PASADO

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LA SOBERBIA TIENE UNA HIJA Y ES LA INGRATITUD, (EL QUIJOTE)

miércoles, 2 de junio de 2021

REFLEXION / 05/09/1991



 

Estoy disfrutando vacaciones,  (Suena bien), a mis cuarenta años, deseo que mis hijos crezcan rápidamente, que sean autosuficientes y que yo pueda apartarme pronto de este monstruo en el que se está convirtiendo la máquina productiva.

 Yo lo definiría como la lucha por el absurdo.

 ¿Quién es feliz?

  Yo me considero un hombre afortunado. Sin embargo, los momentos sin preocupaciones  apenas ocupan una pequeña parte en mi vida, el resto lo dedico a intentar entender lo que me rodea, y actuar a la defensiva, para no salir perjudicado.


 Por otra parte, es absurdo tratar de encontrar en mis hijos, los receptores de este tipo de cosas, que tantas dudas despiertan en mí.

 En mi errático comportamiento, actúo con tantas ataduras y doblándome tanto, que estoy quedando sin ningún tipo de respuesta o contestación, que precise de energía.

 Esto, hasta el día de hoy he podido soportarlo, sin embargo, es tal la presión, que comienza a crearme dudas sobre mi personalidad, derivando en un miedo atroz, no sólo al fracaso, sino también, a  cualquier tipo de crítica sobre mi quehacer diario.

 Esta situación en el futuro trataré de revertirla, o algún día acabaré lamentándolo.

 Este revoltijo emocional, está incrustado en mi vida, desde hace algún tiempo, con dos frentes muy definidos y antagónicos.

 Por una parte refugiándome en la búsqueda de mis raíces, y el reencuentro con mis entornos naturales de niñez.  Por la otra, la obligación responsable, de por medió de mi trabajo y mi esfuerzo diario, encontrarle sentido a la lucha despiadada, con la que hay que lidiar, para estar en las mejores posiciones, y así, poder ofrecer a mis hijos, posibilidades que yo no tuve.



jueves, 27 de mayo de 2021

EN LA PRIMAVERA DE 2021 / 1

 

Un día cualquiera:

El dormir de un tirón ya es cosa del pasado.

Vueltas y vueltas en la cama, viajes al aseo, desvelo por preocupaciones, miedo a contraer el virus del Covi, molestias musculares et.et.et.

Sobre las 8 horas decido levantarme, procurando no hacer ruido, mi señora supongo que esta dormida, primeros pasos torpes, llego al aseo, lavado de cara, un día más sin afeitar, me pongo la bata y subo las persianas con cuidado.

 Un poco de aceite de oliva virgen mañanero, y un buen trago de agua, pongo la leche en el microondas, minuto y medio, un pequeño paño sobre la mesa y voy depositando cereales alguna galleta para mezclar y tostada de paquete que

unto con algún tipo de mermelada, la leche está caliente le pongo dos pequeñas cucharadas de azúcar, y media cucharada grande de nescafe, una servilleta de papel y el desayuno está listo.

 Con bastante calma y silencio acabo las viandas y paso al aseo, limpiarme los dientes y un enjuague de colutorio, son casi las nueve, y con el móvil repaso las noticias, solo los titulares de algunos periódicos, un día más los datos de la pandemia, las vacunas, y el presidente del gobierno aguantando el chaparrón, que le llega de la derecha.

Me visto, cojo la mochila y la mascarilla y salgo por la calle los danzantes de Isso, saludo algunos vecinos sobre la marcha, Juan de la Vicenta, Joaquín de la torre, que va con el perro, también cruzo unas palabras con Miguel, siempre amable, su salud está bastante tocada, y son malos tiempos para quienes precisemos de asistencia hospitalaria, el arrastra una enfermedad cancerígena bastantes años, y es de una edad bastante avanzada.


 En las escuelas me veo con Muñoz un amigo de toda la vida, profesor jubilado y que ahora dedica buena parte de su tiempo libre, a recoger mascotas abandonadas, también se incorpora Joaquinillo y guardando la distancias, hacemos algunos comentarios, sobre lo que está significando la pandemia en nuestras vidas.

 En el caso de Joaquín, hay que añadir, que también es profesor jubilado y ha recibido un tremendo varapalo, añadido, una separación que lo ha tenido muy afectado, parece que está levantando cabeza, es un gran deportista, en la especialidad de maratón.

Continuo camino de la Cerca, y me cruzo con el sastre, y hacemos algunos comentarios sobre el tiempo que estuvo haciendo las casas de a mi hermano Juan y la mía, eran los años 70

Llego a mi destino, en total en unos 800 metros, y he tardado casi una hora, una pequeña caseta de bloques, bastante rudimentaria, y en ella tengo la herramienta y la ropa de trabajo, estamos en primavera y hace un par de días por fin se ha calado el terreno y los olivos lo han agradecido.

En estos días, estoy limpiando las más viejas o centenarias, no solo los tallos, sino los troncos, en cuya corteza seca se albergan todo tipo de insectos, que, protegidos y con humedad, hacen su agosto.

La herramienta que utilizo es una piqueta de albañil, por su parte plana.


Este año he optado por el herbicida, para tratar de impedir que la hierba se me valla de las manos, como me ocurrió el pasado año por las lluvias, y también por el confinamiento.

    

miércoles, 26 de mayo de 2021

INTERESANTE / VYKTHOR´S LIBRARY

– Miedo: El miedo, consustancial al hombre, es uno de los fundamentos principales de la religión, por ejemplo. Decía Bertrand Russell: “si no tuviéramos miedo a la muerte, no creo que hubiera nacido la idea de la inmortalidad”. Otro ejemplo lo tendríamos en la capitalización del miedo al inmigrante por parte de la ultraderecha.



– Capacidad de concentración limitada: La atención humana sólo puede concentrarse en pocos elementos a la vez, de ahí que sea fácil que alguien distraiga nuestra atención con el fin de apartarla de lo que se quiere ocultar. Ejemplo: Se desvía la atención de la opinión pública al peligro del plomo en la gasolina, cuando existen otros componentes muy perjudiciales para la salud y difíciles de eliminar.


Efecto Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea.

El efecto Dunning-Kruger puede resumirse en una frase: cuanto menos sabemos, más creemos saber. Es un sesgo cognitivo según el cual, las personas con menos habilidades, capacidades y conocimientos tienden a sobrestimar esas mismas habilidades, capacidades y conocimientos. 
Como resultado, suelen convertirse en ultracrepidianos; gente que opina sobre todo lo que escucha sin tener idea, pero pensando que sabe mucho más que los demás.
 
El problema es que las víctimas del efecto Dunning-Kruger no se limitan a dar una opinión ni a sugerir, sino que intentan imponer sus ideas, como si fueran verdades absolutas, haciendo pasar a los demás por incompetentes o completos ignorantes, cuando en realidad no es así. Obviamente, lidiar con estas personas no es fácil porque suelen tener un pensamiento muy rígido.