
Según me comentaba, la dedicación en la ganadería le dejaba poco tiempo libre y los honorarios que recibía salían de su bolsillo de forma poco razonable, dormía en la ganadería y como suele ocurrir en este tipo de personas, que tienen una naturaleza introvertida y tímida. A mIs consejos de que buscase una novia, siempre me contestaba que a el solo le quería su abuela.
El trabajo de jinete en la ganadería le duró algunos años, si bien era difícil saberlo, creo que alternaba temporadas.

Yo, como ya he indicado anteriormente, en sus viajes al barrio era receptor de muchas de sus historias, pues como ya dije, me encontraba entre los pocos que él había decidido conservar como amigo.
Lo cierto, que pasados los 40 los trabajos a penas le duraban, su carácter se hacía cada vez más radical, podías verlo con momentos muy diferentes de humor.


Nunca cese de aconsejarle contra aquellos ataques de ira y si bien me daba la razón, no tardaba en repetir las escenas de discusiones con los vecinos
En cualquier caso e de decir que siempre nos alegrabamos de vernos y yo aprovechaba para preguntarle por su salud y cómo le iba.
Continuará:
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