Celebrado por última vez en 1966, el Bal des Quat'z'Arts reunía a estudiantes de arquitectura, pintura, escultura y grabado. Era una gran celebración carnavalesca, cuidadosamente preparada cada primavera desde 1892 por estudiantes de la École des Beaux-Arts de París.
Era un auténtico carnaval en las calles de París, donde cientos de estudiantes desfilaban disfrazados, y que terminaba en una gran fiesta que a veces podía dar pie a algunos excesos.
Los participantes, a quienes se les exigía ir disfrazados, lo eran cada vez menos a medida que avanzaba la velada, que a menudo se volvía más bien trivial. En 1893, en el Moulin Rouge, donde se celebraba la fiesta, se dice que Mona, modelo artística, improvisó un striptease lento con música, inaugurando con éxito el primer striptease público. Tras este suceso, se formó una "Sociedad de Protesta contra las Licencias de Circulación" para denunciar esta "grave e inadmisible desvergüenza...".
A los estudiantes de Bellas Artes se les unían a menudo sus vecinos de la Facultad de Medicina, todos tan eufóricos como sus amigos artistas, quienes a su vez los invitaban a su propia fiesta, el Baile Internacional, que rivalizaba con el Baile de las Quat'z'Arts en atmósfera e imaginación.
A mediados del siglo XX, la policía prohibió el Baile de las Quat'z'Arts debido a alteraciones del orden público.
El Baile de las Quat'z'Arts dio origen a la expresión: "Te traeré naranjas".
La historia comienza gracias al senador Béranger, quien, a finales del siglo XIX, fue apodado "Padre Pudor", rey de la censura, obsesionado con la moral de sus conciudadanos y, especialmente, feroz opositor a la emancipación de la mujer y su derecho al placer.
Esto se remonta a 1892, cuando, tras la denuncia de este senador moralista, cuatro jóvenes, entre ellas Marie-Florentine Roger, conocida como Sarah Brown, fueron juzgadas por haber aparecido casi desnudas en la calle durante el desfile del baile de los Quat'zarts (estudiantes de la École des Beaux-Arts de París, que no deben confundirse con los 'Gadzarts', ingenieros de las Artes y Oficios).
El caso causó gran revuelo en su momento y, mientras esperaba el veredicto, el poeta Raoul Ponchon compuso estos dos versos:
"¡Oh, Sarah Brown! Si te encarcelan, pobre ángel,
el domingo te traeré naranjas".
Marc-Verat@wanadoo.fr
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