormente, el libro Fundamento de la Santa Iglesia [...] de Carthagena del Obispo don Diego de Comontes (1446-1459) en el
capítulo relativo a los diezmos, señala que:
“De los diezmos de Tobarra, con Isso, se facen
otrossi tres tercios, el uno es de los Señores Obispo, y Cabildo, y partiendo
por medio; el otro es del Beneficio, y Prestamo de allí, de el qual las dos
partes son del Rey, y la otra del Terçcuelo dende. Las primicias de Tobarra
entran en esta particion, cá pertenece insolidum á los dichos Señores Obispo y
Cabildo, y partencelas por medio, no dando de ellas al Clerigo dende parte
alguna” (Torres, Molina, 2009, p. 38).
Hacia
1340 don Juan Manuel ordenó en su testamento entregar los castillos de Isso, Hellín y Tobarra, entre otros, a su hija Constanza, en fianza
y garantía de su dote y herencia, los 800.000
maravedís que debería darle el heredero don
Fernando Manuel cuando el padre falleciese.
Pero pagada esta, el castillo de Isso, al igual
que los otros, debía reintegrarse al mayorazgo
de la casa Manuel (Pretel, 1998, pp. 50-51).
La llamada “Guerra del Marquesado” que enfrentó a los Reyes Católicos y al marqués de
Villena Diego López Pacheco, y que finalizó
en 1489, tuvo graves consecuencias para este
último, cuyo vasto territorio pasó en gran parte a manos de la Corona bajo la denominación de Gobernación del Marquesado de Villena, con capital en la villa de San Clemente (Cuenca).
En 1586 esa unidad administrativa se dividió
en dos corregimientos autónomos: al norte el
que fue denominado como “Corregimiento de
San Clemente” o “de las Diecisiete Villas”,
que mantuvo a la villa de San Clemente como
residencia del corregidor; y al sur, el de “Chinchilla y Villena”, también conocido con el
nombre de las “Dos ciudades y Nueve Villas”,
que tuvo su capitalidad en la ciudad de Chinchilla.
En este último se integraron todas las
localidades pertenecientes al Reino de Murcia
y las dependientes de la diócesis de Cartagena, incluida Hellín con las aldeas de Isso,Cancarix y Agramón.
El corregimiento de Hellín se creó en 1665 e incluyó inicialmente la villa de Hellín y las aldeas de Isso y Cancarix.
A partir del siglo XVIII se incorporaron las poblaciones de Agramón, Jumilla, Ontur, Albatana y Tobarra (Molina Puche, 2005, pp. 65-66)