No es lo que parece: ¡ Un hijo de…..!
Extraer de la memoria lugares y
situaciones que dejan poso en el pensamiento, esto se traduce en forma de pausa,para corregir rumbo.
No pocas veces nos topamos con
realidades, que sin buscarlas, consiguen mover los cimientos de nuestra a veces miserable existencia.
Septiembre del ochenta y cinco, vivo en
Oliva con mi señora y mis tres chicos, de diez, ocho y cuatro años. (Motivo mi trabajo)
Pasado un tiempo, los chicos comienzan hacer amigos, hay uno de siete años que frecuenta mi casa con cierta asiduidad. ¡¡ Por cierto !!, Alguna que otra tarde, mi señora le convencía para que aceptase merendar con ellos.
El
tiempo pasa y tal y como le vamos conociendo, observamos una serie de virtudes
en este chico que nos sorprende gratamente, es respetuoso, discreto, alegre y muy. bondadoso.
Sabemos que vive a unas
tres o cuatro puertas de nosotros y nos empezó a producir extrañeza al no verle acompañado de algun adulto, que supuestamente fuesen su familia o padres.
Mi
señora es informada por alguna vecina, que su madre se gana la vida en clubes alterne durante la noche.
Una de las tardes en las que estaba en casa jugando con los míos,mi señora le preguntó que quién le acompañaba por las noches y si le llevaba al cole su madre.
Su respuesta nos conmovió, nos dijo que su madre trabajaba por la noche en Alicante y que dormía solo y por la mañana, él se preparaba su desayuno y su mochila, porque su madre llegaba tarde y tenía que dormir.
Nos
comenta, que su madre trabaja en Alicante porque le pagaban más, también nos dice, que tiene dos
hermanos que están viviendo con familiares, y que su madre le ha
dicho que él tendrá que ir con otra familia, que él no conoce, pero que su
madre le ha dicho que va a estar bien, que tendrá que dormir con
otros dos niños en la misma habitación y que uno de ellos está enfermo.
La inocencia y aceptación de su situación actual y futura, corroboraba nuestra impresión sobre su naturaleza excepcional, hablaba de su madre como la mejor del mundo, pero que no ganaba bastante para
poder estar juntos.
Recuerdo una noche, que después de un día amenazante, se desató una de esas tormentas típicas del levante, con intenso aparato eléctrico y cortes de luz, él estaba en casa como en otras ocasiones y decía que no le gustaban los relámpagos, porque se cortaba la luz y pasaba miedo, fue un momento delicado para nosotros, no conociendo a su madre, podía ser complicado darle cobijo.
Ceno con nosotros y el temporal no amainaba.
Después de comentarlo con mi señora y con la sensación de pesar y tristeza, optamos por dejarle una linterna por si se cortaba la luz y le acompañe a su casa con un paraguas.
Llovió durante toda la noche con mucha intensidad,hasta el punto, que el humedal de "Oliva-Pego" quedo totalmente inundado.
Poco tiempo después nos fuimos a vivir a Alicante, el chico ya no estaba de vecino y nunca más supimos de él.
A su madre no llegamos a conocerla.
El
chico por sus buenas maneras, siempre tenía amigos con los que compartir sus
juegos durante las tardes, y cuando llegaba la noche solía entrar
en casa de algún vecino, o en en la mía, donde solía jugar y tomar
algo.
¿Cómo este chico a su edad, sabiendo que sus
amigos dormían en compañía de sus padres, aceptaba su suerte de manera tan
resignada?
Guardo una foto del chico que no la
publico, como es natural.
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