Abriendo los archivos de la memoria:
Rebuscando en mi cerebro
vivencias
juveniles, hay una, que por su trascendencia, mejor ha quedado representada en mi cerebro, me refiero a la de "Un día de trilla".
juveniles, hay una, que por su trascendencia, mejor ha quedado representada en mi cerebro, me refiero a la de "Un día de trilla".
Pintando
el día salíamos con el carro dirección a las hermosas, el Campuiso, Casa
Baltasar, Olivar de Medina, Piedra del Tesoro, barrio Castor et.

Recuerdo, que los últimos aces de cada carga, al tomarlos del suelo, podían tener alguna sorpresa, poco grata, al quedar al aire, algunos visitantes que se habían refugiado en la especie de cabaña, lo cierto, que lagartos,
culebras, escorpiones, ciempiés et. podías encontrarlos acamados produciendo más
de un susto.
Cargado el carro y
amarrada la carga, llegabas a la "Era de trillar"


Los “Aces” eran
extendidos, y sueltos los vencejos, a continuación, con horcas se mullían
de manera que quedase la espiga en la superficie, el resultado, una especie de tortilla gigante denominada Parva.


A continuación se enganchaban los animales al "Trillo”,( figura 3), un tablero de aproximadamente 2,5
m. de largo por 1,5 de ancho, curvado hacia arriba por el extremo más estrecho,
de donde se tiraba con un animal o con dos aparejados con unas riostras enganchadas en el gancho del Trillo.
Esta especie de herramienta, en su
parte de apoyo y para cortar y desgranar el grano de la espiga, se componía, de unas filas de piedra sílice con corte, que
eran las encargadas de ir troceando las cañas del cereal, también, unas
cuchillas dentadas longitudinales con el mismo propósito.
Después, fueron
sustituidos por lo que llamabamos "Máquina de trilla"( figura 4), hechas a base de acero dulce casi en su totalidad, también era arrastrada por
caballerías y que se componía de unos rodillos transversales de hierro cuyos discos dentados se encargaban de ir cortando lo
que también llamabamos “ Mies o tallo del cereal” y lo que la hacía más efectiva era, que en la parte trasera llevaba incorporados dos o tres ganchos curvos, que el maquinista o trillador manejaba, haciendo que estos subieran el cereal hasta la parte alta de los
rodillos, en donde era troceado.
Fin capitulo-1
No hay comentarios:
Publicar un comentario